viernes, febrero 25, 2011
Nace Liceo Hispánico
Hoy se inaugura en la calle Camino Llano, 34 de Cáceres Liceo Hispánico, una escuela especializada en la enseñanza del español como segunda lengua y lengua extranjera. Entre sus fines está ofrecer a sus alumnos una enseñanza de calidad, "con un método eficaz en el que priman las necesidades del alumno y en el que se combinan clases de aula con actividades fuera de ésta para que el aprendizaje sea significativo y útil y así ahorrar tiempo en el proceso de adquisición de la lengua española." Una brillante antigua alumna, Clara Pomet, es una de sus ilusionadas promotoras y jefa de estudios. Suerte.
miércoles, febrero 23, 2011
23-F
Escribo a las 18:23. Hace treinta años yo estaba en Zafra con mi novia en un Seat 124... Escuchando la radio. Mi hermano el mayor había llamado a casa para decir que algo ocurría en el Congreso de los Diputados. Por la noche, mi padre y yo estuvimos pendientes de la información que se daba por radio y televisión, supimos que habían salido los tanques a las calles de Valencia y no nos tranquilizamos hasta la aparición del Rey en TVE a la una y pico de la noche. Bueno, fue mi padre el que dijo que ya estaba todo normalizado —salvo el secuestro de los diputados—, y que me podría marchar a Cáceres por la mañana. Yo estudiaba 1º de Filología, y ese lunes me quedé en Zafra tras el fin de semana. No recuerdo por qué razón. La opinión de mi padre fue determinante tras el discurso del Rey vestido con el uniforme de Capitán General de todos los ejércitos, como me recalcó, y quizá arriesgada; sobre todo, cuando tomé el tren —el añorado "Ruta de la Plata"— el martes 24, y yo era el único ocupante de mi vagón, hasta que subió en Villafranca de los Barros otro compañero de Filología, Miguel Ángel García Domínguez. En su casa le habrían dicho algo parecido. En los andenes de la estación de Mérida vimos a bastantes compañeros que provenían de Cáceres. Supusimos que habían sido avisados por sus familias para que volviesen a casa. Nosotros íbamos en sentido contrario; pero nunca tuve la sensación de ser un inconsciente. Mi padre, seguro, tampoco. Al llegar al mediodía al piso que compartía con otros compañeros en Cáceres, los encontré pendientes del televisor encendido, y de la imagen que más presente tengo de aquel día; quizá por ser una de las que más en directo vi. La fuga de algunos números de la guardia civil por las ventanas del Congreso y la posterior salida de los diputados. La imagen de una a veces incomprensible obediencia debida, de una poco honorable manera de desertar, de oponerse. La rebotica, la puerta de atrás de algo muy serio, que pudo dar al traste con todo. Me acordé mucho de mi padre cuando leí Anatomía de un instante de Javier Cercas, porque la figura del suyo, José Cercas, también ahí es importante, y tuve ocasión de comentarlo con él, con Javier, hace poco tiempo, en Villafranca de los Barros, precisamente. Como Javier, que en estos días vive otra sinrazón, yo también, en cierto modo, escribo sobre lo ocurrido hace treinta años para hablar de mi padre, que me falta desde 1992. Y me basta.
Juan Manuel Rozas en la BVC
Juan Manuel Rozas con alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid en 1975
Bajo la dirección de su discípulo y amigo Jesús Cañas Murillo, la Biblioteca Virtual Cervantes ha abierto el portal de autor de Juan Manuel Rozas (1936-1986), entre las Figuras del Hispanismo, en donde también puede encontrarse el portal dedicado a Jean-François Botrel, a cargo de Enrique Rubio Cremades.
martes, febrero 22, 2011
Extraña coincidencia
Sigo impresionado. Preparaba esta tarde algunos materiales para mi clase en el Máster de Secundaria y anotaba algunos objetivos específicos relativos a la didáctica de la poesía española de este libro que compré hace más de veinte años, cuando la LODE y muy poco antes de la LOGSE; pero que considero todavía útil: Créditos de literatura castellana, de Maria-Núria Soler Gil (Barcelona, Hogar del Libro, 1990). Consulté en internet por el nombre de su autora por si hubiera alguna actividad o algún cuadro de los que se incluyen en el libro que pudiese mostrar a mis estudiantes. De pronto, una de esas páginas de esquelas en la red, en la que uno puede encender una vela en homenaje, me mostró el nombre de Maria Núria Soler Gil, fallecida en Barcelona a los 54 años de edad hoy mismo, 22 de febrero, y el anuncio de una ceremonia a las 12:30 horas. No sé; pero un escalofrío me dice que es la autora de mi libro, la directora del Col.legi Sil de Barcelona. No sé.
