lunes, enero 31, 2011
Inquietud
Cada vez me ocurre con más frecuencia. Es indignación por mi propia soberbia descubierta en un enfado por una simpleza. Con conocimiento cabal, es decir, con el respeto debido a los que sufren las penalidades de una situación de crisis grave, protesto por algunas actitudes, por ciertas realidades, por despreciables modos, por tonterías. Hoy me he quedado estupefacto al leer en un periódico que el entrenador del Real Madrid, que ayer perdió 1-0 contra el Osasuna, ha declarado que les faltó gol. Y se lo publican. Como lo dicho por una viandante fumadora de Cáceres que dice no estar "segura de pasar fumando" por la acera delante de una clínica. Ya pasará; la resaca, digo; tampoco la falta de sentido común, que se agiganta que asusta. Lo que me ha asustado hoy es lo que he visto en las aulas 25 y 26 de mi Facultad. Me parecía haber retrocedido unos veinte años. Dos aulas contiguas repletas de alumnos de primero haciendo un examen escrito. Unos ciento cincuenta alumnos del Plan Bolonia. Los de la reforma educativa y la atención personalizada.
jueves, enero 27, 2011
Suroeste. Revista de literaturas ibéricas
Como Álvaro Valverde, dedico, en el mismo día, unas líneas a la aparición del primer número de la revista de literaturas ibéricas Suroeste. No en vano compartimos —además—, junto a Eloísa Álvarez, Fernando Pinto do Amaral, Juan Manuel Bonet, Perfecto Cuadrado, António Cándido Franco, Martín López-Vega, João de Melo y Eduardo Pitta, un lugar en el consejo asesor de esta publicación anual dirigida por un amigo como Antonio Sáez Delgado y con un consejo de redacción compuesto por Antonio Franco Domínguez, Luis Manuel Gaspar, Gabriel Magalhães y Javier Rodríguez Marcos. El diseño es de Luis Costillo, y la parte gráfica de este número ha corrido a cargo de los fotógrafos Pedro J. Gómez y Pablo López y de los ilustradores Emilio Gañán, Luis Manuel Gaspar y Raúl Valerio. El colofón reza que "El primer número de SUROESTE, Revista de literaturas ibéricas, se imprimió en Badajoz en enero de dos mil once." Suroeste es descendiente directa y legítima de Espacio/Espaço Escrito, cuyos editores, el Departamento de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz y la Editora Regional de Extremadura, sustentan ahora este nuevo proyecto que afirma la interlocución de los dos, y más, países, y de las dos lenguas. Remito a lo escrito por Álvaro Valverde en la entrada de su blog sobre la referencia de Fernando Pessoa que tomaba como cita de cabecera la revista fundada por Ángel Campos Pámpano y la que toma Suroeste de José de Almada Negreiros, presente también en el interior con la reedición de su poema Litoral (1916), dedicado al pintor Amadeo de Souza-Cardoso. Que Suroeste sea hija de Espacio/Espaço Escrito es sólo una verdad a medias. Nace con personalidad propia, y tiene su alma mater en la portentosa exposición Suroeste. Relaciones literarias y artísticas entre Portugal y España (1890-1936) que se celebró en Badajoz —lamentablemente, sólo allí— entre marzo y mayo de 2010, y cuyo catálogo, el más alto testimonio bibliográfico contemporáneo de este diálogo artístico, tiene tantas conexiones con quienes han promovido este gran proyecto de Suroeste. Revista de literaturas ibéricas, que sale a un precio de 12 € y con la que se puede contactar en suroesterevista@gmail.com. Sus secciones: Poesía, Narrativa, Ensayo y Escaparate de libros.
