miércoles, febrero 16, 2011

Olvido García Valdés, su mundo y su jardín

Escribo estas líneas mientras escucho la voz serena de Olvido García Valdés leyendo poemas en la lectura que hizo en la Sala Valle-Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid el 28 de mayo de 2009. Está grabada en el disco que se adjunta en este libro, Olvido García Valdés. El mundo es un jardín, que incluye una presentación de Juan Barja que con Olvido piensa en lo mineral, un epílogo de Jordi Doce, con el que estoy en que puede que ninguna otra expresión se ajuste mejor a la naturaleza de la obra de Olvido García Valdés que aquel título de Del ojo al hueso (Ave del Paraíso, 2001), y una entrevista con Olvido de Esther Ramón, que ya se publicó en la revista del Círculo, en Minerva, en 2010.
El título de El mundo es un jardín para sus últimas lecturas lo explica Olvido en la entrevista recordando las palabras de Así hablaba Zaratustra de Nietzsche, cuando los animales le dicen que salga de la cueva y que el mundo le espera como un jardín. Tiene un sentido un poco contradictorio, dice Olvido, "partiendo de lo que hay: la desdicha, la enfermedad, la rutina y el sufrimiento, la pobreza, el frío, todas las cosas negativas que podamos pensar de la vida humana, y más en el mundo contemporáneo, especialmente duro y difícil, teniendo todo esto presente, decir, a pesar de todo: el mundo es un jardín, yuxtaponiendo esa hermosura, y la capacidad de generar que tiene esa imagen, a todo lo otro." (pág. 71)
Olvido García Valdés leerá sus poemas mañana en el Aula Literaria Carolina Coronado de Almendralejo a las 20:00 horas, en el Centro Cívico.

3 comentarios:

  1. Gracias por el guiño, querido Miguel Ángel. Fue un libro hecho con mucho cariño. Pasadlo bien. Un abrazo, J12

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  2. Estimado M.Ángel:
    No sabría decir por qué pero he acabado en este blog. No hay más explicación que el puro azar.
    O la nostalgia, no lo sabría decir. Pero echando un ojo me ha sorprendido positivamente ver tu blog convertido en algo más personal y menos "académico".
    Soy un ex-alumno tuyo, quizá el nombre ya no te diga nada, pero sigo siendo Manuel, por si acaso te sigo sonando.
    Tuve la suerte de encontrar trabajo de profesor en Madrid y no hay día que vaya desde el Prado hasta la Gran Vía que no recuerde el viaje que hicimos aquí en 5º, mi foto con la estatua de Valle, la Biblioteca Nacional, el Cervantes. No hay día que me sienta como uno de esos escritores que dejaban su mundo enmarcado en una vida rural para vivir la bohemia de una gran ciudad. Me hice socio del Círculo de Bellas Artes y siempre que puedo (y me dejan) subo a la terraza a pasar horas muertas. O cometo barbaridades como dejarme gran parte de mi sueldecillo en ver obras de teatro de manera compulsiva (La Celestina, la Casa de Bernarda Alba, el musical de Los Miserables (una y otra vez)).
    Y por si fuera poco no hay día que hable de literatura del XIX que no me pare y piense: ¿hablo yo o habla "el Lama"?.
    Espero que todo siga funcionando en Cáceres y espero poder ir a hacer alguna visita. Espero que estés disfrutando de estos ultimos años de plan antiguo en tus asignaturas y te invito a que de vez en cuando pases por mi blog.
    Un Saludo
    MGR

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  3. Claro, querido Manuel, cómo no recordarte. Me alegro de que las cosas vayan razonablemente bien, y con esas actividades. ¿Recuerdas tú aquella clase sobre LA DESHEREDADA de Galdós? Te pongo siempre como ejemplo al evocar aquella lectura del episodio de Canencia en el capítulo primero, y tu expresión sobre lo de don Benito: "¡Qué bueno!" Pero dicho como el que escucha una canción para descubrirse o ve un golazo en un campo de fútbol. Quizá no lo recuerdes, pero para este profesor fue importante. Por eso me alegro de leerte. Por cierto, y por seguir alimentando vocaciones, ¿te importa copiar también tu comentario en mi otro blog de clases?: eltrabajogustoso.blogspot.com
    Gracias, Manuel, un fuerte abrazo.

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