domingo, febrero 20, 2011
La decisión de John
Más de dos meses después de su estreno absoluto en España, en el Festival de Badajoz, y tras un preestreno en Mérida, ha venido a Cáceres este excepcional montaje de Teatro del Noctámbulo, La decisión de John, en versión y traducción de Isabel Montesinos sobre el original Cock (2009) del autor británico Mike Bartlett (1980). Ayer fuimos a verla —función única, ¿para qué más, no?—, y el Gran Teatro registró una notable entrada, incluyendo la treintena de localidades situadas en el escenario. Un acierto. Y un reparo. Me habría gustado más que ese público hubiese estado al mismo nivel que los actores; se trataba de llenar imaginativamente un espacio que queda así delimitado brillantemente, no de un elemento escénico circunstancial, como el de aquel excelente Urtain de Animalario que vimos aquí mismo. Sin embargo, la propuesta de Damián Galán, más que competente responsable de la escenografía de La decisión de John, va más por presentar a un público que asiste a un espectáculo, y no creo que sea el caso del conflicto que nos ofrece Bartlett. Y aquí acaba lo que ni siquiera puede considerarse una pega. Porque La decisión de John es teatro del bueno. Por muchas razones. Por la interpretación de los actores. El inconmensurable José Vicente Moirón, que en algunos momentos de los primeros cuadros nos ha recordado a los espectadores españoles la manera de decir del Woody Allen de sus películas dobladas; pero lleno de otros muchos registros, no se despega tanto como otras veces del resto del elenco, que está sobresaliente. Y no es demérito. La trama exige que sobresalga, pues el centro es John, y la decisión es suya; sin embargo, es tan destacable cómo sostienen los otros actores sus papeles que las iniciales que los representan (H, M y P para Hombre, Mujer y Padre) llenan tanto como todas las letras del nombre de JOHN. Gabriel Moreno como H, Isabel Sánchez como M y Javier Magariño como P, cuya irrupción en escena como dice el texto dice mucho más en Cáceres, están estupendos y dan ganas de verles en más funciones, eso que es casi imposible aquí. Teatro del bueno también por la dirección de Denis Rafter. En manos de alguien sin fuerza e instinto dramatúrgicos, la solución escénica sería la de una comedia costumbrista, como tantas. Sin embargo, aquí todo es teatro de altura. Denis Rafter ha creado una coreografía brillante. Los actores se mueven como si estuviesen ejecutando un baile, ya que no hay otros elementos que el espacio vacío de la escena circular. Juegan con lo que no hay, hacen lo que no se ve, ponen de manifiesto la importancia del diálogo, la trascendencia de la palabra, la necesidad de decidir, de decir. Salimos ayer con la satisfacción de haber visto uno de los mejores espectáculos de la temporada. Ah, y como no he sabido cómo traerla al texto de este apunte, mencionaré ahora, al final, como postre, la tarta de queso que H hace para la cena, y que es como una tentación concluyente. La tarta de qué soy, si se me permite el calambur.
sábado, febrero 19, 2011
Violencia roja y azul
El lunes, día 21, se presentará en Cáceres, en el Centro de Profesores y Recursos (C/ Gómez Becerra, 6), a las 20:15 horas, el libro coordinado por el historiador Francisco Espinosa Violencia roja y azul. España 1936-1950 (Barcelona, Editorial Crítica, 2010). Está conformado por los trabajos del propio Francisco Espinosa, que abre el volumen con “La represión franquista: un combate por la historia y la memoria”; de José Mª García Márquez (“El triunfo del golpe militar: el terror de la zona ocupada”), de Pablo Gil Vico (“Derecho y ficción: la represión judicial militar”) y de José Luis Ledesma (“Una retaguardia al rojo. Las violencias de la zona republicana"). En palabras de mi hermano José María en la presentación en Mérida el pasado diciembre, este libro ofrece "el más acabado estado de la cuestión sobre la investigación historiográfica acerca de la represión, región por región […] Renueva los datos sobre la represión en ambos bandos, actualizando las cifras e incorporando las últimas investigaciones […] Incorpora una nueva y magnífica muestra de la riqueza de los fondos del Archivo del Tribunal Militar Segundo de Sevilla […] Ofrece una de las primeras aproximaciones rigurosas, no escritas por un ultraderechista, de la llamada violencia roja."
