miércoles, enero 22, 2020

González Iglesias en el Aula Valverde


El poeta Juan Antonio González Iglesias (Salamanca, 1964) participará mañana jueves 23 de enero en el Aula literaria «José María Valverde» de Cáceres, y al día siguiente tendrá un encuentro con estudiantes de Educación Secundaria de varios centros de la ciudad en el Instituto «Norba Caesarina», que, desde la inauguración de esta actividad ejemplar en enero de 1996, viene colaborando con la Asociación de Escritores Extremeños que la coordina. La visita de González Iglesias casi coincide con el vigésimo cuarto aniversario, pues Bernardo Atxaga abrió el Aula el día 22 de aquel enero. En estos días he sido yo el que he tenido el encuentro con Juan Antonio González Iglesias, pues he leído su libro de poemas Jardín Gulbenkian (Madrid, Visor Libros, 2019), que fue reconocido con el XXIX Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma. Es difícil abstraerse de la condición —«indistinguible», dice el escritor, «a estas alturas de mi destino como poeta»— de González Iglesias de catedrático de Filología Latina en la Universidad de Salamanca cuando se leen sus versos. Ya desde el primer poema se aprecia de nuevo en su poesía esa apacible clasicidad moderna, que está también como avance en el prólogo que encabeza este poemario, y en el que el autor —que fecha su texto el 22 de septiembre de 2019— ya habla de «algunas líneas clásicas» de un jardín concreto, el Jardín Gulbenkian de Lisboa. De ahí aflora la correspondencia mantenida por Saint-John Perse y Calouste Gulbenkian a mediados del siglo pasado, y tardará poco el autor salmantino en compararla con la amistad de Horacio y Mecenas. A pesar de la variedad de una colección de treinta y nueve poemas agavillados sin aparente voluntad orgánica, el jardín y el mundo clásico colaboran en dar cohesión al conjunto, desde diversos registros, y a veces juntos en el mismo poema, como en «Academia» que se cierra con una metáfora pertinente: «[…] el único / jardín que le quedó fue la poesía». Hay otros momentos que parecen querer llevar al lector a un estado de quietud, que no es mala condición en el acto de la lectura; como es el poema «Recogimiento»: «El poeta comparte con la vida / la lentitud y la tenacidad / puesta en aquello que otros desestiman, / el desentendimiento, la esperanza / en el grano perdido tierra adentro». Y hay crecidas celebrativas que parecen estar puestas ahí para tomarlas como lema del despertar diario: «[…] Otra vez de pie / está todo, otra vez estamos todos». Me imagino a una madre de familia llegar a la cocina, y, con las manos puestas en la taza de café humeante, dar fe de estar viva recordando esos versos. La lectura de este libro casi coincide con el encuentro con alguien que me dice que no es lector de novelas, que no tiene tiempo para las tramas de una narración larga; que prefiere la intensidad a la constancia —y esto es mío. Con muchos poemas de Jardín Gulbenkian mi amigo disfrutará, como lo hará, si no lo ha hecho ya, con una de las obras cimeras de este poeta: Esto es mi cuerpo (Visor, 1997). En otros tiempos menos vertiginosos, quienes pusimos a andar este empeño nos encargábamos también de redactar una introducción sobre el escritor, de elaborar su bibliografía y de seleccionar los textos; hoy, son las autoras y autores invitados quienes envían lo que se publica en el cuadernillo gratuito que se entrega a los estudiantes en los institutos y al respetable público en el acto vespertino. El cuaderno de mañana está dedicado a Julián Rodríguez Marcos (sic); pero no se dice por qué. Y aquí sí que creo que, a pesar de las circunstancias y los tiempos, habría que haber dicho que Julián fue uno de los fundadores del Aula literaria «José María Valverde», que nació en Ceclavín (Cáceres) en agosto de 1968 y que se nos ha muerto en junio de 2019. Poseo recorte del Hoy, con un texto de Pablo Calvo del 20 de enero de 1996 y con foto de Múñez en la que estamos Julián Rodríguez, Fernando T. Pérez, Teófilo González Porras y servidor con la inconsciencia de quien no piensa en que algo así pudiese llegar a durar veinticuatro años y, menos, que algunos no lo viviesen. La lectura de Juan Antonio González Iglesias será mañana jueves 23 en el Palacio de la Isla de Cáceres a las 19:15 horas, y el viernes en el «IES Norba Caesarina», a las 12:15.

2 comentarios:

PPK dijo...

En el SHZ se sigue con esa buena costumbre: el presentador hace la selección de textos.

Miguel A. Lama dijo...

Gracias, PPK. Sí, a mí siempre me pareció una buena costumbre, una manera de implicación en la actividad; incluso una deferencia para los escritores que recibimos. Pero hay que comprender y respetar otros criterios con otras situaciones. Abrazo.