domingo, octubre 28, 2012

Liberales extremeños


Sentí no estar el pasado jueves en la presentación en Badajoz de este libro, importante. La misma tarde que se presentó yo presentaba en Cádiz a don Alberto Gil Novales en su plenaria —"Ilustración, pensamiento utópico y Constitución"— en el Congreso de la SEESXVIII. Fue otra buena manera de estar —precisamente en Cádiz— con el espíritu del acto de Badajoz, en el que intervino Isabel Burdiel, Premio Nacional de Historia 2011, y al que acudieron algunos de los autores de este libro coordinado por mi hermano José Mª. Me consta que su labor de coordinación ha ido mucho más allá de la de recopilar los artículos biográficos del volumen escritos por veintiséis autores y unificar criterios de edición. Mucho más allá. Ha participado, además, con la redacción de las biografías de Marcelino Calero Portocarrero y Francisco Rodríguez de Ledesma, y la lectura de su "Introducción" al volumen, con sus dos cuadros sobre datos biográficos y sobre los principales cargos en la política nacional de los primeros liberales extremeños, es buena prueba de su labor. La Diputación de Badajoz y su Departamento de Publicaciones estarán muy orgullosos de contar en su catálogo bibliográfico con una obra así, modelo para que en otros lugares se haga algo parecido. Parecido porque no creo que otra comunidad autónoma actual cuente para aquel tiempo histórico con cuatro presidentes de gobierno, once ministros —en treinta y dos ocasiones—, cuatro presidentes de las Cortes, cinco presidentes del Congreso de los Diputados, un presidente del Senado, un presidente y cinco magistrados del Tribunal Supremo, tres embajadores y seis jefes políticos provinciales. En fin, para conocer —y bien— las biografías de aquellas veintisiete personalidades de trascendencia política e intelectual, y para comprender mejor una época crucial de nuestra historia contemporánea, aquí está este libro que merece más atención que la de esta breve nota.

 Los primeros liberales españoles. La aportación de Extremadura, 1810-1854 (Biografías). Ed. de José Mª Lama. Badajoz, Departamento de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz (Colección Historia, 51), 2012, 684 páginas.

lunes, octubre 22, 2012

Congreso de la SEESXVIII en Cádiz


Cuatro años después de la celebración en Oviedo y Gijón del último congreso —La época de Carlos IV— de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII, ésta convoca su quinta reunión internacional, en Cádiz, bajo el lema de Hacia 1812, desde el siglo ilustrado, con la contribución del Grupo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Cádiz. Comienza pasado mañana en el Cuartel de la Bomba y durará hasta el viernes día 26 al mediodía. La Fundación Banco Santander, la Sociedad El Arverjal, La Caixa y la propia Universidad de Cádiz han patrocinado este congreso internacional en el que se leerán más de setenta comunicaciones repartidas en una veintena de mesas. Las conferencias plenarias correrán a cargo de reconocidos especialistas como Françoise Étienvre ("Concepto e imagen del pueblo en la Ilustración española"), Jesusa Vega ("La caricatura política, la guerra y la imagen de España"), David T. Gies ("La Pepa se va al teatro"), Alberto Gil Novales ("Ilustración, pensamiento utópico y Constitución") y Alberto González Troyano ("Cádiz, ciudad de destino"). Como se hizo en el anterior congreso con la figura de Francisco Aguilar Piñal, en éste será justamente homenajeado otro dieciochista insigne, el catedrático emérito de Historia Moderna, Antonio Mestre Sanchís, el gran estudioso de Gregorio Mayans a quien debemos el monumental empeño de publicación de sus Obras completas y numerosas contribuciones sobre el polígrafo, y sobre aspectos varios recogidos en libros fundamentales como Despotismo e Ilustración en España (Barcelona, Ariel, 1976), Humanistas, políticos e ilustrados (Universidad de Alicante, 2002) o Los ilustrados, el origen de la imprenta y el catálogo de incunables españoles (Generalitat Valenciana, 2007), entre otros muchos. Será una buena ocasión para escuchar a colegas, intercambiar inquietudes dieciochistas, hablar lo menos posible de la crisis y de la decadencia universitaria, y reencontrarse con amigos en cualquier rincón nutricio de los muchos de esa preciosa ciudad de Cádiz. 

