viernes, abril 12, 2013

Sentados o de pie. 9 poetas en su sitio


Carlos Medrano
07570 Artà —Islas Baleares—

Querido amigo Carlos: 
Muchas gracias por el envío de la antología Sentados o de pie. 9 poetas en su sitio (Valladolid, Fundación Jorge Guillén, 2013), que me acaba de llegar. Me apresuro a acusarte recibo por el entusiasmo de verte de nuevo en letra impresa, tan bien acompañado en esa fotografía que aparece en portada —tú, el primero por la izquierda, sentado— por los cinco Luises —Luis Díaz Viana, Luis Alonso, Luis Santana, Luis Ángel Lobato y Luis del Álamo—, y por Eduardo Fraile, Javier Dámaso y Mario Pérez Antolín. Ya me dirás quién es quién en esa foto que Antonio Piedra —garantía de buen hacer— ha querido en su «Prólogo» que sea el referente nada simbólico de un grupo poético de autores unidos de un modo u otro por una biografía geográfica que se sitúa en Valladolid. Prácticamente, todos tus poemas incluidos los conocía; pero es un gusto leerte en un libro después de tantos años —quizá desde Las horas próximas, hace más de veinte. Luego escribiste algo así como que incluso el silencio nos descubre y nos revela todo. Y han sido muchos años de silencio. Un silencio que parece otra marca de grupo. El último libro de Luis Santana, de 1999. Todos los poemas de Luis del Álamo son de Cuarteto para vidrieras, que parece reunir todos sus inéditos desde hace mucho. Y de lo de Javier Dámaso, qué te voy a decir, si está casi todo por publicar. Ya me contarás; pero, desde luego, esto añade valor a lo que se muestra. Por ahora, me voy a parar en los extremos, en Luis Díaz Viana (1951), el mayor del grupo, y en Mario P. Antolín (1964), el benjamín. Lo dicho, Carlos, gracias, de nuevo; gracias por la dedicatoria, y a ver si hablamos. Un fuerte abrazo.

3 comentarios:

Carlos Medrano dijo...

Querido Miguel Ángel: vuelto hoy lunes a la actividad natural de los días laborales y después de un tiempo en que he estado sin tiempo para mí mismo, primero agradecerte la cordialidad de haberte hecho eco de la noticia de esta antología aparecida en uno de mis tres lugares vitales hasta el momento en una peripecia por geografía, geométrica: Extremadura, Valladolid y Mallorca. En verdad que un cierto gen nómada me invitaría a moverme con más frecuencia, salvo por haber formado aquí una familia. Tal vez, a acercarme algo más a vosotros. ¿Dónde? También sería por poco tiempo. A lo sumo dos décadas más, suficientes y maduras, que ya manejamos.

Paso a darte los nombres de esa foto: de pie y desde la izquierda están Luis del Álamo, Luís Díaz Viana, Luis Santana, Javier Dámaso y Luis Alonso García. Sentados desde la izquierda, después de mí siguen Mario Pérez Antolín, Eduardo Fraile Valles y Luis Ángel Lobato, estos dos últimos los dos más cercanos a mí en los años en que cursé allí mis estudios universitarios, con quienes más coincidí y traté y crucé noches o versos. Y a honra que me enorgullezco, de esa amistad y de lo que siempre han escrito. Los demás fueron compañeros más de fondo, por lo que siempre agradeceré la invitación de Javier Dámaso para contar conmigo en este proyecto en el que podría haber no aparecido, sobre todo a tantos kilómetros y después de años de haberme esfumado, pese a mis frecuentes visitas todavía.

Te agradezco el tono epistolar en que lo escribes y que me es tan grato, pues es algo que nunca he dejado de cuidar con frecuencia, mi correspondencia, salvo impedimento o error, desde que recuerdo, con amigos, algunos nacidos así, de este modo.

Por lo demás, el silencio que tú mencionas creo que es de un poema mío que cierra la última publicación que tuve (un cuadernillo no venal, de 1996 distribuido por bares y librerías de Valladolid llamado 'Imágenes, encuentros') habla de eso "porque incluso el silencio nos descubre el entorno, nos adentra en nosotros, y revela los seres, lo distante", ese espacio donde se dota de sentido las palabras después del vaciamiento, el suyo, el nuestro. Y ahí seguimos, al acecho de esos momentos de lucidez sencilla a veces alcanzables propios de una mirada limpia con los pies en el mundo y las manos abiertas a lo que el día a día presenta, con la clara intención de que llegara el día en que pudiera ser amable, como la visión mejor que quisiéramos guardar de lo vivido o sostener lo más posible.

Abrazos, y que algo de lo dicho por alguno de nosotros te baste o reconforte.

Unknown dijo...

Mucha gracias por vuestras notas.
Qué giro en el tiempo, desde aquel ser poeta, que aún hoy mantengo. Ser, ser con la poesía, en la poesía. Todo me lleva a mis años de Dámaso Alonso.
Gracias a todos . Luis del Álamo Vaquero.

luis alonso dijo...

Muchas gracias, Miguel Ángel, por la parte alícuota que me corresponde, o sea: 1/9. Y de paso, aprovecho para saludar a los compañeros de foto y de versos. Un abrazo a todos.