Me he traído de Salamanca este libro que para mí resulta especialmente cercano por diversas razones. Está escrito por un venerable amigo, compuesto por trabajos que tengo en su mayoría dedicados por su autor cuando se publicaron por primera vez y que leí a su debido tiempo, y versa sobre las letras ilustradas y las letras románticas, que, entre lo poco que sé, es lo que más he frecuentado profesionalmente. No estoy seguro.
En el primer número de primavera —de la de 2007— del volumen 30 de la revista Dieciocho, dedicado a la enseñanza del dieciochismo hispánico, Russell P. Sebold publicó un artículo titulado "Aquel extraño paréntesis entre los siglos XVII y XIX (Reminiscencias de un dieciochista impenitente)" en el que habló de muchas e interesantes circunstancias de su carrera discente, docente e investigadora e hizo una ilustrada defensa de nuestro siglo XVIII. Evocó el verano de 1951, cuando intentaba redactar una tesis de doctorado sobre el teatro del siglo XVI asignada más y nada menos que por Américo Castro en la Universidad de Princeton. El mismo que le autorizó para cambiar el asunto de su tesis, que sería el Fray Gerundio del padre Isla. En aquel artículo, Russell P. Sebold contó cómo le rechazaron un artículo sobre Torres Villarroel en la Hispanic Review, la revista que luego él dirigió durante veintinueve años, y cómo estuvo al frente de un departamento en Maryland con 8.640 alumnos y 475 enseñantes.
Pues bien, ese breve, intencionado y ameno texto del profesor Sebold, es el que abre este libro titulado Concurso y consorcio: letras ilustradas, letras románticas (Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca, 2010), en el que se recogen trabajos relativos a la Ilustración y su evolución y al Romanticismo y su exaltación, en conceptos que el propio autor explica en un prefacio que nos informa de que el único trabajo inédito —los hay publicados entre 1985 y 2009— es el dedicado a Nicomedes Pastor Díaz, poeta del vacío y el desamor, y del fastidio universal. Un capítulo que he leído al volver de Salamanca y antes de que España ganase a una Portugal demasiado pasiva. Lástima lo de Portugal; podría haber sido otra selección, con todos mis respetos.
miércoles, junio 30, 2010
sábado, junio 26, 2010
La experiencia de lo extranjero
Meses me ha acompañado este libro en mi escritorio. Sirva esta unidad temporal para medir la intensidad de su lectura, a pesar de que la mía haya partido del conocimiento previo de algunos de los textos recogidos en La experiencia de lo extranjero. Ensayos sobre poesía, de Miguel Casado (Barcelona, Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg, 2009). La mayor parte estaba ya publicada anteriormente, salvo las "Notas sobre azar y tiempo en poesía", escritas en julio de 2006 y hasta el momento inéditas. Éstas quedan integradas en el capítulo "Apuntes del exterior", primero de los que conforman el libro: "Notas para una crítica de la tradición", "Contemporáneos" y "La poesía objetiva".
Miguel Casado, que dedica el volumen a la memoria de José-Miguel Ullán (1944-2009), reflexiona sobre determinados fenómenos de la expresión poética, acerca de la traducción —"territorio que se define por dejar siempre un resto inexplicado"— o sobre poesía y política —en sus tres lecturas de Francis Ponge, Paul Celan y la poeta gallega Chus Pato— en el primer epígrafe. Sobre la tradición de forma clarividente en el segundo apartado, sí. Sobre "contemporáneos" como Antonio Machado, Cirlot, Vicente Núñez, Antonio Gamoneda, Gerardo Deniz, Ullán, Aníbal Núñez, Eduardo Milán e Ildefonso Rodríguez, en los trabajos más conocidos por mí. Y, por último, escribe Miguel Casado sobre poetas de ¿fuera? —en "La poesía objetiva"— como Rimbaud, Ponge, Eugénio de Andrade o John Ashbery (poesía y pintura).
