Leía el otro día la nueva edición de la Historia de la literatura fascista española de Julio Rodríguez Puértolas (Madrid, Ediciones Akal, 2008, 2 volúmenes), y me acordé de Francisco Espinosa, a quien se cita en el epílogo de César de Vicente Hernando. Más aún me acordé de Paco Espinosa cuando salió la noticia de la providencia del juez Baltasar Garzón sobre los desaparecidos de la guerra civil española.
—Tengo que llamarle —me dije la mañana en la que en la mismísima cadena SER, en ‘El abierto’ de Hoy por hoy, se desviaba el asunto hacia las dificultades de exigir hoy responsabilidades penales a los responsables de los crímenes cometidos. Quería saber la opinión de un historiador solvente como Espinosa, con quien he tenido la suerte de colaborar.
A los pocos días, apareció en El País su artículo “De fosas y desaparecidos”, que era la opinión que yo buscaba; y, en este caso, una opinión compartida. Colmaba mi curiosidad con creces. Me alegré mucho por leer algo así en el periódico, y así se lo dije al autor del artículo cuando le llamé por teléfono. No me alegré dos días después cuando el mismo Espinosa me dijo que había enviado a El País una solicitud de aclaración por una modificación —clara manipulación— del texto de su artículo. Ahora, este turbio asunto ha generado otros textos. El principal, el de la crónica del propio Francisco Espinosa Maestre que puede verse en el blog de José María Lama, otro historiador que debería estar incluido en las providencias de los jueces que piden información tan importante por lo humano, por lo sentimental, por lo justo.
Lei el artículo de Espinosa, que me resultó interesante; leí una fe de erratas dias despues, que no entendí demasiado bien, pues no advertí cambio sustancial. ¿En qué consistió la manipulación?
ResponderEliminarPuedes ver el relato de la misma en el enlace al blog de José María Lama que he puesto en mi entrada.
ResponderEliminarEspero que Pantagruel se haya enterado. En un artículo de opinión el cambio de una sola palabra no es admisible, cuanto más en el caso de Espinosa. Le añadieron palabras que él no había dicho y encima las resaltan en los titulares. De vergüenza.
ResponderEliminarMe he enterado perfectamente. Sea o no admisible, la prensa siempre lo hace, alegando motivos de estilo o lo que le parezca, o para justificar el sueldo de los "revisores". Yo mismo rompí relaciones con una revista profesional por algo así. Sin embargo, en este caso, creo que Espinosa se lo puso a güevo, porque su redacción original ya mostraba tibieza, quizás para que le aceptaran el artículo; parece que le estuvieran esperando... Teniendo en cuenta la honestidad y prestigio de Espinosa estoy seguro de que sabrá salir reforzado de este traspiés.
ResponderEliminarHola, Miguel Ángel. Aunque no tenga que ver con el asunto principal de tu comentario, quería preguntarte si
ResponderEliminarla nueva edición de la Historia de la literatura fascista española de Julio Rodríguez Puértolas está actualizada y contiene aportaciones importantes respecto a la primera o es simple reedición sin cambios, para saber si me convendría adquirir la segunda edición (la primera ya la tengo). Saludos.