domingo, octubre 21, 2012

Un soneto de Zambrano para Agustín Villar


  SONETO DEL SILENCIO


       
        A la memoria de Agustín Villar



Hoy es la sombra la que apunta el día,
la luz de octubre pasa por mi lado
dejando por mis ojos el airado
limo que fue dejando tu agonía.

Cabe no más la luz de mediodía
abrazada al enojo granizado,
y al precio que te deja lo marcado
cuando la vida es corta y se desvía

a un silencio sin fin y sin desierto.
Toca vivir el aire y, aún despierto,
saber de la tristeza casi hambrienta

que poco a poco tu calor desnuda.
Hoy es todo un final, todo es la muda
respuesta más informe y más sedienta.


José Antonio Zambrano

viernes, octubre 19, 2012

Agustín Villar


© S. García. El Periódico Extremadura (junio 2010)
Anoche murió Agustín Villar Ledesma (1944). Salmantino de nacimiento, llevaba treinta y tantos años en Cáceres, ciudad a la que llegó como funcionario del cuerpo  de Inspección de Trabajo y en la que, desde 1979 hasta 1997, con gobiernos de vario signo, fue Director Provincial de Trabajo. Para mí, como para muchos de mis amigos, Agustín Villar fue un escritor relevante en los años ochenta, autor de un libro extraordinario, singular en aquel tiempo, Seducción de la bruma (1982), también modelo de gusto editorial en una época aún marcada por las carencias en Extremadura. Su nombre, por aquellos años, prestigió premios como el "Antonio García Oriozabala" de la Asociación de la Prensa de Badajoz o el "Constitución" de narrativa, por mencionar los de la región; pues también obtuvo el Premio Internacional de Relatos Miguel de Unamuno en 1991. Brillante y avisado autor de libros poéticos, sugerente narrador que fue de los primeros en adentrarse en el microrrelato en aquellos tiempos, Agustín Villar terminó encontrando en el aforismo, en la verbalización sucinta y espasmódica de su pensamiento, conscientemente rebelde hacia las convenciones de género (literario), una voz que también abrió —con menos eco ya, injustamente— nuevos cauces en la literatura de autores extremeños; y él lo era. A su sombrío estado de ánimo creativo en los últimos años se asomó, en enero de este 2012, la enfermedad, el cáncer que se lo ha llevado. Un sábado de la primavera del último marzo, mientras paseábamos por las inmediaciones de su casa, me mostró su desapego por lo literario en una hora tan grave, su distanciamiento de la escritura. Solo leía, y poco; veía películas. "Es preciso aprender a esperar", parecía que nos decíamos, en sentidos distintos, aquella tarde durante nuestros silencios, mientras él —seguro— pensaba en aquello de "las aspiraciones de un condenado" que escribió en Razón de mudo (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2008), el libro fundamental de su última época que tomó como subtítulo ese "Es preciso aprender a esperar". Luego hablamos por teléfono; y solo, ya finalmente, con Lola, su mujer, que hablaba de sus temores. Hace demasiado tiempo, hasta hoy. Me acuerdo mucho de él, de Pilar, de sus hijas, de su palabra. "El amor a la escritura puede servir para otorgar unidad y coherencia a nuestros actos", escribió. Cáceres debería rendirle un homenaje civil, literario. Lo merece.

