Cuando leí el 23 de septiembre pasado en El Cultural el artículo de Ignacio Echevarría «Memoria borrada» —el reclamo de la portada era más llamativo: «Bolaño borrado. La historia silenciada de los inéditos del escritor»— me irrité porque se aireaba, como si fuese una noticia literaria de importancia, un asunto particular sobre el que muy pocos pueden tener opinión fundamentada. Hoy, El País, para criticar el estúpido e ineducado gesto de Unidos Podemos de ausentarse ayer durante el minuto de silencio que se guardó en el Parlamento por la muerte de Rita Barberá, ha llevado al editorial que «el populismo busca la diferenciación con gestos, afirmaciones o espectáculos destinados a ocupar las primeras páginas de los periódicos y las aperturas de informativos de radio y televisión». Acabáramos. Como si la política, en general y de todo color, no tuviese el golpe de efecto como un principio definitorio. Y los actores mediáticos. Y los expertos en publicidad. O los periódicos en connivencia con las editoriales, como El País. Hoy, en el mismo periódico, publica Ignacio Echevarría una réplica —«Desmentido de un presunto albacea»— al artículo de Carolina López, viuda del escritor chileno, publicado ayer también en El País —«La verdad sobre Bolaño». ¿Pero la verdad sobre Bolaño no está en su literatura? ¿De verdad van a venderse más libros de Roberto Bolaño por esto? Desgraciadamente, sí; hay que admitirlo. Aunque, en fin, algunos ingenuos computemos en cuentas distintas los libros que se venden y los libros que se leen, porque nos vale más que se lean, que es la única manera de saber desobedecer a los que mandan. No. Esto no es la literatura. La literatura es la obra escrita por Bolaño, sus libros, que no sé si la gente lee con la misma gana y el mismo aprovechamiento que estos líos que no sobrepasan los tabiques de los más allegados y a los que se da tratamiento periodístico de revelación. La obra de Roberto Bolaño se funda en la derrota, escribió Miguel Casado en un luminoso ensayo sobre la poesía —sí, la poesía— del autor de 2666 —Miguel Casado, Literalmente y en todos los sentidos. Desde la poesía de Roberto Bolaño, Madrid, Libros de la resistencia, 2015—; y algunos están empeñados en sacar el partido que sea a su posteridad. Qué lejos esto de las ideas-juego de Amalfitano, el personaje de la novela citada, qué lejos de convertir el caos en orden (literario).
¡Ole!
ResponderEliminar