Mi previsible necesidad futura me obliga a situar en un estante visible de mi biblioteca este ejemplar que me ilumina sobre poesía y ciencia, ciencia de lo impreciso, en uno de sus ensayos que no había leído. La novedad ahora es este argumento que traza este volumen en el que aparecen, tocan y vanse, reaparecen y se van de nuevo conceptos y nombres, actitudes y palabras esenciales para el pensamiento poético. Con Casado, siempre se pesca más en la reflexión sobre la poesía que en la concreción de un nombre o un verso contextualizable, discutible a veces. Se impone el ensayo frente al sayo (casaca hueca, según Autoridades).
Miguel Casado, que dedica el volumen a la memoria de José-Miguel Ullán (1944-2009), reflexiona sobre determinados fenómenos de la expresión poética, acerca de la traducción —"territorio que se define por dejar siempre un resto inexplicado"— o sobre poesía y política —en sus tres lecturas de Francis Ponge, Paul Celan y la poeta gallega Chus Pato— en el primer epígrafe. Sobre la tradición de forma clarividente en el segundo apartado, sí. Sobre "contemporáneos" como Antonio Machado, Cirlot, Vicente Núñez, Antonio Gamoneda, Gerardo Deniz, Ullán, Aníbal Núñez, Eduardo Milán e Ildefonso Rodríguez, en los trabajos más conocidos por mí. Y, por último, escribe Miguel Casado sobre poetas de ¿fuera? —en "La poesía objetiva"— como Rimbaud, Ponge, Eugénio de Andrade o John Ashbery (poesía y pintura).
Mi previsible necesidad futura me obliga a situar en un estante visible de mi biblioteca este ejemplar que me ilumina sobre poesía y ciencia, ciencia de lo impreciso, en uno de sus ensayos que no había leído. La novedad ahora es este argumento que traza este volumen en el que aparecen, tocan y vanse, reaparecen y se van de nuevo conceptos y nombres, actitudes y palabras esenciales para el pensamiento poético. Con Casado, siempre se pesca más en la reflexión sobre la poesía que en la concreción de un nombre o un verso contextualizable, discutible a veces. Se impone el ensayo frente al sayo (casaca hueca, según Autoridades).
jueves, junio 24, 2010
Un auto en la Plaza de San Jorge
El Auto de los Reyes Magos. Tanto la directora de este sutilísimo espectáculo, Ana Zamora, como su directora musical, Alicia Lázaro, han participado en el curso de verano Lecciones de teatro clásico en la tarde de ayer con una exposición de sus fundamentos artísticos sobre la música y la acción dramática en la puesta en escena del teatro prebarroco. Lo de la tarde fue la mejor introducción a la representación de la noche en la Plaza de San Jorge de Cáceres de ese Auto de los Reyes Magos de la compañía Nao d'amores en coproducción con Teatro de La Abadía.
Se me ocurren dos calificativos que quizá no se utilicen mucho en las críticas de teatro: inteligente y riguroso. La propuesta de Ana Zamora es inteligente y rigurosa. Lo primero atañe, lógicamente, a la ejecución, a la interpretación —en términos totales— de esta fiesta teatral; lo segundo, a lo que constituye un serio proyecto de investigación de un repertorio clásico. El público ha disfrutado con la música, las coreografías, el sabio manejo de elementos escénicos, el sentido de lo popular, los momentos de comicidad, el texto bien dicho... La base de todo no llega al centenar y medio de versos en un códice del siglo XII.
