Me parece que fue
Nondum venit hora mea lo que dijo Jesucristo (San Juan, II, 4): "Aún no ha llegado mi hora". Pues
Nondum venit hora tua es lo que escribió Cadalso en una carta a su amigo Tomás de Iriarte, allá por 1774, para decirle que ya le daría respuesta comentada al poema que éste le envió. Recuerdo mucho esto cuando recibo un libro acompañado de una nota en la que se me
invita a escribir algo. Suelo cumplir, pero a mi ritmo. Y estoy convencido de que las mejores
reseñas de urgencia, es decir, las más oportunas, son las que se publican tras el correr de los años. Por eso
sorprenden; y, además, confirman el valor de la obra.
Quizá sea cierto lo que dijo Unamuno: La peor forma de leer un libro es sabiendo que luego se tendrá que escribir algo sobre él. Estoy de acuerdo con usted: las mejores "reseñas de urgencia" tardan mucho tiempo en acabarse; pensemos sólo en el ritmo geológico (por llamarlo así) con el que escribía el gran Augusto Monterroso. Saludos.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. A la lectura, como a la escritura, es mejor darla tiempo. Solamente así podremos apreciar en su totalidad todos los sentimientos provocados por esa lectura. Malos o buenos. Y si el libro sigue en nuestra mente tanto tiempo intacto, seguro que serán de los segundos.
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