En el acto del lunes intervendrán Mónica Lanero Táboas, profesora de Enseñanza Secundaria y miembro de la Junta Directiva del Grupo de Estudios de Historia Contemporánea de Extremadura (GEHCEx), que organiza la presentación, José María García Márquez, investigador y autor de uno de los capítulos del libro y Francisco Espinosa, coordinador de la obra.
En el acto del lunes intervendrán Mónica Lanero Táboas, profesora de Enseñanza Secundaria y miembro de la Junta Directiva del Grupo de Estudios de Historia Contemporánea de Extremadura (GEHCEx), que organiza la presentación, José María García Márquez, investigador y autor de uno de los capítulos del libro y Francisco Espinosa, coordinador de la obra.
viernes, febrero 18, 2011
Premios literarios de Mérida
Convocados los premios de Poesía "Ciudad de Mérida" y de Novela "Juan Pablo Forner", promovidos por el Ayuntamiento de Mérida y su Biblioteca "Juan Pablo Forner".
jueves, febrero 17, 2011
Basilio Sánchez en La Estación Azul
© Foto de Lorenzo Cordero
La píldora poética de Javier Lostalé en el programa de RNE La estación azul del pasado sábado 5 de febrero se fijó en Los bosques de la mirada de Basilio Sánchez. El corte está en el minuto 33:20, aproximadamente.miércoles, febrero 16, 2011
Olvido García Valdés, su mundo y su jardín
Escribo estas líneas mientras escucho la voz serena de Olvido García Valdés leyendo poemas en la lectura que hizo en la Sala Valle-Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid el 28 de mayo de 2009. Está grabada en el disco que se adjunta en este libro, Olvido García Valdés. El mundo es un jardín, que incluye una presentación de Juan Barja que con Olvido piensa en lo mineral, un epílogo de Jordi Doce, con el que estoy en que puede que ninguna otra expresión se ajuste mejor a la naturaleza de la obra de Olvido García Valdés que aquel título de Del ojo al hueso (Ave del Paraíso, 2001), y una entrevista con Olvido de Esther Ramón, que ya se publicó en la revista del Círculo, en Minerva, en 2010.
El título de El mundo es un jardín para sus últimas lecturas lo explica Olvido en la entrevista recordando las palabras de Así hablaba Zaratustra de Nietzsche, cuando los animales le dicen que salga de la cueva y que el mundo le espera como un jardín. Tiene un sentido un poco contradictorio, dice Olvido, "partiendo de lo que hay: la desdicha, la enfermedad, la rutina y el sufrimiento, la pobreza, el frío, todas las cosas negativas que podamos pensar de la vida humana, y más en el mundo contemporáneo, especialmente duro y difícil, teniendo todo esto presente, decir, a pesar de todo: el mundo es un jardín, yuxtaponiendo esa hermosura, y la capacidad de generar que tiene esa imagen, a todo lo otro." (pág. 71)
Olvido García Valdés leerá sus poemas mañana en el Aula Literaria Carolina Coronado de Almendralejo a las 20:00 horas, en el Centro Cívico.
El título de El mundo es un jardín para sus últimas lecturas lo explica Olvido en la entrevista recordando las palabras de Así hablaba Zaratustra de Nietzsche, cuando los animales le dicen que salga de la cueva y que el mundo le espera como un jardín. Tiene un sentido un poco contradictorio, dice Olvido, "partiendo de lo que hay: la desdicha, la enfermedad, la rutina y el sufrimiento, la pobreza, el frío, todas las cosas negativas que podamos pensar de la vida humana, y más en el mundo contemporáneo, especialmente duro y difícil, teniendo todo esto presente, decir, a pesar de todo: el mundo es un jardín, yuxtaponiendo esa hermosura, y la capacidad de generar que tiene esa imagen, a todo lo otro." (pág. 71)
Olvido García Valdés leerá sus poemas mañana en el Aula Literaria Carolina Coronado de Almendralejo a las 20:00 horas, en el Centro Cívico.
