viernes, febrero 11, 2011
La nómina de Barcarrota
Ni cuando el 11-M. No tengo delante la portada que dedicó el diario HOY a los atentados de Atocha de 2004, por eso se me disculpará la hipérbole. También desconozco si en HOY se aplican unos criterios ya establecidos para abrir portada con una noticia a cinco columnas. Lo cierto es que hoy Gabriel, mi quiosquero, me ha dado el titular de portada Desaparece la pieza que simboliza la biblioteca secreta de Barcarrota, y me ha espantado. He leído en el interior —página 38, entera— que Desaparece el símbolo de la biblioteca que se halló emparedada en Barcarrota. Me he dicho: "No podemos ser más catetos". ¿El símbolo? ¿De qué? ¿Esa nómina es el símbolo de un tesoro como el de Barcarrota? ¿O es que a alguien con buen criterio se le ocurrió utilizarlo como logo de la Editora Regional de Extremadura, y como un elemento gráfico representativo de lo de Barcarrota? ¿Esa decisión da más valor al amuleto circular? Tengo delante, ésta sí, la portada del diario HOY del jueves 28 de diciembre de 1995, cuando se dio la noticia del hallazgo de este valiosísimo lote librario que contenía un ejemplar único de una desconocida edición del Lazarillo de Tormes. Invito al lector a comparar el tratamiento periodístico que se dio a aquello y lo que hoy se ha publicado a cinco columnas. Y todo por un papel manuscrito con un gran valor histórico, con relativo valor exento, como pieza material, y que no puede desvincularse del contexto en el que se halló, el alijo de los diez impresos y un manuscrito que conforman la conocida con buen nombre como Biblioteca de Barcarrota. Seguro que hasta en la redacción del periódico desconocen por qué se abre con una noticia así. Yo supongo, dado el interés mediático que la nómina tiene, que alguien quiere hacer daño. Y hablando de hacer daño, no puedo comprender cómo se puede airear el nombre de Fernando T. Pérez González en una mala información como ésta si no es para destacar que fue la figura principal para que la Biblioteca de Barcarrota se adquiriese, se preservase y se editase, como se ha venido haciendo desde 1996 en primorosas ediciones facsimilares bajo el sello de la Editora Regional de Extremadura. Lo de hacer más daño —pues éste está hecho— tendrá que quedar para otra ocasión y con otros mimbres, porque mientras escribo estas líneas me llega la noticia de que el amuleto de Fernão Brandão ha aparecido. Qué cosas.
Y el sentido común, y la responsabilidad, y la eficacia... ¿alguien puede denunciar a cinco columnas su transitoria -y excesiva- desaparición para ver si en cinco horas alguien las rescata, tal vez de su marginación en una caja fuerte, sobre todo para la clase política?
ResponderEliminarPues yo creo que si no se publica la noticia, la nómina seguiría desaparecida. Así no se cuida el patrimonio; y cambiar el documento por un recibo es muy poco profesional. Por no hablar del tiempo transcurrido. Las autoridades deberían dar muy cumplida cuenta de lo sucedido, para aclarar el sainete. Una vez más nos empeñanos en parecer catetos. Creo.
ResponderEliminar¿Me podria alguien decir de que material está hecho la nómina y que dimensiones tiene? gracias
ResponderEliminarLa nómina, obviamente, es de papel y mide 11 cms. de diámetro. Es manuscrita, en anverso y reverso.
ResponderEliminarEn el anverso, una estrella de David y el nombre TETRAGRÁMMATON, alusión críptica al nombre de Dios en hebreo. En los anillos siguientes figuran invocaciones al triságion, un pasaje de la carta de Jesús a Ábgaro de Edesa (Eusebio de Cesarea, Hist. Ecles. I 13, 10) y una dedicatoria a Fernão Brandão. En el reverso, un texto en italiano dispuesto en tres círculos concéntricos.
Texto:
Anverso: La dedicatoria dice: FERNAOM BRAMDAOM + PORTUGES + D’EV[O]RA + SIGNOR + DE SAOM M[ANÇ]OS + INGENIORUM + CACUMEN +
Reverso:
A qui ben si vogliano, non è [c]osa lontana et dificile.
E ancora che la tua patria sia lontano de la mia, non chè tu ti ricordi di me, perchè io sempre mi ricordero di te.
E Dio te dia tanto bona ventura come io desidero, e altro non ti prego. Fu fata a di XXIII d’aprili l’anno 1551 in Roma.
Lo más aterrador es que El Mundo dedique dos páginas a este asunto. Más valiera que se preocupara la prensa de airear la diaria pérdida de archivos por malas gestiones o desdén, por falta de presupuestos, porque una tubería de aguas fecales pasa sobre manuscritos y se rompe y se silencia. Protocolos notariales en sótanos imposibles, archivos municipales que yacen entre polvo y abandono, falta de presupuestos para restaurar legajos que se deshacen entre las manos... Eso sí es la memoria de un patrimonio que se pierde y que nadie denuncia. ¡Cuánta ignorancia!
ResponderEliminarA mí me lo dijeron, mis compañeros: "Ha desaparecido...". Leí la noticia, me descojoné, lo del nombre de Fernando también me pareció de mal gusto (porque ya no está) y no dije nada.
ResponderEliminarLo que no sé es a qué vino todo eso.
Efectivamente, una vez mas se demuestra que gracias a la prensa "el personal" se mueve, ¡vaya que si se mueve!
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