Se me ocurren dos calificativos que quizá no se utilicen mucho en las críticas de teatro: inteligente y riguroso. La propuesta de Ana Zamora es inteligente y rigurosa. Lo primero atañe, lógicamente, a la ejecución, a la interpretación —en términos totales— de esta fiesta teatral; lo segundo, a lo que constituye un serio proyecto de investigación de un repertorio clásico. El público ha disfrutado con la música, las coreografías, el sabio manejo de elementos escénicos, el sentido de lo popular, los momentos de comicidad, el texto bien dicho... La base de todo no llega al centenar y medio de versos en un códice del siglo XII.
martes, junio 22, 2010
Teatro y música
© EFE
Mañana inauguramos el curso que abre este año la undécima convocatoria de los Cursos de Verano Internacionales de la Universidad de Extremadura: Lecciones de Teatro Clásico (III). Teatro y música, patrocinado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura. Lo abre el director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Eduardo Vasco (en la foto). Ya que no hemos podido tener en el Festival de Cáceres a la CNTC —que anunciaba dos importantes montajes como La moza de cántaro y El condenado por desconfiado, cancelados por la huelga del personal técnico—, su director sí nos hablará del "Espacio sonoro en la puesta en escena de los clásicos", tomando como base, supongo, unos de sus últimos trabajos de dirección, el de la citada La moza de cántaro, en el que es responsable también del espacio sonoro y en el que incluso ha sido compositor de alguna de las piezas musicales. La versión de esta obra que Lope de Vega escribe en torno a 1625 —tenía sesenta y tres años, aunque todavía no en el ciclo de senectute— es de Rafael Pérez Sierra, gran hombre de teatro, fundador del Festival de Almagro, que fue director del Festival de Olite entre 2000 y 2004 y también director de la CNTC..., y con el que contaremos en este curso abriendo la sesión matinal del jueves 24. Un placer.
Las moradas del verbo
En la nota de prensa que la editorial Calambur preparó para presentar esta antología celebrativa de los 100 números de su colección de poesía, la información referida a los criterios de la misma, la introducción del antólogo y su resumido curriculum vitae se cerraban con el teléfono de Ángel L. Prieto de Paula, responsable de la selección de autores, de la introducción mencionada y de la selección de poemas. Sí, el teléfono de Ángel L. Prieto de Paula. Al principio creí que la editorial ponía a disposición de todos el teléfono del antólogo para que los poetas seleccionados le diesen su opinión, le hiciesen llegar su agradecimiento, sus felicitaciones o sus reparos. O, quién sabe, si esos folios llegaban a las manos de los muchos poetas en activo no incluidos —nacidos, que ésa es el área cronológica de los alojados, entre 1954 y 1968—, que Ángel L. Prieto de Paula pudiese recibir llamadas intempestivas, amenazantes o razonablemente fundamentadas de aquellos. Luego me di cuenta de que era una nota para la prensa, para que los periodistas contasen con ese medio rápido y directo para entrevistar al antólogo. Un día de éstos le llamo, que para eso tengo su teléfono —desde hace muchos años, dicho sea de paso.
Las moradas del verbo. Poetas españoles de la democracia (Madrid, Calambur Editorial, 2010) es una excelente antología para conocer el panorama poético de la restauración democrática en España. El lector tendrá una representación importante en número, pues son treinta y dos (*) los poetas incluidos, y la selección de textos ilustra sobradamente la pluralidad de tendencias y actitudes estéticas referidas en el estudio introductorio, redactado con rigor y con el propósito de conjugar calidad y representatividad en el panorama. Aunque se anuncian otras antologías preparadas por Ángel L. Prieto de Paula —una de ellas, qué bien, de la poesía romántica—, para mí, la demostración de su saber compilador de una etapa histórica estuvo en la selección que preparó sobre Poetas españoles de los cincuenta (Salamanca, Ediciones Colegio de España, 1995). Espléndida. Al leer el estudio de Las moradas del verbo —y moradas del verso— me he acordado de aquella, por la ordenada filiación de las actitudes poéticas de los poetas españoles de la democracia entre 1979 —La lentitud de los bueyes de Julio Llamazares y Amenaza en la fiesta de Tomás Sánchez Santiago— y 2010, pues en esta antología se incluyen algunos textos inéditos de algunos nombres o de libros publicados este mismo año, como Nombres del árbol (Barcelona, Tusquets, 2010), de Antonio Moreno.