martes, febrero 15, 2011
Agustín Fernández Mallo en el Aula José María Valverde
El autor de Nocilla Dream, Nocilla Experience y Nocilla Lab, Agustín Fernández Mallo (La Coruña, 1967), intervendrá mañana en el Aula “José María Valverde”, a las 20:00 horas en el Palacio de la Isla. Al día siguiente, jueves, a las 12:30, tendrá el encuentro con los estudiantes de Secundaria en el I.E.S. “Hernández Pacheco” de Cáceres. Seguro que los físicos del instituto estarán interesados en que el autor lea y comente el Haiku de la masa en reposo:
E2=m2c4+p2c2,
si p=0 (masa en reposo) [flecha]
E=mc2.
[Léanse los números como exponentes]
E2=m2c4+p2c2,
si p=0 (masa en reposo) [flecha]
E=mc2.
[Léanse los números como exponentes]
lunes, febrero 14, 2011
Más sobre la nómina de Barcarrota
Ayer en el periódico El Mundo, en el número 437 de su suplemento Crónica (págs. 10-11) se publicó a doble página un reportaje firmado por Jaime Lázaro y A. Blázquez sobre “El misterio del sello del judeoconverso”. Pocas veces en un trabajo periodístico se acumulan tantos errores, inexactitudes, erratas y maledicencias, que campean prácticamente por todas las columnas y casi por todos los párrafos. Errores en la transcripción de títulos, erratas, supuestos fundamentos de noticia basados en comentarios de calleja... Hasta en un pie de foto se dice que la nómina “fue acuñada”, y más adelante que es “un sello con el que imprimir el siguiente texto […]”, que es un “símbolo para la comunidad hebraica” (?) o que es un “singular documento cabalístico” (?). El manuscrito de la obra de Vignali La Cazzaria se identifica como “un viejo y doblado documento sin igual”, y, ya puestos a señalar curiosidades, se relata una escena protagonizada por Toni Saavedra, la propietaria de la casa en la que se halló el valiosísimo alijo, en la que ésta estaba “abanicándose airadamente”. Parece que el rigor y la seriedad en este caso no importan; sin duda porque el interés está en otro punto, en “el alto cargo del PSOE” que se cita en esto, o en manchar el nombre y la labor, como ya dije a propósito de la aportación a este asunto del diario Hoy el pasado viernes, de Fernando T. Pérez González, a quien se llama en el texto de El Mundo “Fernando Torres”, en un lapsus futbolístico enternecedor, y a quien se hace responsable de que el libro de Fernando Serrano Mangas, El secreto de los Peñaranda —se referirán a la primera edición— hubiese de ser publicado fuera de Extremadura. Qué cosas.
viernes, febrero 11, 2011
La nómina de Barcarrota
Ni cuando el 11-M. No tengo delante la portada que dedicó el diario HOY a los atentados de Atocha de 2004, por eso se me disculpará la hipérbole. También desconozco si en HOY se aplican unos criterios ya establecidos para abrir portada con una noticia a cinco columnas. Lo cierto es que hoy Gabriel, mi quiosquero, me ha dado el titular de portada Desaparece la pieza que simboliza la biblioteca secreta de Barcarrota, y me ha espantado. He leído en el interior —página 38, entera— que Desaparece el símbolo de la biblioteca que se halló emparedada en Barcarrota. Me he dicho: "No podemos ser más catetos". ¿El símbolo? ¿De qué? ¿Esa nómina es el símbolo de un tesoro como el de Barcarrota? ¿O es que a alguien con buen criterio se le ocurrió utilizarlo como logo de la Editora Regional de Extremadura, y como un elemento gráfico representativo de lo de Barcarrota? ¿Esa decisión da más valor al amuleto circular? Tengo delante, ésta sí, la portada del diario HOY del jueves 28 de diciembre de 1995, cuando se dio la noticia del hallazgo de este valiosísimo lote librario que contenía un ejemplar único de una desconocida edición del Lazarillo de Tormes. Invito al lector a comparar el tratamiento periodístico que se dio a aquello y lo que hoy se ha publicado a cinco columnas. Y todo por un papel manuscrito con un gran valor histórico, con relativo valor exento, como pieza material, y que no puede desvincularse del contexto en el que se halló, el alijo de los diez impresos y un manuscrito que conforman la conocida con buen nombre como Biblioteca de Barcarrota. Seguro que hasta en la redacción del periódico desconocen por qué se abre con una noticia así. Yo supongo, dado el interés mediático que la nómina tiene, que alguien quiere hacer daño. Y hablando de hacer daño, no puedo comprender cómo se puede airear el nombre de Fernando T. Pérez González en una mala información como ésta si no es para destacar que fue la figura principal para que la Biblioteca de Barcarrota se adquiriese, se preservase y se editase, como se ha venido haciendo desde 1996 en primorosas ediciones facsimilares bajo el sello de la Editora Regional de Extremadura. Lo de hacer más daño —pues éste está hecho— tendrá que quedar para otra ocasión y con otros mimbres, porque mientras escribo estas líneas me llega la noticia de que el amuleto de Fernão Brandão ha aparecido. Qué cosas.
