lunes, agosto 06, 2007
Teatro Clásico en Alcántara
La verdad es que ayer la prensa regional traía el teatro que se está viendo en la XXIII edición del Festival de Teatro Clásico de Alcántara algo diluido entre tapas y malabares. En la edición cacereña de Hoy, la fotografía de portada, de Lorenzo Cordero, era inquietantemente equívoca. Véase.
Sigo, pues, insistiendo en la necesidad de que los medios difundan el teatro con la atención a la crítica formada y formadora; pero no. Hoy, lamentablemente, se publica, también en Hoy, un anuncio con la programación del Festival de hace tres días, la del viernes 3 y el sábado 4, con El Lazarillo de Tormes de Miguel Murillo y Las mujeres sabias de Molière. Un error. Menos justificable es este otro que anuncia que "Alcántara ofrece esta noche la antología de Fernando Rojas", cuando se trata del ya referido aquí autor de Entre bobos anda el juego, Francisco de Rojas Zorrilla. Lo peor es que está así en la programación del Festival, y los medios no hacen otra cosa que repetirlo.
Cierto es, profesor Lama, esta mañana escuché en la Cadena Ser, en los informativos regionales si no me falla la memoria, que en cartel del citado festival se anunciaba una "antología de comedias de Fernando de Rojas" textual. Creo que también, entre el estupor, me pareció oír algo como que el esquema argumental se basaba en su vida o algo así, lo que pasa es que entre el calor del coche y la sorpresa de la obra, ya no defendería tan afirmación a capa y espada...
ResponderEliminarSí, Raiko, parece que el hilo conductor es el autor; pero como excusa para representar una síntesis de tres de sus obras. No puedo opinar porque no la he visto ni puedo verla. Este año, por circunstancias, no puedo ir a Alcántara.
ResponderEliminarLos medios extremeños siempre han sido unos ignorantes de la realidad teatral de los Festivales.
ResponderEliminarVan y toman al dictado lo que les dicen sus organizadores en las ruedas de prensa, antes y después de la función. Y erran en las fotos porque muchos ni siquiera ven las funciones.
Son un desastre.
No todos. Algunos distinguen entre Fernando, Francisco, y aún más: entre Francisco de Rojas Zorrilla y Francisco de Rojas Álvarez y parentelas varias.
ResponderEliminarClaro que tampoco es tan raro fiarse de un programa (errado) sin ponerse a buscar quién escribió qué. Más cintura, señores, o menos pasividad: porque tampoco cuesta nada levantar el teléfono o mandar un correo electrónico, lo mismo que se escribe en un blog, para sacar del error a quien sea.
Y esperen a que llegue Julio Bocca, que aquí confunden a John Ford escritor con John Ford cineasta. Bueno, no es que los confundan: es que del primero no han oído hablar. El siglo XVII queda lejos. Me temo que ni los profesores de Literatura han oído hablar de él...
Por cierto, después de la función, nunca hay rueda de prensa. Imposible tomar al dictado lo que no existe. Todo lo más, después de la función, hay canutazo.
EXCUSA esta mal informada. En el Festival de Mérida los organizadores preparan una rueda de prensa en el Peristilo del Teatro Romano, con los artistas de la función, que naturalmente les cuentan lo magnifica que ha resultado la función. Después,a todos los invitan a un buen ágape.
ResponderEliminarNo hay críticos sino periodistas complacientes adictos al ágape.
Tiene razón UNAEXCUSA, sin embargo, en defender a los periodistas, a los que saben hacer su trabajo. No quiero pasar por injusto ni por generalizar. Siempre que se pueda, hay que avisar del error, para que no se dé o para que se corrija lo antes posible. A veces, no hay más que rendirse ante los hechos consumados.
ResponderEliminarUNAEXCUSA es, por otro lado, y en otro sitio, la segunda persona que hace que me lamente de no haber visto en Mérida LOS PERSAS de Calixto Bieito. Me quedo con lo que ella dice, y no con lo que publicó ayer en el HOY un espectador de Mérida. Saludos.
Por cierto, seguro que algunos profesores de literatura saben que Ford fue un autor de la época isabelina. Creo que se hizo una película, basada en una de las obras del autor más famosas, quizá por su título, LÁSTIMA QUE SEA UNA PUTA.
