Me gustan libros como éste. No es que te ofrezcan algo nuevo; es la manera en que te muestran lo ya conocido. Además, estoy seguro de que para algunos será el primer conocimiento de un autor universal; y será una buena puerta de entrada a su decir y a su pensar. Sea. Una selecta muestra de Sentencias y donaires, de Antonio Machado, en edición de Manuel Neila (Sevilla, Renacimiento -Colección A la mínima-, 2010), que me dice más que otras antologías del maestro. La hace un poeta y profesor (Hervás, 1950), cuya inclinación aforística como escritor y crítico se expresa en esta forma de darnos a un Machado esencial. Conozco buena parte de toda la obra de Neila; pero esta vez la veo a través de otros. No solo Machado. También por su edición de José García-Vela, Hogares humildes [Obra poética] (Sevilla, Renacimiento -Colección Biblioteca de Rescate-, 2010), para la que escribe una jugosa introducción titulada "Las huellas de José García-Vela" que es el primer texto que vi dedicado a José Mª Martínez Cachero, el catedrático ovetense fallecido hace ya casi un año. La poesía del asturiano García-Vela, muerto antes de cumplir los veintiocho años, se reduce a un libro, Hogares humildes (1909), que fue reseñado por Enrique Díez-Canedo; pero aquí se da otro inédito que dejó el autor, aun sin rematar, como fue Las huellas de los muertos, que Neila edita por primera vez. A Manuel Neila, pues, debemos ya mucho más que habernos dado sus propias creaciones. Es solo un apunte.
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