Llevo ya tres semanas colaborando con el programa de Canal Extremadura Radio Agitación y Cultura, que dirige y presenta Olga Ayuso y se emite de lunes a viernes de 19.30 a 20.00. Comencé en martes y 13, con una entrevista en directo para abrir boca y contar el propósito. Cada semana, hablar de un libro, o cosa parecida, cualquiera que sea.
Así, el martes siguiente dije sobre “Fenómenos de quiosco”, y copio, más o menos, lo dicho:
[…] Porque, junto a las extrañas propuestas de colecciones que surgen todas las temporadas en los quioscos de prensa, de vez en cuando uno puede encontrarse con promociones de un extraordinario interés para los lectores. No hablo de una serie más de novela negra o de novela histórica, de esa literatura de género tan vendible; hablo de obras tan sobresalientes como los cinco tomos del Diccionario de Filosofía de Ferrater Mora, que hace un par de años lanzó RBA Editores, en su facción de Coleccionables; o la posibilidad más reciente de tener en casa a un precio que no pasa de los diez euros en ningún caso de una reedición de aquellos maravillosos tomos, encuadernados en piel, de Aguilar de los Grandes Clásicos o las Obras Completas de tipos como Dostoievski, Dickens, Pérez Galdós, Balzac, Tolstoi, Dante o William Shakespeare.
Tengo delante uno de los tomos de las Obras completas del dramaturgo y poeta inglés. Cuando lo recogí de mi quiosco junto al periódico del día, no me lo podía creer. La traducción de comedias como Mucho ruido y pocas nueces, Sueño de una noche de verano, Trabajos de amor perdidos, La tempestad, El cuento de invierno, entre otras, y de las obras líricas, de sus sonetos...; la traducción, sí, de Astrana Marín, la clásica, la de siempre, la tenía en casa, en una edición asequible pero con la prestancia de aquellos libros de antaño, hasta, casi, con su olor. No es mala recomendación, no. Lo único que dice en su contra es ese aspecto de libro de salón, con lomos en oro deleble, demasiado decorativos. Pero, bueno, todos sabemos que uno puede llegar a tener la tentación —y la condena para siempre— de leerlos. Fenómenos de quiosco.
Del martes 20 de noviembre.
Qué lindo eres.
ResponderEliminar(Y qué logo más horrible).
Y qué bueno el olor de los libros nuevos y el de los viejos (tengo un libro en casa que huele igual desde hace quince años: a veces lo abro sólo para olerlo).
Lo que me ocurre a mí con los fenómenos de quiosco es que ya tengo la inmensa mayoría de los libros que se editan y siempre me quedo esperando...
Muchas gracias. Por todo. Por esto también, pero por todo más aún.
Aunque sea con tres semanas de retardo, gracias, Lama, por el dato.
ResponderEliminar¡Y no podía ser a mejor hora!
A partir de hoy, a las 19:30, haré un descanso en la lectura diaria para escucharos, mientras espero que Laura salga de la piscina.
P.D. ¿Olga=UnaExcusa?
Gracias, Fco. Gil. Recuerdo que en octubre contesté a tus preguntas como comentarios a mi entrada "El detallito", y te dije el programa, aunque no la hora. Creí que ya lo habías localizado. Disculpa.
ResponderEliminar¿Francisco Gil, el mismo Fco. Gil que me dejó algunos comentarios en el post sobre Tomás Segovia?
ResponderEliminarSí, UnaExcusa, el mismo.
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