No he querido mirar mucho más atrás en esta costumbre mía de fijarme en fechas señaladas, porque seguro que saldrá algún apunte del primer día de mayo de otros años […] Lo sabía. El primer día de mayo de 2019 fue bien triste por culpa de la muerte de Luis Costillo. Y no digo nada del primero de mayo del año pasado, del que escribí aquí desde el diario de un confinamiento. Cómo va pasando todo. Como las imágenes esta mañana —así han ido corriendo— en un paseo luminoso por calles y avenidas, y por un parque exuberante y casi despoblado, desde el que volví a casa cargado de la prensa que a última hora del día todavía leo. Escucho buena música.
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