Ayer viernes recogí en la Facultad dos sobres que no abrí hasta llegar a casa. Uno venía de Valladolid, de la calle Melendro, donde tiene su sede la Editorial Deméter, que desde 2022 nos está ofreciendo en su catálogo destacados ejemplos de literatura tenebrista y fúnebre, sobre todo, del siglo XIX. El otro sobre, sin remite, venía de la Editorial Candaya. Aunque presumo que debo el envío a la generosidad de Álex Chico, autor del libro que venía dentro, traía una amable carta personalizada pero sin fecha de Olga Martínez Dasi con una presentación de Geografía escrita. Viajes reales por lugares imaginarios, del escritor placentino afincado en Cataluña que tanto ha escrito sobre los lugares. Los textos que componen el volumen fueron publicados, en su mayoría —hay dos inéditos— en revistas como Quimera, Revista de Letras o Clarín, entre otras. Además, la edición tiene el interés añadido de que va precedida de un prólogo de Álvaro Valverde, «El viaje interminable», que conoce bien a Chico desde sus primeros pasos literarios y que tanto y tan bien ha pensado en el lugar como motivo literario —véase el acertado título de Meditaciones del lugar que dio José Muñoz Millanes a la antología poética de Valverde que publicó Pre-Textos el pasado año 2024. Tengo ganas de recorrer todos estos espacios escritos como crónicas, como apuntaciones de diario y como reflexiones ensayísticas de la mano de Álex Chico. Por su parte, Montse Ruiz, responsable de Editorial Deméter y que incluye en su envío un ensayo titulado Bécquer, ¿espiritista? (Editorial Deméter, 2024), con el que espero ponerme muy pronto—, me envía mi ejemplar —contribuí a su campaña de suscripción— de Los que vuelven (Editorial Deméter, 2025): una antología, ilustrada por la artista vallisoletana Lucía Vázquez de Prada, de relatos mortuorios breves de autores decimonónicos como Pedro Escamilla, Emilia Pardo Bazán —se recogen dos de ella, «Mi suicidio» y «La resucitada»—, Enrique Fernández Iturralde, Guillermo Forteza, o Carmen de Burgos, con un cuento, «La mujer fría», publicado en 1922; y que se cierra con un apéndice de textos aparecidos en la prensa desde1789 hasta 1866 sobre la preocupación de enterrar cuerpos aún vivos. Las últimas líneas de esta «antología oscura» van por ahí: «Si hay un sentimiento que deba igualar al respeto a la muerte es el del respeto a la vida» (pág. 149).
sábado, septiembre 13, 2025
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