jueves, octubre 18, 2012

En la Nacional


Llevo aquí, en la Biblioteca Nacional, unas cuantas horas, disfrutando de este oasis en el que los que venimos de fuera de Madrid trabajamos con la hora pegada al lápiz —en la sección de Raros— o al ordenador —en toda sección ya. Cuando todo sale bien, cuando uno encuentra todo lo que buscaba y más —siempre más aquí—, siente uno tanta satisfacción que se marcha con pena de dejar este lugar, que, a pesar de tan benéficos adelantos —bendita Hemeroteca Digital; bendita Biblioteca Digital Hispánica; en fin, bendito Catálogo; benditos todos y cada uno de los santos de Google Libros—, todavía sigue siendo ineludible abrevadero de último recurso. He recordado el pasado Día de Reyes y la carta de Juan Mª Marín, que aquí enlazo con gusto. Como con gusto, hoy, entre estos muros, vuelvo a confirmar la diligencia y el buen trato de unos funcionarios que hacen aún más agradable este trabajo gustoso.

miércoles, octubre 17, 2012

Para Elena Diego


Mañana, jueves 18, se presenta, a las 19:30 horas, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, el séptimo volumen de la colección "Cuaderno adrede" de la Fundación Gerardo Diego: Para Elena Diego (Edición y coordinación de Francisco Javier Díez de Revenga. Santander, Fundación Gerardo Diego, Cuaderno adrede, 7, 2012). Lo recibí la pasada primavera como un secreto bien guardado gracias a la atención, como siempre, de Pureza Canelo, que intervendrá en el acto de la Resi, junto al alcalde de Santander Íñigo de la Serna Hernaiz, y José Luis Bernal Salgado, Juan Manuel Díaz de Guereñu y Francisco Javier Díez de Revenga, tres amigos que, con Pureza, serán autorizada representación de los quince colaboradores que rinden homenaje a Elena Diego, y que son, además de los citados: José María Barrera López, Irma Emiliozzi, Rafael Inglada, Jacques Issorel, Gabriele Morelli, Rosa Navarro Durán, Julio Neira, Manuel Ramírez, Manuel J. Ramos Ortega, Ramón Sánchez Ochoa y José Teruel. Todos, de un modo u otro, beneficiarios —en orden alfabético— de la generosidad y el rigor de Elena Diego en la preservación y gestión de la obra de su padre. En "Me asomé al archivo de Gerardo Diego", el último texto —por el orden alfabético— de José Teruel, podemos leer una especie de colofón confirmativo de la evidencia que da sentido a este homenaje: "No voy a narrar mi relación con los distintos legatarios de la literatura española contemporánea, pues no aportaría nada: hay de todo. Pero sí necesito contar que en mi trato con el legado y la obra de Gerardo Diego ha sido fundamental la eficiente mediación de su hija mayor Elena Diego Marín: licenciada en Filología Románica, catedrática de Enseñanza Media, traductora de Voltaire y una de las mujeres más finas y discretas que he conocido (los que conocemos a Elena Diego sabemos que delicadeza y discreción son la cabeza visible de una sarta de cualidades que la acompañan con suma naturalidad, tales como bondad, inteligencia y capacidad de juicio: de saber distinguir el oro del oropel, lo vivo de lo pintado)." Palabras que, sin duda, suscriben todos estos estudiosos e investigadores que tan bien conocen ese jardín abierto para muchos que es el patrimonio literario de la Fundación Gerardo Diego y que coinciden, desde tantos puntos —Sevilla, Barcelona, Bérgamo, Cáceres, San Sebastián, Murcia, Buenos Aires, Málaga, Madrid, Cádiz, Santander, Perpiñán o Valencia— en esa rosa de los vientos que es hoy Elena Diego, la que abrió —y no es casualidad— esta colección de cuadernos adrede con un título como La amistad en el Grupo del 27. Finalmente, no quiero dejar de reparar en algo de importancia, en la presencia de Pureza Canelo; tras Elena, el nombre más evocado en esta amistosa concurrencia. 

