Aunque tenga un propósito preferentemente divulgativo y una orientación académica para estudiantes de portugués, una Historia de la literatura portuguesa publicada en Extremadura (en España) debería tener más eco. Es un acontecimiento editorial reseñable por su significación en el contexto del conocimiento aquí de la lengua y la cultura portuguesas; y es una tarea difícil, sin duda, redactar una historia así en un volumen de poco más de quinientas páginas; pero posible, a la vista de esta edición propiciada por el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas de la Junta de Extremadura. No dispongo de toda la información, pero me resulta escaso el espacio dedicado en la prensa a este libro; con tan solo una reseña de Manuel Pecellín y una columna de la periodista Mercedes Barrado, que vive y fomenta su mundo raro, que lo saludó como un libro que puede descubrir muchas cosas (Hoy, sábado, 10 de noviembre de 2011). Es el primer manual de literatura lusa nacido del área de Filologías Gallega y Portuguesa de la Universidad de Extremadura, elaborado por Juan M. Carrasco González, Mª Jesús Fernández García, que hace las veces de coordinadora, Mª Luísa Trindade Madeira Leal y Iolanda Ogando. Está organizado en seis grandes capítulos correspondientes a seis grandes tramos cronológicos que historian la literatura portuguesa, desde la Edad Media, con la formación del Reino de Portugal y el estudio de la lírica y la prosa medievales —a cargo de Mª Luísa Leal y Mª Jesús Fernández—, hasta la literatura de los siglos XX y XXI con nuevos nombres como Gonçalo Tavares, José Luís Peixoto o valter hugo mãe, por citar tres de los que hemos tenido ocasión de conocer aquí.
La obra está llamativamente desequilibrada en sus contenidos, pues casi la mitad de todo el volumen la ocupa el capítulo VI "La literatura de los siglos XX y XXI", redactado por María Jesús Fernández; lo que contrasta mucho con las quince páginas del capítulo sobre la literatura del siglo XVIII, escrito por Iolanda Ogando, que subraya oportunamente figuras como la de la Marquesa de Alorna, la Madame de Stäel portuguesa, como la llama. Yo creo que ese desequilibrio no es solo porque la propia materia así lo exija. Por ejemplo, no es lo mismo escribir —Juan Carrasco, María Luísa Leal y Mª Jesús Fernández— sobre el gran siglo XVI de Camões y Os Lusiadas, de la novela de Bernardim Ribeiro o del teatro de Gil Vicente, que hacerlo sobre el ciertamente raquítico siglo XVII, que tanto se resiente de la presencia española, en un capítulo breve, de Juan Carrasco, que no llega a las treinta páginas. La obra, en fin, creo que tiene esas diferencias de tratamiento por su carácter divulgativo y su afán de lograr lectores para tan cercana y extraordinaria literatura; y de ahí que el acento se ponga en lo más próximo, lo más actual. Por eso, medio libro se dedica, partiendo de la vanguardia modernista de Orpheu, a cumbres como Fernando Pessoa, Teixeira de Pascoaes, Miguel Torga, Carlos de Oliveira, Sophia de Mello Breyner Andresen, Mário Cesariny, António Ramos Rosa, José Saramago, Herberto Hélder, António Lobo Antunes... ¡Uf! Y aviso para los irresolutos: todas las citas textuales están traducidas al español a pie de página.
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