Realismo y experiencia son conceptos y palabras que ocupan el panorama de manera dominante —y "asfixiante para los otros", dice Prieto de Paula. Tanto es así que justifican el desarrollo analítico de sus contestaciones y variaciones. Irracionalismo iluminativo, carácter visionario, reflexión ontológica, esencialismo y poesía refleja, desnudez retórica, poesía reflexiva, meditativa, poesía del desconsuelo... son algunos de los apuntes taxonómicos que la aguda mirada de Prieto de Paula ofrece al lector para que éste vea mejor si se adentra en estas moradas de lo poético.
(*) Miguel Casado (1954), María Antonia Ortega (1954), Julio Llamazares (1955), Julio Martínez Mesanza (1955), Concha García (1956), Tomás Sánchez Santiago (1957), Juan Carlos Mestre (1957), Ángel Campos Pámpano (1957-2008), Luis García Montero (1958), Blanca Andreu (1959), Álvaro Valverde (1959), Felipe Benítez Reyes (1960), Carlos Marzal (1961), Aurora Luque (1962), Amalia Iglesias Serna (1962), Jorge Riechmann (1962), Amalia Bautista (1962), Manuel Vilas (1962), Miguel Ángel Velasco (1963), Vicente Gallego (1963), Vicente Valero (1963), José Mateos (1963), Antonio Moreno (1964), Juan Antonio González-Iglesias (1964), Álvaro García (1965), Ada Salas (1965), Luisa Castro (1966), Antonio Méndez Rubio (1967), José Luis Piquero (1967), Jordi Doce (1967), Lorenzo Oliván (1968), Enrique Falcón (1968).
Las moradas del verbo. Poetas españoles de la democracia (Madrid, Calambur Editorial, 2010) es una excelente antología para conocer el panorama poético de la restauración democrática en España. El lector tendrá una representación importante en número, pues son treinta y dos (*) los poetas incluidos, y la selección de textos ilustra sobradamente la pluralidad de tendencias y actitudes estéticas referidas en el estudio introductorio, redactado con rigor y con el propósito de conjugar calidad y representatividad en el panorama. Aunque se anuncian otras antologías preparadas por Ángel L. Prieto de Paula —una de ellas, qué bien, de la poesía romántica—, para mí, la demostración de su saber compilador de una etapa histórica estuvo en la selección que preparó sobre Poetas españoles de los cincuenta (Salamanca, Ediciones Colegio de España, 1995). Espléndida. Al leer el estudio de Las moradas del verbo —y moradas del verso— me he acordado de aquella, por la ordenada filiación de las actitudes poéticas de los poetas españoles de la democracia entre 1979 —La lentitud de los bueyes de Julio Llamazares y Amenaza en la fiesta de Tomás Sánchez Santiago— y 2010, pues en esta antología se incluyen algunos textos inéditos de algunos nombres o de libros publicados este mismo año, como Nombres del árbol (Barcelona, Tusquets, 2010), de Antonio Moreno.
Realismo y experiencia son conceptos y palabras que ocupan el panorama de manera dominante —y "asfixiante para los otros", dice Prieto de Paula. Tanto es así que justifican el desarrollo analítico de sus contestaciones y variaciones. Irracionalismo iluminativo, carácter visionario, reflexión ontológica, esencialismo y poesía refleja, desnudez retórica, poesía reflexiva, meditativa, poesía del desconsuelo... son algunos de los apuntes taxonómicos que la aguda mirada de Prieto de Paula ofrece al lector para que éste vea mejor si se adentra en estas moradas de lo poético.
