lunes, mayo 28, 2007

¿Catetez o compadreo?


Como puede verse en el recorte, sí. El titular hace que la opinión de un individuo —¿y quién es éste?— merezca un espacio absurdo, con foto incluida. ¿Por qué? Supongo que porque en la prensa de estos pagos no se contempla la crítica teatral. ¡Y que la única manera de reflejar el gesto —gratis et amore— de reseñar con gusto una representación de teatro sea algo tan periodísticamente patético! ¿Qué pensarán fuera de aquí? Parece que uno de los tipos del titular compadrea con el otro.
Tengo la desgraciada experiencia de haber publicado una crítica de teatro como carta dirigida al director de uno de los periódicos de mi región, ya que nadie había contemplado la posibilidad de dar cabida en sus páginas a una crítica de una digna obra de teatro. Me la publicaron. Menos mal. Aquel montaje tuvo su aceptación y tiene su renombre. En otra ocasión, me publicaron mis comentarios en una página de publicidad, pagada. El montaje sobre el texto de mi amigo Isidro, Mundos, ha tenido la desgracia ésta, de la que da cuenta el recorte.
Pego aquí el texto que reescribí para él, sobre la base de la entrada en este blog del miércoles 23, y que no llegó a publicarse:

UN MUNDO DE TEATRO

Mundos, de Isidro Timón
Dramaturgia y dirección: Denis Rafter
Intérpretes: Julio Galindo, Blanca Chaparro,
Javier Uriarte, Vicente Rodríguez,
Miguel Ángel Latorre y Ana Rodríguez.
Producción: Z Teatro.
Teatro López de Ayala. Badajoz.
Jueves, 24 de mayo de 2007


Tuve la fortuna el martes pasado de asistir en el Casar de Cáceres, en “La nave del duende” del Centro de Gestión de Recursos Escénicos ideado por la compañía de danza y teatro KARLIK, a un ensayo general impecable de esta pieza, Mundos, de Isidro Timón, que se estrenó ayer en el López de Ayala de Badajoz.
Conozco bien el texto, y, tras su lectura antes de que lo publicase hace un par de años la Asociación de Autores de Teatro, pude “verlo” en una lectura dramatizada en la sede de la SGAE de Madrid, dicho por actores como José Vicente Moirón, Gladys Balaguer o Chema de Miguel, bajo la dirección de Denis Rafter, que ahora vuelve a poner su sabia mano sobre este texto de Isidro Timón, con un resultado sobresaliente. Así de completa resulta ahora la recepción de esta obra tierna y sugerente.
La lectura de Denis Rafter es espléndida. No sólo por lo que él ha querido destacar del texto de Mundos —que yo creo que escapa a subrayados parciales y a etiquetas—, sino por la manera de ejecutarlo, poniendo toda la carga en el trabajo de los actores. Cinco. Julio Galindo (Abuelo), Blanca Chaparro (Hada), Javier Uriarte (Casiopeo), Vicente Rodríguez (Neptuno), Miguel Ángel Latorre (Niño, Pedro, Padre, Árbol...) y Ana Rodríguez (Niña, Eva, Madre). Una alegría encontrar a Miguelín con su dominio y tan versátil, cuando no hace mucho se esmeraba en los papeles adjudicados en los montajes del Aula de la Universidad de Extremadura, de donde también salió Fran Cordero, responsable de la iluminación, y ya un habitual en los escenarios extremeños. Un excelente trabajo el de un experimentado pisacalles Vicente Rodríguez en el papel de Neptuno y el de su pareja Javier Uriarte como Casiopeo. Y una notable Hada interpretada por Blanca Chaparro que dice sus primeras palabras después de un buen trozo de representación, en una dificultad añadida que pone de manifiesto el trabajo actoral de unas figuras que prácticamente no abandonan la escena —limpia y sostenida por sutiles elementos— de principio a fin.
Mundos, visto ahora con la magia teatral completa de una representación, sigue siendo una apuesta por la imaginación como motor de la vida, y quizá por eso, motiva tanto a un receptor adulto a reflexionar sobre el tiempo pasado y su tiempo presente, como a un público joven a vivir el presente desde una conciencia futura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues sí, qué le vamos a hacer. Qué pena que haya gente tan buena que todavía no pueda comer de esto. En fin...