La maleta de Isidro Timón


Mañana, jueves 18, a las 20:30 horas, se estrena en el Gran Teatro de Cáceres la obra de Isidro Timón La maleta, dirigida por Isidro Rodríguez Gallardo y montada por la Compañía 'Las 4 Esquinas' y los actores Francisco Blanco, José Lucía, Esteban G. Ballesteros, Beli Cienfuegos, Ana Trinidad, Pepa Gracia y María José Mangas. A esa hora estaré fuera de Cáceres, de vuelta; pero con el ánimo con mi amigo Isidro para el mejor de los estrenos. Ya habrá ocasión de verla. Ojalá. Ayer, hace pocas horas, nos escribió a los amigos y nos dijo cosas muy sustanciosas, que retratan a una persona como él: "Amigos, amigas… se acerca el día del estreno de La maleta, un texto que escribí en 2005, cuando todo el mundo tenía derecho a soñar con vacaciones, trabajo, casa, educación… Yo lo escribí pensando/revisando el pasado y sin poder imaginar que ahora, en la fecha del estreno, ya se cuantifican en un millón los españoles que se han tenido que marchar fuera de España para buscar un futuro mejor. La mayoría son jóvenes, personas con una excelente formación que se niegan a esperar a que el sol salga cada día y poco más. En fin, el texto plantea una situación que, desgraciadamente, vuelve a repetirse y eso no lo podía prever nadie. Pero que nadie se asuste, tanto el autor como el director saben que hay que entretener, sin renunciar al análisis de nuestra realidad, y que cada uno saque sus conclusiones después, por eso La maleta es una historia que nos cuenta desde la emoción. Dicen que el texto recorre caminos certeros hacia la sensibilidad del espectador, y dicen también que el suspense mantiene en alerta incluso a los más avezados practicantes de yoga. La maleta ha sido puesta en escena por la compañía emeritense "Las Cuatro Esquinas" y cuenta con un excelente reparto de seis actores (hay que ser valientes) y dirección de Isidro Rodríguez Gallardo. Para mi, el teatro está viviendo uno de los peores momentos de nuestra historia reciente, solamente las propuestas más comerciales pueden sobrevivir en un panorama en el que lo único que se valora es la rentabilidad económica. Creo, sinceramente, que hay otros muchos “números” que tener en cuenta, debe ser que he vivido tantos momentos irrepetibles sentado en una butaca, que sin ellos yo no sería yo, ni mi mundo sería mi mundo. Por ello tengo la sensación de que hay que apoyar todo lo que suene a teatro de verdad, para que la falta de público no se convierta en un argumento que lo elimine definitivamente. Hay un tipo de teatro que ayuda a que el mundo sea mejor, a que llenemos de contenido nuestro propio pensamiento, a que nos acerquemos a la esencia de las cosas… y ese teatro debe estar apoyado, subvencionado, respetado, como lo están, por ejemplo, las misas, a pesar de la enorme pérdida de feligreses que vienen sufriendo en las últimas décadas. Esto último ha sido una broma, con sustancia, pero broma." Mucha mierda.

martes, octubre 16, 2012

Planeta


"—Es muy sencillo —me dijo el director de La Verdad—. Lo único que tienes que hacer es asistir a la cena literaria y enviar una crónica a las once.
—Hay un pequeño problema —me permití objetar, inocente de mí— . El premio se falla a las doce y...
—¿Y qué?
—Pues que si se falla a las doce no podré pasar la información a las once porque a esa hora aún no se sabrá quién es el ganador. El jurado aún estará votando.
Jordi Gratacós se echó a reír.
—Venga, vete, que tengo mucho trabajo —se me quitó de encima—, y espabila que ya eres mayorcito."
No puedo evitarlo. Todos los años por estas fechas me acuerdo de la novela de Xavier Moret El impostor sentimental (Barcelona, Emecé Editores, 1997), de la que he copiado el principio de la secuencia 15 (pág. 109). Antes me hacía gracia; pero cada año que pasa me resulta más indignante —y patética— la impostura —comercial; eso le salva— del Premio Planeta a la que tanta gente se presta. Como en la novela de Moret, horas antes de que Carmen Posadas desvelase en directo, con la complicidad de los periodistas, los nombres verdaderos escondidos bajo los seudónimos presentados, ya sabíamos que Lorenzo Silva sería el ganador y Mara Torres la finalista. La red, ya llena de noticias sobre los nuevos planetas, aún tiene vestigios de tan extraordinaria profecía.