(*) Miguel Casado (1954), María Antonia Ortega (1954), Julio Llamazares (1955), Julio Martínez Mesanza (1955), Concha García (1956), Tomás Sánchez Santiago (1957), Juan Carlos Mestre (1957), Ángel Campos Pámpano (1957-2008), Luis García Montero (1958), Blanca Andreu (1959), Álvaro Valverde (1959), Felipe Benítez Reyes (1960), Carlos Marzal (1961), Aurora Luque (1962), Amalia Iglesias Serna (1962), Jorge Riechmann (1962), Amalia Bautista (1962), Manuel Vilas (1962), Miguel Ángel Velasco (1963), Vicente Gallego (1963), Vicente Valero (1963), José Mateos (1963), Antonio Moreno (1964), Juan Antonio González-Iglesias (1964), Álvaro García (1965), Ada Salas (1965), Luisa Castro (1966), Antonio Méndez Rubio (1967), José Luis Piquero (1967), Jordi Doce (1967), Lorenzo Oliván (1968), Enrique Falcón (1968).
sábado, junio 19, 2010
Saramago
© Foto de Lorenzo Cordero
Ayer, aquí, al lado de casa, en la calle, Luis Sáez me decía que Saramago acababa de morir. Eran las dos menos cinco. Alguien había recibido un mensaje en el teléfono con la noticia. Estábamos aquí al lado, tras la publicación en rueda de prensa del fallo de los Premios Extremadura a la Creación, en los que, por hablar de lo más cercano, se reconoció como mejor obra literaria de autor extremeño publicada en 2009 a Apócrifos de marzo, de José Antonio Zambrano. Unos premios en los que desde su fundación participó activa y amistosamente José Saramago. Por eso fue un momento especial. No era sólo recibir una noticia importante sobre una figura tan monumental; era que coincidía con una experiencia doméstica, con una circunstancia cotidiana que muchos tenemos asociada a la presencia del autor de La balsa de piedra y a la de Pilar del Río, su mujer. Y con esa presencia, la de quien —hoy, ausente, también con tristeza— fue el responsable de que los Premios Extremadura a la Creación contasen con un Premio Nobel de Literatura, Ángel Campos Pámpano. Ayer, ambos, estuvieron presentes, y Portugal. Allí estaban también el ensayista Eduardo Lourenço y el profesor Carlos Reis, como condolientes cercanos.Y qué presencia la de Saramago en días parejos al de ayer antaño. Recuerdo cuando llamó, hace ya diez años, a Eugenio de Andrade, el primero de los premios a la trayectoria de autor iberoamericano, superando cualquier distanciamiento, para felicitarle sinceramente. Ángel y yo comentando el momento con él. O una conversación en la que estuve de testigo mudo entre Juan Carlos Rodríguez Ibarra y él sobre arte —música— y barbarie. O aquella rueda de prensa en el antiguo Hotel Meliá de Cáceres —en la foto de Lorenzo Cordero, junto a Luis Mateo Díez, Carlos Jiménez y José Guirao—, en mayo de 2006, en la que Saramago pidió que los premios se proyectasen aún más al ámbito iberoamericano. Le agradecí mucho que me enviase un texto para el homenaje a Ángel Campos en Espacio/Espaço Escrito, porque no estaba pasando por un buen momento de salud. Ahora, deja todo. Eso, deja todo
viernes, junio 18, 2010
Lecciones de Teatro Clásico
LECCIONES DE TEATRO CLÁSICO (III)
TEATRO Y MÚSICA
Desde el miércoles 23 al viernes 25 de junio de 2010
LUGAR DE CELEBRACIÓN
Salón de Actos del Palacio de La Generala. Servicios Centrales de la Universidad de Extremadura. Plaza de Caldereros, 1. Cáceres
CRÉDITOS: 2,5
PARTICIPANTES
Eduardo Vasco (Compañía Nacional de Teatro Clásico)
María Angulo Egea (Universidad San Jorge de Zaragoza)
Germán Labrador (Universidad Autónoma de Madrid)
Ana Zamora y Alicia Lázaro (Compañía Nao D'Amores)
Pablo Iglesias Simón (Real Escuela Superior de Arte Dramático)
Rafael Pérez Sierra (Autor y director)
Isabel Ródenas Perales (I.E.S. Al Qazeres)
Mª Isabel Rodríguez Ponce (Universidad de Extremadura)
Isabel Román Román (Universidad de Extremadura)
Mª Rosario Leal Bonmati (Escola Superior de T. y G. de Portalegre)
F. Javier Grande Quejigo (Universidad de Extremadura)
Isidro Timón Rodríguez (Consorcio Gran Teatro Cáceres)
Carmelo Caballero Fernández-Rufete (Universidad de Valladolid)
Joaquín Álvarez Barrientos (C.S.I.C.)