ResponderEliminarPues te has perdido uno de los mejores espect�culos que han pasado por el teatro romano (LOS PERSAS).
ResponderEliminarYo tampoco estoy de acuerdo con el de la carta del HOY, aunque sea cierto que la obra no tiene nada o muy poco de teatro grecolatino.
Hay una cr�tica de Villafaina en El Periodico Extremadura que lo explica muy bien. Pero dice que hay quitarse el sombrero por la puesta en escena.
Anónimo, me temo que no estoy mal informada. Cubro el Festival de Teatro Clásico de Mérida ("quiero cultura, quiero cultura": la madre que me parió) y lo que hacen después se llama canutazo: no es rueda de prensa. No comprendo las ruedas de prensa, pero ésa es otra cuestión. Vamos, que soy una de las periodistas complacientes adictas al ágape (sí, sí: no tengo ningún rubor en admitirlo: lo mío con el jamón serrano, la miel de las Villuercas, las tortas del Casar y la Serena, la carne de retinto, la carne de cordero y los pasteles se llama adicción: una intenta pasarse a las acelgas, pero aún no ha sido capaz de apreciar esa explosión de sabor en todo lo que vale).
ResponderEliminarMiguel Ángel -qué confianzas, Diso-, el día 25 de agosto está en Niebla (que cae medianamente cerca) y en marzo de 2008, en el Teatre Romea de Barcelona. No sé hacia dónde va más: creo que a Sagunto y que estará dos años en gira. Hablo de Los Persas, de Calixto Bieito, por supuesto, que al final me tragué cuatro veces. Ahora dirán: claro, como los periodistas entráis gratis... Pues no, perdonen: yo entro gratis cuando trabajo: si la quiero ver otra vez, pago mi entrada.
Y sí, (y ahora hablo del incesto de Ford estilo Trakl), se hizo una película, que se llama "Adiós, hermano cruel", que es de Griffi (no de Griffith). Seguro que algunos saben quién es Ford, pero todavía recuerdo aquella clase de instituto en la que se me ocurrió hablar del Ulises de Tennyson y mi profesora (de literatura) me rebatió porque el Ulises es de Joyce. Desde entonces tampoco me fío de los profesores de Literatura, que son unos incultos y un desastre (¿A que poniendo este ejemplo se ve mejor la gilipollez de generalizar?).
En lo de que no hay críticos estoy de acuerdo. Yo, para empezar, no tengo ni idea de teatro. Ni de cine, ni de Literatura, ni de pintura, ni de urbanismo, ni de tantas otras cosas...
Por cierto, no he localizado la carta del HOY, pero la verdad es que tampoco he oído ninguna opinión a favor de Los Persas y sí muchas a favor de Fedra, cuya valoración sí que me reservo...
(Y otra cosa que no tiene nada que ver: me hace gracia observar los mismos enlaces, o casi, en todas las páginas de escritores extremeños que visito).
Ya encontré la carta del HOY. Me sigue haciendo muchísima gracia que se amparen, para criticar esta obra u otra, en que Mérida es un festival de teatro clásico. Y remarcan lo de clásico. Fedra fue otra reescritura, como Los Persas. Todas las obras clásicas que se estrenan son reescrituras, o recreaciones. Ni se interpreta como hace tres siglos ni se respeta el texto de hace veinte ni la escenografía es la misma ni vamos al teatro los mismos...
ResponderEliminarBueno, periodista "excusa" por lo menos re gusta el "canutazo".
ResponderEliminarSoy actor, de los que en ocasiones hizo algún papel en el romano (aunque muchos también de "pecholata). Y conozco los ágapes y otros rollos de los periodistas puestos firmes por el sr. Perlado.
Ya que dices estar informada teatralmente, ¿sabes del pinchazo de "LISISTRATA" en el Festival de Teatro de Olite donde se ha estrenado antes que en Mérida?
Mira la prensa de Navarra y verás... lo que dicen. Algo que aquí os sería dificil de informar a los periodistas del ágape.