jueves, febrero 10, 2011
martes, febrero 08, 2011
Díez-Canedo y Portugal
El original de este librito que ha reeditado en facsímil la Editora Regional de Extremadura lo tuve en mis manos el pasado julio en la biblioteca de Teixeira de Pascoaes, que visitamos. Me habría gustado conocerlo así cuando redacté unas notas sobre Enrique Díez-Canedo y la poesía extranjera para la revista Cauce a finales del siglo pasado. Es un volumen de 176 páginas de 11 x 8 cms., publicado por primera vez en París en la Editorial Excelsior, en una edición sin fecha, pero quizá coetánea a aquellas versiones poéticas de Imágenes que aparecieron también en París probablemente en 1910. Es decir, es Pequeña antología de poetas portugueses, como la tituló el gran crítico extremeño, por sus dimensiones y por su limitación en páginas, que le llevó a una estricta selección de autores, entre los que están Antero de Quental, Eugenio de Castro, Lopes Vieira, Teixeira de Pascoaes o Gomes Leal; pero es grande por ser, como dice Antonio Sáez Delgado en su ilustrativo y bien documentado estudio "Enrique Díez-Canedo y la literatura portuguesa" que acompaña en folleto a la edición estuchada, "un punto de inflexión más que significativo en la recepción de la poesía portuguesa, no sólo por ser la primera antología 'de época' de la lírica lusa publicada en la España modernista, sino, también, por el propio valor que le concedía el nombre del antólogo y traductor en el contexto del sistema literario nacional." (pág. 48). El pasado 6 de febrero, el diario luso Público, uno de los medios de prensa más leídos e influyentes de Portugal, seleccionó esta edición entre sus libros recomendados de la semana en una nota redactada por Lucinda Canelas bajo el título de "O amigo espanhol".
lunes, febrero 07, 2011
Luna y ciencia nocturna
Ando escribiendo sobre pájaros. Un artículo sobre el motivo del pájaro cautivo en la poesía del siglo XVIII. Sobre mi mesa, el libro de Salvador Novo Las aves en la poesía castellana, que reeditó el Fondo de Cultura Económica en 2004 con motivo del setenta aniversario de la editorial; también están por aquí las Variaciones sobre el pájaro y la red de José Ángel Valente, y el Retablo de pájaros literarios y morales de José María Gª-Casillas (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2004). No es que estén directamente relacionados con el objeto último de mi ensayo, pero es formativa bibliografía complementaria. Vamos, que acompaña. Y ahora se posa sobre la mesa, en una coincidencia muy grata, el nuevo libro de poemas de Santos Domínguez, Luna y ciencia nocturna (Barcelona, Icaria editorial, 2010), que fue Premio Alegría el pasado año, como ya recordé. Y es que el libro de Santos va de pájaros poéticos, más o menos reales, como los de "Flamencos en Los Caños", el poema que cierra la primera sección del libro; o más o menos simbólicos, como los que vuelan a lo largo de toda la obra, presentes en casi todos los poemas. Pájaros, poetas, ángeles, alas, poetas, pájaros. La cita del escritor turco Enis Batur que encabeza el libro desvela la procedencia del título: "La poesía es luna y ciencia nocturna". Son palabras del autor del recomendable por agradable librito Las bibliotecas de Dédalo (Madrid, Errata naturae, 2009) en el que puede encontrarse algo muy aplicable a la obra de Santos Domínguez: "Soy un lector —dice más o menos Pascal Quignard—, son mis lecturas las que determinan lo que escribo". Porque es otro libro de Santos lleno de literatura vivida (leída), y lleno, como otros, de otros modos artísticos, como la pintura o la música, en la sección segunda y central. Por eso, la poesía de Santos Domínguez puede resultar tan ilustrativa para enseñar literatura. Es opaca sentimentalmente; pero diáfana culturalmente. Puede seguirse su rastro en el inmenso árbol de la cultura, por lo que enriquece a quien se aventure en su pesquisa tras la primera lectura. Parece que el poeta oculta, que los poemas se enfoscan en las muchas referencias literarias y culturales; pero no. Hay una voluntad contenida de incitar al lector a indagar en la lectura. Por eso los títulos de los textos, por eso los lemas que encabezan sin excepción todos los poemas y las secciones —una constante en la poesía de Santos Domínguez—, y por eso el reguero de referencias implícitas en los poemas a las obras de otros poetas, a la estela del vuelo de otros pájaros. No puedo detenerme en la cantidad de títulos, de versos, de homenajes, que encuentro en estos poemas de Luna y ciencia nocturna, como si fuese transcendida sopa de letras. Cuando sea, resultará un ejercicio didáctico y edificante.