DIRECTOR
Miguel Ángel Lama (Universidad de Extremadura)
SECRETARIO
José Roso Díaz (Universidad de Extremadura)
INFORMACIÓN
Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Plaza de Caldereros, 2 CÁCERES.
PATROCINA
CONSEJERÍA DE CULTURA Y TURISMO DE LA JUNTA DE EXTREMADURA
TEATRO Y MÚSICA
Desde el miércoles 23 al viernes 25 de junio de 2010
LUGAR DE CELEBRACIÓN
Salón de Actos del Palacio de La Generala. Servicios Centrales de la Universidad de Extremadura. Plaza de Caldereros, 1. Cáceres
CRÉDITOS: 2,5
PARTICIPANTES
Eduardo Vasco (Compañía Nacional de Teatro Clásico)
María Angulo Egea (Universidad San Jorge de Zaragoza)
Germán Labrador (Universidad Autónoma de Madrid)
Ana Zamora y Alicia Lázaro (Compañía Nao D'Amores)
Pablo Iglesias Simón (Real Escuela Superior de Arte Dramático)
Rafael Pérez Sierra (Autor y director)
Isabel Ródenas Perales (I.E.S. Al Qazeres)
Mª Isabel Rodríguez Ponce (Universidad de Extremadura)
Isabel Román Román (Universidad de Extremadura)
Mª Rosario Leal Bonmati (Escola Superior de T. y G. de Portalegre)
F. Javier Grande Quejigo (Universidad de Extremadura)
Isidro Timón Rodríguez (Consorcio Gran Teatro Cáceres)
Carmelo Caballero Fernández-Rufete (Universidad de Valladolid)
Joaquín Álvarez Barrientos (C.S.I.C.)
DIRECTOR
Miguel Ángel Lama (Universidad de Extremadura)
SECRETARIO
José Roso Díaz (Universidad de Extremadura)
INFORMACIÓN
Vicerrectorado de Extensión Universitaria. Plaza de Caldereros, 2 CÁCERES.
PATROCINA
CONSEJERÍA DE CULTURA Y TURISMO DE LA JUNTA DE EXTREMADURA
domingo, junio 13, 2010
Las Migas
© Foto de Rafael Arocha
Las escuché ayer viniendo en el coche, en el programa de Radio 3 Trópico Utópico, de Rodolfo Poveda. Son Las Migas, un espléndido cuarteto que hace una música muy buena con base flamenca y algo más. Si no, basta con conocer la procedencia de sus componentes: de Palafrugell es Silvia Pérez Cruz, cantaora y cajón; de Berlín es Lisa Bause, violín y acordeón; de Sevilla es Marta Robles, guitarra; y de Sèvres, en la Bretaña francesa, es Isabelle Laudenbach, guitarra. La mayor parte de sus actuaciones ha sido en el ámbito de Cataluña y no sé si a partir de ahora se prodigarán por otros territorios. Ojalá. Aquí se pueden ver algunos fragmentos de concierto de hace un par de años.