Hoy en HOY hay otra carta contra el montaje de LOS PERSAS, de un espectador de Cáceres. Mejor escrita que la anterior, más larga y más contundente y airada. Propone poner en conocimiento de la Fiscalía lo visto el otro día en Mérida.
ResponderEliminarY sí, Anónimo, parece que en el DIARIO DE NAVARRA alguien ha escrito sobre la LISÍSTRATA de Mediero que había más de cien personas en el escenario, pero actores ninguno; que todo resulta una broma, chocarrera y soez; y que todo es un "duro golpe" para el Festival de Olite.
En todos lados cuecen habas. ¡Cuánta gente molesta!
Sí sé del pinchazo de Lisístrata en el Festival de Olite. "¿Re gusta el canutazo?" ¿Eso qué es? ¿Que me relama de gusto, que lo re-guste, que lo deguste dos veces, que lo disfrute? ¿Es una "r" o quería ser una "t" y sobra un espacio? x_X (bonito emoticono: significa algo así como "cara a cuadros").
ResponderEliminarAnónimo: Agradezco, para próximos debates, que el tono despectivo desaparezca. Y el tono de juicio sumarísimo. Y ciertos otros. No tengo edad ni salud para según qué.
Y ahora la pregunta: ¿alguien de por aquí sabe en qué consiste mi trabajo? Porque, vamos, que hasta donde yo alcanzo, hay alguna que otra diferencia entre un periodista y un crítico teatral y entre la información y la opinión.
Tiene razón, anónimo: yo no diré que Lisístrata es una mierda en ningún lugar (salvo que me lo parezca y tomando un café con mis amigos). Pero no es porque me ponga firme el señor Perlado (me temo que ponerme firme a mí es bastante difícil: tengo mi propia firmeza, como los colchones). Es que yo hago información. Y sí: otros se permiten el lujo de ejercer de críticos (teatrales, literarios, etc.) sin conocer de qué se habla, porque en este país anteriormente llamado España, la opinión de cualquier mindundi tiene más valor que la de Kierkegaard. Yo no voy a influir a mis oyentes/lectores/televidentes -dependiendo del medio en el que trabaje- con una opinión que no puedo tener porque yo -a ver, lo pongo en mayúsculas, para que se vea bien grande- NO ENTIENDO DE TEATRO y porque NO ESTOY CUALIFICADA. Así que, obviamente, me ahorro la opinión y, todo lo más y a quien me parezca, pero no públicamente, le diré que me parece una mierda o que me parece fantástica. Pero nunca, nunca, jamás, en un medio de comunicación. Todo lo más, de dos de las obras del Festival de este año (y ninguna de ellas ha sido Los Persas, y mira que me gusta), he dicho que no se la pierdan si tienen la oportunidad de verlas. Y, por cierto, que me cayó una bronca por eso, porque a ver quién soy yo para opinar.
En algunos medios de comunicación y por parte de algunos profesionales, eso se cuida. En otros no. En otros se manda a un periodista a que escriba sobre una obra basándose en si le ha gustado o no le ha gustado. Y a mí eso me parece una falta de decencia, de ética y de respeto. La bondad de una obra no radica en si me gusta a mí o no me gusta a mí. Creo que hay que tener muchísimos más conocimientos de los que yo tengo -y de los que tiene cualquier otra persona que yo conozca- para poder ser crítico. Otra cosa es que aquí una crítica sea un "vamos a ensañarnos buscando defectos", que eso es más bien un ejercicio de desahogo psicológico.
También podríamos entrar en el debate del análisis del discurso periodístico y de que lo que parece información puede ser una manipulación que vierta mil y una opiniones soterradamente, porque el que trama, si trama, lo hace por debajo, Eco dixit... Pero eso ya es hilar muy fino.
Pero vamos, que yo no sé para qué me meto en estos berenjenales, cuando lo que quería decir era que sí, hombre, que no todos somos inútiles, que algunos hasta leemos y vemos películas... No entro en ningún lugar para que se me ataque porque resulta que se me ocurrió estudiar cierta carrera. Y menos aún porque como jamón después de 15, 17 ó 19 horas de trabajo en la misma jornada laboral.
