«Advierto a los oyentes habituales de letras de reguetón que este contenido puede herir su sensibilidad». Lo ha dicho esta mañana Martín Llade al final de su retrasmisión del Concierto de Año Nuevo, antes de leer —mal, demasiado deprisa, acuciado por el cierre— el poema «Porvenir», de Ángel González, a quien recordó porque se cumple este año 2025 el centenario de su nacimiento. «Te llaman porvenir / porque no vienes nunca. / Te llaman: porvenir, / y esperan que tú llegues / como un animal manso / a comer en su mano. / Pero tú permaneces / más allá de las horas, / agazapado no se sabe dónde. / ...Mañana! / Y mañana será otro día tranquilo / un día como hoy, jueves o martes, / cualquier cosa y no eso / que esperamos aún, todavía, siempre». Antes, al principio del concierto, y después de sonar el «Vals de las golondrinas de pueblo», de Josef Strauss, soltó: «Pronostico que los pajaritos de barro se van a agotar hoy en Amazon». Sigo con esta manera de enaltecer el hábito y vaya por delante de nuevo mi admiración por Riccardo Muti, el director en quien ha recaído por séptima vez la responsabilidad de dirigir el Concierto de Año Nuevo desde la Sala Dorada del Musikverein. Y por Martín Llade, que ha recordado también el segundo centenario del nacimiento de Johann Strauss hijo —gran protagonista del concierto— y el de la muerte de Antonio Salieri, con mención del libro de Ernesto Monsalve, Salieri. El hombre que no mató a Mozart (Rialp, 2024). Nombró igualmente a las escritoras Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, nacidas en el año 1925, el mismo año que murió el compositor Erik Satie, a quien también ha dedicado una palabra esta mañana musical. ¡Viva Mozart!
miércoles, enero 01, 2025
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