Mi héroe se pregunta quién habrá sido el malintencionado que ha convencido a Juan Goytisolo para que publique una nueva novela después de tan alto y digno testamento literario como fue Telón de boca (Barcelona, El Aleph Editores, 2003). Un somero cotejo en términos de hondura literaria —dice mi héroe algo embravecido y muy seguro de sí mismo— entre aquella obra tan pensada e inquietante por profética que fue Paisajes después de la batalla (1982) y esto de El exiliado de aquí y allá (Barcelona, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2008) genera de inmediato una pena profunda, un cierto patetismo, en todos los que como yo —dice mi héroe— seguimos pensando en Juan Goytisolo como cima, cumbre, bandera —nunca bandurria— y blasón entre los grandes escritores perfectibles. Echa tierra —prosigue mi héroe— sobre la dignidad de un escritor que merece —fuera premios y monumentos— todo.
La vida póstuma del Monstruo del Sentier es el subtítulo —tan autorreferente como incomprensible para el lector no iniciado— de esta novela que remite a aquella de 1982, Paisajes después de la batalla, y que tenía un sentido de la que ésta carece, desde la primera secuencia “Desde el Más Acá” hasta “Adiós”; y más allá —añade mi héroe— pues hasta la dedicatoria debería ser corregida y devuelta a un tratamiento tipográfico igual, al menos, al de la cita del principio, la de Karl Kraus. “Que mi estilo se adueñe de los rumores del tiempo.” Que no está mal, tendrá que reconocer mi héroe.
lunes, febrero 23, 2009
El exiliado de aquí y allá
Publicado por Miguel A. Lama en lunes, febrero 23, 2009
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2 comentarios:
Tan malo es ese libro?
Malo, no. Goytisolo no hace nada malo; pero tiene un tufillo oportunista y de libro apresurado... Su 'dependencia' de aquella novela de 1982 es un pesado lastre. Saludos.
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