sábado, junio 12, 2010
Palma
La foto esta tomada esta mañana en la playa de Ciutat Jardí de Palma de Mallorca. Ayer terminamos unas nuevas sesiones de trabajo para crear un sello editorial entre las nueve universidades que componen el Grupo G9. Buen trabajo y buen ambiente. Espero que pronto podamos ver los primeros resultados de tan serio empeño. Esta mañana, he tenido un rato para pasear y sentarme a leer y a escribir frente al mar. Luego, vuelta a casa. El vuelo ha llegado a Madrid con una hora de retraso y luego, en la carretera, tráfico escaso. Un viaje apacible.
jueves, junio 10, 2010
martes, junio 08, 2010
Un poema de Cernuda
"Mano de viejo mancha / El cuerpo juvenil si intenta acariciarlo" escribe Luis Cernuda en su poema "Despedida", de Desolación de la Quimera. Su sentimiento de senectud —y el conflicto entre realidad y deseo— lo relaciono con el del espléndido texto "Ninfa y pastor, por Ticiano" del mismo libro, en el que el poeta describe uno de los últimos cuadros pintados por Ticiano, quizá con algo más de noventa años ("Cerca de los cien años prodigiosos"). Esta mañana ha surgido este texto en uno de los controles de lecturas que he tenido en la Facultad —no he ido a la huelga—, y lo ofrezco a mis alumnos aquí. El cuadro está en el Museo de Historia del Arte de Viena y es probable que Cernuda lo viese en una exposición en Nueva York.
domingo, junio 06, 2010
Vier mal vier
Me parecieron las nuevas guías telefónicas; pero era extraño, un domingo de junio. Al volver del paseo esta mañana encontré al pie de la puerta de mi casa dos paquetes con ejemplares del folleto que presenta la exposición Vier mal vier (Poesía experimental) que se abrirá el 10 de junio en la sala BelleArtes de Cáceres. Me los dejaba Juanma Barrado, con una nota en la que me decía que uno era para mí y el otro para hacérselo llegar a mi compañera Victoria Pineda que es la autora del texto que cierra el desplegable, "Tierra de todos. Poesía para ver", en donde escribe sobre la percepción y sobre la contemplación y en donde pide al lector que abra sus sentidos, que mire y piense, que disfrute y que se sitúe "en la borrosa frontera, que no es tierra de nadie, sino tierra de todos". Yo creo que son propuestas que siguen estando justificadas en estos lados artísticos.
Los autores que exponen sus obras experimentales son cuatro: Juan Manuel Barrado, Pura Martínez, Antonio Gómez y Antonio Orihuela, que son bien conocidos en este campo y fácilmente rastreables por sus trayectorias. Vier mal vier. O sea, cuatro por cuatro. El título en alemán tendrá su intención. Para mí vale la de todoterrenos. Los cuatro se anuncian en un tríptico y la exposición estará hasta el 20 de junio. Como no estaré el día de la inauguración —que parece contendrá una acción de Antonio Gómez—, espero verla a mi vuelta.
Los autores que exponen sus obras experimentales son cuatro: Juan Manuel Barrado, Pura Martínez, Antonio Gómez y Antonio Orihuela, que son bien conocidos en este campo y fácilmente rastreables por sus trayectorias. Vier mal vier. O sea, cuatro por cuatro. El título en alemán tendrá su intención. Para mí vale la de todoterrenos. Los cuatro se anuncian en un tríptico y la exposición estará hasta el 20 de junio. Como no estaré el día de la inauguración —que parece contendrá una acción de Antonio Gómez—, espero verla a mi vuelta.
viernes, junio 04, 2010
Baluerna (Transbordo)
Con el número 36 de Baluerna, su coordinador, Eduardo Hernández, envía unas líneas en las que hay una despedida que quiero interpretar pasajera, el anuncio de un final, de una última etapa, que espero sea sólo de la tercera edición de este importante proyecto. Un transbordo para la cuarta etapa, la cuarta estación en este viaje literario que debe continuar. Me alegra que sea mi paisano José Manuel Díez (Zafra, 1978) quien la cierre con cuatro breves textos que abundan ahora en la esencialidad propia del aforismo, la simetría conceptual y el juego formal de las anáforas. Espero que sean textos circunstanciales —para la ocasión, grande, de Baluerna— y que pronto nos regale un nuevo libro, el esperado.