EXCUSÁ, perdona si te ofendí o molesté. No es mi intención debatir en tono despectivo ni sumarísimo ni de ningún otro. Tal vez tú lo has visto así y te has puesto a la defensiva… Llanamente expreso lo que pienso sobre lo que he visto de los medios de comunicación en el teatro romano.
ResponderEliminarMás o menos estoy de acuerdo con esa lección que dispensas sobre información periodística y crítica. Y de que luego cada uno es como es… Yo lo que he dicho no es mentira. Además recuerdo haber oído a Leandro Pozas, un actor que trabajó muchos años en la radio e hizo críticas teatrales en el HOY, que era vergonzoso ver su comentario al lado de una información del mismo espectáculo donde con gran desproporción en la forma, donde más de tres cuartas partes de página con grandes titulares y fotos para la noticia y menos de una cuarta para la crítica, y en el fondo, donde la noticia elogiaba con desmesura el espectáculo y la crítica razonadamente decía lo contrario.
En fin, lo que veo es que los periodistas de los medios extremeños son poco objetivos. Dedican mucho espacio a confundir o idiotizar al personal. La representación que se hace en los medios la mayoría de las veces tiene poco que ver con la realidad de la que se hace en el escenario.
Otra aclaración es la cuestión tan trascendente que te has planteado con una simple errata. Donde dice “por lo menos re gusta el canutazo”, debía decir “por lo menos reconoces que te gusta el canutazo”.
Estimado profe, LAMA, en todos los sitios cuecen habas, es cierto, pero usted que es inteligente reconocer� lo vergonzoso que resulta para el Festival y para Extremadura el comentario de fondo que han hecho en Navarra sobre el estreno de Lisistra en Olite. Que no es el que usted resume.
ResponderEliminarTengo algunos amigos que participan y se lamentan de esas funciones comerciales hechas con precipitaci�n
�Por qu� intereses?
Ir� a ver la obra al romano. Espero que la dura cr�tica haya hecho mejorar el espect�culo. As� lo deseo.
Sí, pueden resultar preocupante para el Festival o para Extremadura las duras críticas al remontaje de la LISÍSTRATA de Mediero; pero, como todo, hay que relativizar. Hace muchos años que algunos montajes de Mediero en Mérida vienen 'escandalizando' por aquello de que no es 'clásico'.
ResponderEliminarSobre todo, lo importante es crearse la propia opinión viendo la obra; cosa que yo no podré hacer.
Aprecio a Manolo Martínez Mediero y considero merecido el homenaje que se le ofrece. Su lugar en la escena teatral española de un período determinado de nuestra historia es irreprochable. En mi opinión.
Los periódicos tienen un editor, un jefe de sección, se llama, que decide el espacio que se le da a la crítica y el espacio que se le da a la información que ofrece el periodista, impar o par, salida, entrada. En la inmensa mayoría de los casos, por no decir en todos, la crítica se engloba en un despiece (esto es, un recuadrito, o una columna, al lado de la noticia principal, que es el estreno: un periódico está hecho de noticias, de algo de análisis y de algo de opinión, pero el grueso es información. Se da la noticia y el análisis, y la noticia ha de ocupar más que el análisis). A mí también me ha pasado lo que a Leandro Pozas, pero al contrario: mi crítico puso a Los Persas a caer de un burro... Y yo lo que pensé fue: "Chaval, no tienes ni puta idea". Pero qué quieres que le haga...
ResponderEliminarOtra cosa es que aquí se haga crítica. No en Extremadura, digo: en España. Yo sólo he leído crítica, cinematográfica, en un muy determinado medio de comunicación, y sólo en ése. Lo otro es juntar palabras para verter mi opinión sobre la obra. Y a mí la opinión de fulanito de tal no me interesa, a no ser que se llame Shakespeare, Ibsen o Williams. Pero esos tres hace mucho que crían malvas.
Si a una persona le resulta vergonzoso ver su crítica al lado de una información de un periodista que no tiene criterio, que no la escriba, que no la publique y que comente su opinión y su crítica en el bar con sus amigos. Es así de fácil. Otra cosa es que queda muy tal que así escribir artículos, decir yo soy crítico de teatro y publico en el HOY, que es el diario de mayor tirada y de referencia de la región, y encima se me va a leer y mi nombre va a sonar o, aún más, mi nombre ya suena y encima le hago un favor al medio porque le doy prestigio... Que el jueguecito de los medios de comunicación y de la crítica a los medios de comunicación en los que perdemos el culo por salir y por firmar ya nos la conocemos todos...
