jueves, enero 18, 2024

Los encartelados

En la primavera de 1968 se publicó en París la novela anónima Los encartelados. Novela programa, en cuyas primeras páginas el personaje de Eusebio Martín, tipógrafo de cuarenta y nueve años, salía el domingo 20 de octubre de ese año a la calle principal de Villacorte, capital de Trujiberia, que celebraba en aquellos días el trigésimo aniversario de la proclamación del Mariscal Tranco como Jefe del Gobierno, con un cartel que decía: «EN NOMBRE DEL 71% DE LOS TRUJÍBEROS PIDO RESPETUOSAMENTE AL MARISCAL TRANCO, SALVADOR DE LA PATRIA, QUE CONVOQUE ELECCIONES LIBRES A LA JEFATURA DEL ESTADO». La novela llevaba la nota siguiente: «Esta novela es un programa. El autor, que por razones evidentes oculta provisionalmente su nombre, se propone iniciar en persona la ejecución del primer capítulo el 20 de octubre de 1968, confiando en que otros tomarán a su cargo la ejecución de los restantes. G. A.» Efectivamente, ese día, el licenciado en Derecho y traductor de la UNESCO, Gonzalo Arias, residente en París, que había introducido en España unos tres mil ejemplares de la novela de forma clandestina, salió a andar desde la calle Princesa de Madrid en dirección a la Plaza de España con dos carteles prendidos en pecho y espalda con el siguiente texto: «EN NOMBRE DEL PUEBLO ESPAÑOL (DESEOSO DE SEGUIR EL EJEMPLO CÍVICO DE LOS GUINEANOS) PIDO RESPETUOSAMENTE QUE SE CONVOQUEN ELECCIONES LIBRES A LA JEFATURA DEL ESTADO». A los diez minutos fue interceptado por la policía, y llevado detenido a la Dirección General de Seguridad. Tras varias semanas privado de libertad, fue juzgado por el Tribunal de Orden Público el doce de febrero de 1969 y sentenciado a siete meses de prisión menor y multa de diez mil pesetas. Los encartelados se reeditó en Francia, ya con el nombre de su autor en la portada, en la editorial Ruedo Ibérico en 1971, con un apéndice documental con la referida sentencia, cartas de Arias y otros textos sobre aquellas circunstancias y el movimiento de la no-violencia y la objeción de conciencia. Hace unos meses, en octubre de 2023, después de cincuenta y cinco años desde la primera edición, la novela de Gonzalo Arias se publicó por primera vez en España: Gonzalo Arias, Los encartelados. Novela programa. Edición de Bénédicte Vauthier. Valladolid, Ediciones Universidad de Valladolid (Col. Fractales, 5), 2023. Es una excepcional edición la de esta catedrática de Literatura Española y directora del Instituto de Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad de Berna, que ha escrito un luminoso y combativo estudio introductorio bajo el título «"Operación 'Encartelados'": performance estética y desobediencia civil en el tardofranquismo» (págs. 13-76), en el que sitúa las circunstancias de publicación de la novela, aporta datos biográficos de su autor, el vallisoletano Gonzalo Arias (1926-2008), y reconstruye la historia de los encartelados desde octubre de 1968 hasta agosto de 1971. Muy buena conocedora de la narrativa de Juan Goytisolo, Bénédicte Vauthier destaca al novelista barcelonés como uno de los primeros que llamó la atención sobre la novela de Arias en un artículo publicado a finales de 1971 —luego incluido en su volumen de ensayos Disidencias (Seix Barral, 1977)—, en el que consideró al autor de Los encartelados como un símbolo del escritor realmente comprometido, como «el único autor español que ha trasladado a la realidad, al mundo, el espacio de su escritura convirtiendo la calle en papel y el papel en calle» (pág. 161, de Disidencias). Bénédicte Vauthier hace suya esa reivindicación para situar la novela de Gonzalo Arias en «la historia del arte español comprometido con los valores democráticos» (pág. 64) y a su autor como uno de «los primeros representantes españoles de un movimiento noviolento de oposición ciudadana o cívica» (pág. 67). El texto no sobresale por sus valores literarios —las pretensiones de Arias, que escribió varios ensayos sobre la no-violencia, no eran las de un novelista—; pero su ausencia de las historias de la literatura se debe más a su declarada orientación política en un contexto que la autora del estudio relaciona con las movilizaciones ciudadanas de los indignados del 15-M y los postulados de autores que, como Isaac Rosa, se comprometen hoy con el lenguaje literario y con la política y reivindican la dimensión discursiva —en palabras de Vauthier— de la literatura como resistencia. Es de celebrar que contemos hoy con una edición tan completa, que incluye todos los materiales de la original en su «Apéndice documental», y que sitúa brillantemente aquella singular novela performativa en su contexto y en nuestro contexto, casi como un deseo de que ética y estética se unan en un mismo propósito declaradamente progresista y no violento.

2 comentarios:

  1. Me alegra que haya llegado a tus manos. Como sabes, la presentamos en el programa que coordino en Valladolid, Valladolid Letraherido y la presentación fue un momento de felicidad para mí, por muchas razones. Extraordinaria edición, que aborda el texto de forma definitiva.

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  2. Sí, Pedro, y enhorabuena por tu labor. Sabes lo cercano que estoy a esa edición. Un abrazo.

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