Hoy he escuchado en la Facultad de Filosofía y Letras, de la propia voz de su autor, José María Micó, un poema que ya había leído en su libro La sangre de los fósiles (Barcelona, Tusquets, 2005). Ha participado en un recital de poesía junto a Jordi Virallonga y Antonio Jiménez Millán. Una lectura memorable. Por lo triple también.
El poema de J.M. Micó era "Cementerio alemán", uno más de la estirpe iniciada, creo, por Álvaro Valverde en Una oculta razón cuando dedicó un texto al cementerio alemán situado a la orilla de la carretera que une Cuacos de Yuste con el Monasterio. Micó tiene fechado el poema el 15 de noviembre de 2000, "Con Jordi y con Eduard". Es decir, con el citado Jordi Virallonga y con el también poeta Eduard Sanahuja, que le acompañaron ese día en la visita al pequeño cementerio. Micó ha dicho hoy que aquel día de noviembre quedaron los tres poetas en dedicarle unos versos a aquel motivo. Sólo Micó cumplió, ha dicho.
Hace casi exactamente un año que Álvaro Valverde dedicaba un texto en su blog a este motivo poético en que se ha convertido el cementerio alemán de Yuste. Él citaba también otro poema de José Carlos Llop, de La dádiva, y lo de Treinta monedas de José Luis García Martín. Hay otro de Juan Lamillar. Y no sé, si a esta hora, ya habrá uno de Lorenzo Oliván, a quien incitó el propio Álvaro.
Cementerio alemán de Yuste. Un motivo poético.