"Los periodistas de los medios extremeños son poco objetivos". Y menos mal, que yo no soy objeto (José Bergamín dixit). No soy objetiva. No soy imparcial. Me parece asqueroso, además de una falta de ética profesional abrumadora, ser objetivo y ser imparcial. La objetividad no existe. Y, aunque existiera, no la quiero. Yo no voy a hablar nunca objetivamente de un tío que viola a una mujer, de un tío que la mata, o de un político que instiga a sus bases para que cometan crímenes de odio. Y el mismo rasero que me vale para unas noticias, me vale para las otras.
Y esto... Agradecería que, si se me va a rebatir, se me leyera. Yo no he dicho jamás que me guste un canutazo. Lo que sí he dicho es que me gusta el jamón...
Profe, fui a ver LISISTRATA, y me pareció un espectáculo penoso.
ResponderEliminarNo te pierdes nada si no vas. Sobre todo me dio pena por Mediero, pues estoy de acuerdo contigo que escribió muy buenas obras, sobre todo antes de la democracia, aunque luego se estancó en esta (su penúltimo montaje CESAR Y CLEOPATRA en el romano también fue penoso), pero creo que merecía un mejor homenaje.
Yo no ví la LISISTRATA de 1980 porque por esa época andaba en dodoti, pero estuve en el Peristilo con algunos actores que participaron en aquella versión, como Bely Cienfuegos, Guillermo Galán…, y les oi decir que este espectáculo no es ni la sombra del que tuvo mucho éxito hace 27 años.
Lo que no entiendo es por qué llevaron esta obra a Olite.
Lo lamento, Anónimo (¿Cómo te llamas?). Y es una lástima por el propio Mediero. Saludos.
ResponderEliminarPuestos a continuar el debta teatral, el diario HOY publica este sábado una carta de Abel García que merece la pena. Dice así:
ResponderEliminarYo también fui a ver 'Los Persas', también estuve allí, y por lo que se ve, estuve el día que fuimos todos los iletrados en la materia, ya que no vi que nadie se marchara antes, no vi esas malas caras, no palpé ese descontento, y por supuesto ni yo ni ninguno de mis compañeros (7) nos sentimos ofendidos, como exponía días atrás algún lector. Todo lo contrario, los integrantes del grupo que acudimos al teatro salimos conmovidos y encantados con la obra, con el tratamiento provocador del tema y con la forma de llegar a lo más profundo de nuestras acomodadas conciencias, para tratar, desde una perspectiva muy diferente a la que a menudo nos ofrecen los telediarios, un tema tan delicado como son las guerras.
Nos alegró poder tener otra visión de esas guerras, a menudo escondidas bajo el eufemismo «misiones de paz». Otra visión de lo que hace un soldado, diferente a la de los anuncios televisivos en los que bajo una banda sonora emocionante van apareciendo preciosas fotografías de militares felices y alegres, fotografías aderezadas con mensajes como: «aventura», «amistad», «compañerismo»... u otros spots con soldados esquiando sobre nieve virgen, montando en moto por la naturaleza, escalando preciosas montañas... -como si de unas emocionantes vacaciones se tratara. La obra ofrece, porqué no decirlo, un pellizco de realismo espeluznante, que hace reflexionar al espectador sobre la realidad de las guerras, los ejércitos, las armas y lo que se vive realmente en estas «misiones de paz» .
No dudo que hay soldados, que creen en su trabajo como medio para conseguir la paz y la justicia, soldados que acuden a estos conflictos bélicos guiados por nobles y altruistas valores, pero por desgracia, seguramente todos (al menos yo) conozcamos a muchos que han acudido a lugares como Kosovo, Bosnia, Afganistán... incitados por el coche que podrían comprar al volver, y cuyas motivaciones tenían más que ver con el consumismo -que hoy nos consume- que con el altruismo de los primeros.