sábado, febrero 05, 2011
El discurso del rey
Ayer fuimos a ver El discurso del rey, la película de Tom Hooper, que está nominada a una docena de óscares. Está bien. Es un notable ejemplo de cómo hay que manejar los recursos del lenguaje cinematográfico para generar placer y emoción. Por la interpretación, por los diálogos, por la excelente selección musical puestos al servicio de una escuálida línea argumental con fondo histórico, que siempre viste mucho. En las primeras butacas de la fila de atrás, el pesado —no mi colega Antonio, más centrado— que preguntaba cada dos por tres "¿Qué ha dicho?" y que completaba las frases de los actores; y el ruidoso que escarbaba en el cartón de palomitas y terminaba, inmiserisorbe, el refresco. Por cierto, he refrescado la crítica que publicó Javier Ocaña en El País el día de Nochebuena en la que llevaba al título de la misma su gran pega a la película de Hooper: la abusiva utilización del gran angular fotográfico. Y es que es intolerable, vamos, lo del gran angular. Ayer a la salida lo del público fue un clamor: "¿A quién se le ocurre?", decían unos. "¡Qué abuso del gran angular!", decían otros. "Lástima. Con lo bien que iba...". "Anda que lo del gran angular...". Ay.
martes, febrero 01, 2011
El hambre en el cine (Versión subtitulada)
Recomiendo la lectura del editorial del último número de la revista Versión Original dedicado al hambre en el cine. Lo escribe su redactor jefe, Enrique Pérez Romero, y lo titula "Más vergüenza" porque ya dedicó otro titulado "Vergüenza" al tema de la pobreza que ocupó el número de enero de 2009. Y porque, como dice, "el mundo de hoy es algo diferente a como era hace casi dos años […] El hambre de los demás nos importa hoy aún menos." Como no está el horno para bollos, y Enrique lo sabe, no evita más protesta y la prolonga en su artículo correspondiente en este mismo número, que titula "Avaricia", como la película de Erich von Stroheim Avaricia (1924): "El hambre aparece así, como no puede ser de otro modo, indisolublemente ligada a la codicia, como dos caras de una misma moneda. ¿Qué otra explicación plausible existe, si no, a que unos cuantos millones de seres humanos no puedan sobrevivir a causa de la carencia de alimentos, mientras que otros agotan los recursos de los estados en medicinas y tratamientos de salud debidos a la obesidad?". Y sigue. Quizá por esto las páginas de este número en las que se escribe sobre películas como Las Hurdes. Tierra sin pan, en el artículo de Andrés Zaplana Marín, o como la iraní Buda explotó por vergüenza, en el texto de Iria Barcia, son las más necesarias en tiempos como estos; y quizá por lo mismo me parezcan de una sublimación algo evasiva —y siempre cinéfila— las dedicadas al hambre zombi de La noche de los muertos vivientes por Eduardo Villanueva Parra o al canibalismo de Ravenous por Lorenzo Ayuso. En fin, todas son legítimas lecturas del hambre hechas por estómagos complacidos. Como el mío.