viernes, mayo 26, 2006

Ni Dios mismo

El miércoles 24 se presentó en Cáceres la última novela de Pilar Galán, Ni Dios mismo (Mérida, De la luna libros), en un acto que llenó el salón del Colegio Mayor Francisco de Sande. Qué alegría da tener que sentarse necesariamente en las únicas sillas disponibles. Y más, si es al lado de Maribel y Basilio. Compañeros profesores, amigos, familiares de Pilar... Un familiar, Carmen Galán, leyó el texto que había escrito para la ocasión Santos Domínguez, que no pudo asistir —no por "razones ajenas", como se dijo en un lapsus, sino por otras bien propias—, y que puso en su sitio el género. ¡Ah, el género! La novela histórica (?). Y un profesor de Historia, Miguel Ángel Melón, también participó. Sé que se mordió la lengua. Porque hay mucho que decir sobre esos productos que tanto gustan a algunos lectores. Si Pilar no ha querido hacer una novela histórica, si Ni Dios mismo no es una novela histórica, si Santos habla de "subgénero" y si Miguel Melón no cree en la cosa... ¿Entonces? La próxima vez yo aprovecharía a Miguel Ángel Melón como buen lector de buena literatura. Sin más.
Jaime Naranjo me tiene reservado un ejemplar de la novela. No sé hasta cuándo, porque siguen diciéndole que vender libros es pesado, y creo que ya está en conversaciones con J.R. Alonso de la Torre —es espléndido y sugerente su viaje por la Raya de Extremadura y el Alentejo La frontera que nunca existió, en la Editora Regional de Extremadura— para montar un ruidoso bar de copas en La Madrila. Aquí en Cáceres. En donde el otro día se presentó la novela de Pilar Galán. Felicidades, Pilar.

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