¿Por qué tanta ofensa por mostrar también esta realidad?.
Afortunadamente, y aunque incomode presenciar «otra visión» de las «misiones de paz» nos puede ayudar a reflexionar más profundamente sobre éstas y a cuestionarnos aspectos que normalmente se nos ocultan. ¿Chapeau por la obra!
Penoso no es el adjetivo que yo he utilizado cuando me he referido a Lisístrata. He dicho horrible, asqueroso, horroroso...
ResponderEliminarMediero se pasó todas sus intervenciones públicas arremetiendo contra Los Persas. Que a la gente había que darle teatro, que es lo que él hace (y lo que hacen Lope de Vega, O'Neill y Pasos -las comparaciones son odiosas-), que hacer una obra de hora y poco era muy fácil y que qué hacía una guerra en un teatro romano... La primera en la frente: la falta de clase.
Eso sí, una frase mereció el aplauso silencioso de todos los periodistas que estábamos allí. Cuando le dio las gracias a la Madre Junta. Ole por la sinceridad, y por la asunción de lo que uno debe y a quién lo debe.
La obra fue un caca - culo - pedo - pis. Un humor chocarrero, que a mí no me parece humorístico porque me revuelve las tripas -y no es que yo sea pacata, soy la mujer más explícita del mundo: no tiene nada que ver con la estrechez de uno-. Una obra que, en teoría, reivindicaba a la mujer y es lo más machista y lo más homófobo en el escenario que he visto nunca. Que tampoco me importa una obra machista y homófoba, pero que no se me venda como lo contrario y que no se me hable de compromiso político cuando se me hace propaganda. Una obra que se vendió como irónica y de ironía no tenía nada, porque la ironía es inteligente y la inteligencia no apareció en ningún párrafo. Una obra con unos anacronismos chirriantes y unos ajustes de cuentas del autor que no venían al caso (que si la carca Real Sociedad Económica de Amigos del País, que si el 112. Hasta Caperucita Roja salió por ahí, que si Perrault levantara la cabeza...).
Y en fin: que llevo años oyendo hablar de las bondades de este hombre y de lo bien que escribe... y le pegó mil doscientas patadas a la Gramática: el coro de lechuzas no usaba ni un gerundio bien; la sintaxis se la cargó en tropecientas mil frases... Yo estaba en el palco flipando y muerta de vergüenza porque tengo un sentido del ridículo (ajeno) exacerbado.
Y al final, tanta ética profesional y tanta leches y me la pasé por el forro y opiné. Textualmente: "Hay a quien le gusta cierto tipo de humor grueso, soez y chocarrero, y hay quien se ríe a carcajadas con ciertos tópicos, con ciertos arquetipos ridiculizados hasta la saciedad y hasta hay quien llama a todo eso hacer teatro". Y que era una obra de risa fácil, o difícil, depende de lo formado culturalmente que esté el público que ve la obra. Si es que no se puede hablar, carajo.
Lo de mi nombre no creo que tenga importancia, profe. Pero te diré quien soy. Alguien interesado por la cultura y el arte. Conozco a un compañero que tiene su blog en la red de EXTREMADURA POSITIVA, que me animó a leer sus artículos. No hace mucho. Te confieso que leo algunos artículos de ellos, que a pesar comulgar ideologicamente me resultan un poco palizas. Pocos me han interesado. Entre ellos los tuyos. Y como pertenezco al mundo de los "comicos" me ha sido grato participar en el blob sobre este tema de los medios informativos extremeños en los Festivales de Teatro, a los que asisto regularmente.
ResponderEliminarHombre, anónimo, pero siempre se puede uno poner un nick... Más que nada, para saber a qué anónimo se dirige uno...
ResponderEliminar(Por cierto, odio lo de la verificación de la palabra: en pocos blogs hay spam y, si alguno viene a casa a insultar, siempre se pueden borrar los comentarios. Que, sí, es una de las cosas maravillosas que tiene este medio de comunicación... siempre que la gente comente, claro).
Gracias, Javier (Puntos de vista y... nada más), por poner aquí la carta de Abel García Bermejo en HOY. Desde luego, era necesaria esa lanza, y más...
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