jueves, junio 03, 2010
Paco Espinosa
© Foto de Paco Castro
Acaba de enviarme mi hermano José María una carta electrónica en la que me dice que está orgulloso "de ser amigo de Paco Espinosa por ejercicios de honestidad como los de este artículo. Quiero compartirlo contigo, porque estoy seguro que vas a saber apreciarlo." Sin duda. Acabo de leer lo escrito por Paco Espinosa, que hace unos días recibió el Premio Andalucía de Memoria Histórica, y me parece que es para difundirlo. Él es el coordinador del proyecto Todos los nombres. Es amigo y he tenido el privilegio de trabajar con él. Su artículo no debe quedar sin leer, lo recuerdo, y se titula Empar Salvador y el increíble caso de las fosas de Valencia.
miércoles, junio 02, 2010
Libros
Iba a ser una mañana de bancos y se ha convertido en una mañana con libros. Mucho tiene que ver que los bancos tengan largas colas y las librerías aún no.
A primera hora, en el apartado, dos sobres, uno con el volumen de la última edición de Voces del extremo, el encuentro —y van doce— de poetas en Moguer que organiza el activista Antonio Orihuela, que no tiene flotilla que llevar a Gaza; pero que provoca las mismas ganas de ser abordado por los poderosos; otro con un extraordinario regalo de Javier Sánchez Menéndez, los cuatro primeros números de la colección Álogos —álogo es el comentario a una entrada de blog, en término acuñado por Javier— editados en la sevillana La Isla de Siltolá. Debo la referencia a Chema Cumbreño, con quien conversé el otro día sobre escritura y blogs —la colección de Javier plantea un itinerario creativo muy interesante que va de las entradas de blogs muy visitados (de Gregorio Luri, José Miguel Ridao, Aurora Pimentel Igea y Joaquín Alegre Herrera) al libro. Esto, sin duda, merece más espacio que esta nota matutina de diario.
Luego, de la librería me he traído la nueva edición de Las armas y las letras de Andrés Trapiello, sobre la que ayer precisamente Álvaro Valverde llamó la atención por una reseña de José Luis García Martín, de ésas que él a veces dedica a los amigos. Por fuera, se notan las manos de Alfonso Meléndez y el propio Andrés Trapiello, que tantos buenos libros han cuidado. Pero también me he encontrado en la librería con la sorpresa de la nueva novela de Diego Doncel, Mujeres que dicen adiós con la mano, que acaba de publicar DVD Ediciones en su colección de narrativa. Me alegro de que Diego siga en sus trece, quiero decir, en pos de nuevas fórmulas, de nuevas propuestas. Yo esperaba que lo próximo suyo fuese un ensayo. A lo mejor se trata de eso. Llevo veinte páginas. El punto de vista es en primera persona, femenina. Parece una novela, o sea, eso.
martes, junio 01, 2010
Gracianesca
"Saber estimar. Ninguno ai que no pueda ser maestro de otro en algo, ni ai quien no exceda al que excede. Saber desfrutar a cada uno es útil saber. El sabio estima a todos porque reconoce lo bueno en cada uno y sabe lo que cuestan las cosas de hazerse bien. El necio desprecia a todos por ignorancia de lo bueno y por elección de lo peor."
(Del Oráculo manual y arte de prudencia. Edición de Emilio Blanco. Madrid, Cátedra —Letras Hispánicas, 395—, 1995, pág. 209)
(Del Oráculo manual y arte de prudencia. Edición de Emilio Blanco. Madrid, Cátedra —Letras Hispánicas, 395—, 1995, pág. 209)