sábado, octubre 13, 2012

El Sol de Michel Seuphor


El pasado viernes 5 estuve en la cacereña Sala Croma en la primera parte —me consta que hubo una segunda con otro sabor— de la presentación de esta antología de la poesía de Michel Seuphor, anagrama de Orpheus, el poeta, crítico de arte y dibujante francés que nació en Amberes —de nombre Fernand Berckelaers— en 1901 y murió en París en 1999, un año después de que se difundiese en España por primera vez su poesía en una Breve antología bajo el título de Sol y traducida por Elisa Luengo Albuquerque (Madrid, Editorial Roela, 1998). Esta nueva antología, ahora bilingüe, muy ampliada y acompañada del estudio de su traductora Elisa Luengo Michel Seuphor. Un secreto muy bien guardado de la literatura francófona, que incluye la bibliografía comentada y un apéndice con textos y documentos de interés, la ha publicado el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura junto a la Communauté Française de Belgique, y su diseño ha estado al cuidado de Boni Sánchez, que ejerció de anfitrión la otra noche en la que un nutrido grupo de amigos y compañeros pudimos ilustrarnos con las explicaciones de Elisa e iluminarnos con los versos de Seuphor, leídos también por Colette Charbonnier y José Luis Bernal, que puso en suerte el libro. La que tuve yo hace más de tres años, gracias a la misma Elisa, de conocer aquella primera breve antología, de factura exquisita y de tirada reducida que incluyó una veintena de ejemplares con dibujos firmados por Seuphor. La comparación con este Sol más extendido y luminoso confirma, al menos, una cosa: el extraordinario trabajo de investigación, divulgación y traducción de Elisa Luengo Albuquerque, que tantos años lleva dialogando con el poeta. Si uno coteja algunos de los poemas incluidos en la antología de 1998 con las versiones que ahora se han publicado, confirmará la labor de reescritura a que ha sometido Elisa su lectura anterior de Seuphor, en exigencia contagiada de ese diálogo con su autor. Y es que esa honestidad y esa depuración, esa proclividad hacia la duda frente a la certeza, son rasgos del traducido que se aprecian en la traductora. Ésta sabe mostrar sin prejuicio de apasionamiento los valores del poeta, su esencialidad, su ética órfica, su creencia racionalista en la palabra, en la palabra poética y su juego libertario: "J'appelle jeu tout ce qui est le fait d'un besoin insolite […] Le jeu est sans valeur matérielle ou sociale, mais il a, en soi, l'immense valeur de sa liberté, de son détachement, de son inadvertance." Más adelante, ya en español, palabra de Elisa: "Y es entonces ante la evidencia del fracaso de los otros, de todos los que buscan prestigio, reputación, títulos, cuando nace la risa interior, esa ironía que aflora en nuestras obras, en nuestros actos, para aquellos que tienen ojos para ver y es el signo de la realeza verdadera." ("Page 228"/"Página 228")

