En la casa de un vecino había albañiles trabajando. Desde mi baño se escuchaba la labor. Una tarde, el sonido era el mismo que tantas veces he escuchado en los cementerios. El
rorro circular en el capazo de goma para la mezcla, el
chof del cemento, el
ras de la paleta de alisar.
Chof y
ras-ras, chof y
ras-ras... Y el acabado con la llana. Y el acabose, terminada la faena.
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