jueves, marzo 29, 2018

Afectos


© El Periódico Extremadura. Fotografía de Antonio Martín
La lectura de la prensa de este pasado lunes de pasión, día de intenso trabajo en casa, me deparó dos buenos afectos de los buenos. Suele pasar cuando uno lee bien escrito aquello en lo que está pensando o lo que uno cree. Me ocurrió con el valiente artículo —con la que cae en Semana Santa, sobre todo, aquí, en Cáceres, hasta en mi calle (tengo video)— del historiador César Rina en Hoy (26.3.2018, p. 20) con el título de «Santa heterodoxia», que propone una contestación al discurso de sahumerio que nos llega de una parte —la más farisea— de quienes difunden una oficialidad semanasantera que no reconoce la integración en ella de un montón de ideologías y sentires. No es nuevo su interés por esto, pues fue premiado con el «Arturo Barea» por su estudio Los imaginarios franquistas y la religiosidad popular 1936-1949, Badajoz, Diputación de Badajoz, 2015. La lectura de ese artículo me ha explicado meridianamente la imagen del domingo al lado de mi casa, en las traseras de la iglesia de San Juan: César Rina con su hábito de la cofradía de los Ramos esperando a procesionar por las calles de Cáceres. Una imagen edificante que me reafirma en mi disposición de alisar mis prejuicios. El otro caso es de una afinidad que ha venido a ser un enamoramiento incondicional por Maria Josep Estanyol, que lleva cuarenta y tres años dando clases de fenicio en la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona. Sí, dando clases de fenicio. Tiene 67 años y a mí no me importa la diferencia de edad, que no es tanta. De verdad; ni la lengua muerta. Admirable. No sé.

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