jueves, octubre 11, 2012

Dos siglos de utilidad pública


Ayer estuve en Badajoz en la inauguración de la exposición Diputación de Badajoz, dos siglos de utilidad pública 1812-2012. (Hasta el 28 de octubre de 2012. Palacio de la Diputación C/ Obispo San Juan de Ribera, 6). Y es que el próximo 24 de octubre se cumplirán doscientos años de la creación, en cumplimiento de la Constitución de Cádiz, de la Diputación de Extremadura, precedente de las actuales diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres, y que fue la primera que se constituyó en España. Por eso no comprendo cómo ayer no hubo nadie en el acto en representación de la Diputación de Cáceres, por qué nadie de la institución cacereña se sintió concernido en una exposición conmemorativa de la creación de esa misma institución ausente. Supongo que el día 24, que habrá otro acto institucional con la conferencia del profesor Francisco Javier Velázquez López y la presentación —a cargo de la Premio Nacional de Historia 2011 Isabel Burdiel— del libro Los primeros liberales españoles. La aportación de Extremadura, 1810-1854, alguien estará de la Diputación de Cáceres. Aparte de saludar con afecto y gusto a amigos y conocidos, y de acompañar a mi hermano Josemari, coordinador de la muestra, me agradó mucho recorrer la historia de una institución dos veces centenaria. Es verdad que mucho más el recorrido por las dos primeras partes de las cuatro en las que ha quedado articulada la exposición (Orígenes, Historia, Funciones y Territorios); pues tiene otro atractivo evocar la importancia de nombres como el cacereño Álvaro Gómez Becerra, primer presidente, o recuperar la memoria de la Diputación en la época liberal del XIX o en la republicana del XX, que reconocer las tareas que la Diputación de Badajoz desarrolla en áreas como desarrollo local o cultura, o en comarcas y mancomunidades. La exposición lo presenta todo con claridad, en imágenes y también en textos bien escritos que hay que leer, con objetos y libros, e incluso con una instalación didáctica que convendría, con más tiempo, experimentar. También aproveché para comprar un libro que andaba buscando. Muy bien. Utilidad pública.

Soluciones a los anteriores



Agudeza lectora (I): Bartolomé José Gallardo, Juicio político del año 1834 por _________. Lo publicó Pedro Sáinz Rodríguez en 1919, pág. 17.
Agudeza lectora (II): Javier Cercas, en Soldados de Salamina. Primera parte, diálogo del narrador-personaje con Miquel Aguirre. Barcelona, Tusquets Editores, 2001 (1ª ed.), págs. 30-31. 

martes, octubre 09, 2012

Agudeza lectora (II)


¿Y esto?:

"—Yo no soy nacionalista —dijo—. Soy independentista.
—¿Y qué diferencia hay entre las dos cosas?
—El nacionalismo es una ideología —explicó, endureciendo un poco la voz, como si le molestara tener que aclarar lo obvio—. Nefasta a mi juicio. El independentismo es sólo una posibilidad. Como es una creencia, y sobre las creencias no se discute, sobre el nacionalismo no se pude discutir; sobre el independentismo sí. A usted le puede parecer razonable o no. A mí me lo parece. […]"

Agudeza lectora (I)


¿Quién escribe esto?:
  
"Otro elemento de poder en un país avasallado por la miseria es el dinero. Del dinero de España es bien sabido quién se ha hecho señor en estos años pasados: un club de agiotistas que con ruinosos empréstitos han chupado la sangre del triste pueblo hasta dejar el Reino exangüe y cadavérico. Éstos y los anteriores han hecho entre sí liga ofensiva y defensiva, y han estado mandando alta y poderosamente en la Monarquía […]" 

