En la nebulosa imprecisa de la realidad del relato, ciertos objetos surgen como atributos del personaje. La botella verde del interventor es uno de los principales. Será un motivo argumental, pues es el objeto del deseo de los bulliciosos mozalbetes que se la arrebatan. (Cuando la botella se da por perdida y por hecha añicos, los únicos refugios del personaje: el chaquetón, el cuaderno de hule y la carta que llevaba en el bolsillo). Será un vínculo con el pasado, la botella, a partir de las preguntas de Cristo. Y cuando uno de los agentes de la ley (o los dos a la vez) vea la botella del interventor en la escena de una muerte natural, de un homicidio y de un asesinato, por este orden y secuencia disparatadamente deductivos, será como una huella dactilar inapelable de este hombre sin identidad.
martes, diciembre 13, 2005
Asperges de notas sobre la novela PARADOJA DEL INTERVENTOR (XIV)
Publicado por Miguel A. Lama en martes, diciembre 13, 2005