viernes, octubre 05, 2012

Franco Moretti en Letras


Siento no haber escrito aquí días atrás un anuncio de la conferencia que escuché ayer por la mañana. No tuvo poca difusión, sin embargo; gracias al esfuerzo de mi colega Enrique Santos Unamuno que, a través de su proyecto de investigación "Lenguas y literaturas en la Europa Moderna: discurso e identidad" hizo posible ayer que tuviésemos entre nosotros al profesor de la Universidad de Stanford (USA) Franco Moretti, el autor de Il romanzo. Es la segunda vez que Enrique me trae a Moretti. La primera fue en un sugerente artículo que publicó en la revista Laurel allá por la primavera de 2002, un artículo sobre cartografías literarias en el que la edición italiana, de 1997, del Atlas de la novela europea 1800-1900 era una referencia principal. En el marco de la teoría de redes, Moretti expuso brillantemente una propuesta de análisis espacial de las tramas dramáticas de algunos clásicos como Esquilo o Shakespeare. Una muestra estimulante de un trabajo muy ambicioso que nos abre los ojos y que enriquece otras vías de estudio de la historia y del texto literarios. Lo dicho, ha sido una suerte haber podido disfrutar durante más de una hora de la palabra de este brillante ensayista y buen comunicador. No solo es importante que nos contaminemos del pensamiento y la reflexión de otros profesores de otros ámbitos lingüísticos, geográficos e incluso disciplinares, sino que lo hagamos con nuevas lecturas y planteamientos epistemológicos del carácter de los de Moretti, que tanto permeabilizan las gruesas paredes del pensamiento tradicional. 

miércoles, octubre 03, 2012

Lorenzo Hervás y Panduro y el pimentón extremeño


En la página 242 de este tomo de la Historia de la vida del hombre de Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809), considerado uno de los padres de la filología comparada, interesantísimo personaje, se lee lo siguiente: "Enseñando yo latinidad en el Colegio Jesuítico de la nobilísima ciudad de Cáceres, advertí que de dolor de costado solía morir doblada más gente que en Alcalá de Henares y en algunas poblaciones de la Mancha; y paréceme que el abuso del pimentón en la Extremadura haga en ella más común esta enfermedad." Cuando se lo cuente a mi compañero Miguel Ángel Melón, que es, en este orden, de Aldeanueva del Camino (Cáceres) y Catedrático de Historia Moderna, va a decirme —claro— que lo de su expulsión en 1767 por jesuita fue mero pretexto.

martes, octubre 02, 2012

Analogía antológica


Esta mañana temprano escuché o soñé escuchar en la radio a una locutora de Málaga decir que la defensa de Isabel Pantoja en el caso del blanqueo de capitales, derivado de las corruptelas del caso Malaya en el Ayuntamiento de Marbella, había planteado una "antología" con el caso Nóos y la situación de Su Alteza Real la infanta Cristina en relación con su marido Iñaki Urdangarín. Si es que siempre las antologías han dado titulares. Recuerdo ahora lo que dijo, cómo no, un poeta: —La muerte es la mejor antóloga. Nos incluye a todos. Fue Juan Lamillar, pero no sé ahora dónde.

Música y sentimiento


Escribo —cómo no en esta ocasión— mientras escucho música. Ahora mismo, flamenco. Es lo que hay; quiero decir, que no está puesta a propósito para escribir estas líneas. Suena la guitarra de Daniel Casares para una rondeña en Nuestro flamenco, el programa de Velázquez-Gaztelu. Lo anoto para decir que me he acordado de mi padre cuando decía que quien desprecia la música no tiene corazón; lo que me parece una recreación de la repetida frase que dijo Sancho Panza a la duquesa en la segunda parte del Quijote: "Señora, donde hay música no puede haber cosa mala". Y todo a cuento de una reseña de Pablo J. Vayón que me traje del Diario de Cádiz del primer miércoles de septiembre sobre el libro de Charles Rosen, pianista y teórico, Música y sentimiento (Madrid, Alianza Editorial, 2012), en el que se constata el poder de la música para emocionar por la conjunción de motivos diversos, en una unidad de sentimiento. Lo recuerda Vayón, que también, en contrapunto, advierte que la música no hace a nadie necesariamente mejor, como dicen que se infiere de lo escrito por Pascal Quignard (El odio a la música) y aquella que sonaba mientras los judíos entraban en las cámaras de gas. Audición y vergüenza. "Para qué sirve la música" se titulaba aquella reseña reciente; y me he acordado de lo que decía mi padre.