miércoles, enero 26, 2011
La novela de Diego Doncel
No hace mucho que conversaba con Diego Doncel sobre el incontestable salto cualitativo de la poesía de autores extremeños en los últimos veinte o veinticinco años, y del lugar que ocupa en el panorama de la poesía española contemporánea. Lo importante es que esto es aplicable a la novela, aunque haya tardado más, y sean los noventa el momento de la explosión. Hace años no habría imaginado —o sí— que autores como él, como Jorge Márquez o como Álvaro Valverde, encasillados, en el mejor de los sentidos, en sus géneros, ocupasen también páginas de importancia en los estados de la cuestión de la novela. El caso de Diego Doncel es especialmente significativo en lo que tiene de exploración de unas nuevas vías de expresión literaria. Leí esta novela, Mujeres que dicen adiós con la mano (Barcelona, DVD Ediciones, 2010), recién salida, en junio de 2010; sin embargo, me ha pasado lo que muchas veces con lo que ha escrito Diego desde sus inicios en su pública escritura: que no encontraba ocasión, que las circunstancias no acompañaron, que no encontré palabras para escribir. Así es, aunque resulte difícilmente justificable y extraño. Me da igual; no es nada inconfesable y, menos, irreparable. Por ejemplo, cuando iba a publicar estas notas en este blog, apareció en Babelia, el sábado 4 de diciembre, el resumen de la novela que escribió Juan Goytisolo, y que supongo —y me alegro— le habrá servido para su difusión; pero que me retrajo, por no parecer oportunista al comentar una obra al rebufo de lo escrito por un admirado autor, del que, sin embargo, me sorprendió que no insistiese más en la lejanía de esta novela de los productos literarios de consumo de muchos; antes bien, en su condición de objeto de rechazo para ciertos lectores. Pero no quiero caer en lo que tan poco me gusta, poner palabras de otros, opiniones de otros —no se crea, no hay tantas—, citas literales, cuando no hay justificación; por rellenar, en una boba taracea que no conduce a nada, olvidándose uno del texto principal. En este caso, Mujeres que dicen adiós con la mano, la segunda novela de Diego Doncel, o, vale decir, el nuevo intento de este escritor por explicarse literariamente en el mundo. Los aciertos son muchos, desde el preludio musical hasta la concepción dual del todo, con sus interrelaciones, concomitancias —en la fecha del otoño de 2005— y correspondencias —en las capitales Madrid y París— de las dos mujeres que conducen —se conducen (en)— una narración anómala, como el mundo. De la banlieue parisiense y su convulsión, o sea, otoño de 2005, hasta la evocación del 11 de marzo de 2004, desde el mismo otoño del mismo año y desde otros ojos dolidos. Con todos los reparos que pueden ponerse a la forma en lo más mínimo —algunos diálogos, ciertas construcciones, reiteraciones...—, la propuesta de esta novela tiene un interés más que considerable, pues contiene un discurso reflexivo sobre este estado de las cosas en el siglo XXI y logros como la escena —con música (de Mozart)— del final de la octava secuencia de la primera parte. La novela tiene, además del preludio y una nota —que debería ser nota, sin más, y no aclaratoria—, dos mitades de veintidós y dieciocho divisiones, teselas o fragmentos. La novela es una de sus claves: "Cojo esta frase y pienso en ella" (pág. 47). Es sólo un apunte.
lunes, enero 24, 2011
Pintores, 10
© Fotografía JMS
La librería de la Diputación de Cáceres cierra los lunes, como algunos museos. Antes, cuando los lunes y los viernes trabajaba en el centro en donde vivo, la echaba de menos y me pasaba los viernes. Ahora, aunque baje al campus, puedo pasar a última hora cualquier día de los que abre. Y es que esta librería es uno de los pocos lugares de esta calle principal propicio para una tertulia cívica, un ágora laica en una ciudad levítica. Acudo a ella con frecuencia, y no a comprar libros —que también—, sino a charlar con Javier Alcaíns, que la atiende. Allí, en Pintores 10, converso con Javier o con Tomás Pavón, su sustituto en vacaciones o en ausencia por asuntos propios —un banquillo de lujo. Excepto las fuerzas vivas, pueden aparecer por allí, además de algunos funcionarios de la casa, Juan Manuel Barrado, profesor y escritor, poeta visual, amigo; Rodrigo Pastor, jubilado de lo videométrico con querencias al mar; el extremeñísimo y activista de lo de Guadalupe, Rafael García-Plata; una antigua alumna con toda su parentela, Pilar Garrido, arabista; la escritora Pilar Galán, con su espléndida manera de ser —me cuentan; Conrado Avuelapluma, que está en todos los sitios de interés; y clientes curiosos que buscan algún libro sobre Cáceres... Pasan por allí ciudadanos interesantes que hablan ante un ventanal desde el que se ve todo Cáceres desfilando calle arriba y calle abajo. Se habla de todo, como es natural. De libros. De libros y de política municipal. De chismes y de política municipal; de más chismes y de política regional; de las rebajas y de política nacional. De libros. De si tuvo novia Dylan Thomas. Bueno, de eso no; pero sí de lo bien que escribe Gimferrer —Alcains dixit y yo que lo suscribo— y de lo mal que ha quedado la Plaza de la Soledad. Hay días en que recibo allí, en Pintores 10.
jueves, enero 20, 2011
Alberto Santamaría en el Aula José Mª Valverde
Esta tarde a las 20:15 interviene en el Aula José María Valverde de Cáceres el profesor y poeta Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976), que mañana también leerá su obra ante estudiantes de Secundaria en el I.E.S. Al Qazeres, a las 12:00 horas. Conocí la poesía de Alberto Santamaría a través del Premio de Poesía Joven de Radio 3, que él obtuvo por El hombre que salió de la tarta, publicado en 2004 en DVD Ediciones. Hoy me interesa un libro: una antología de prosas de Leandro Fernández de Moratín bajo el título de El hombre que comía diez espárragos (El Olivo Azul, 2010); y conocerle personalmente.
miércoles, enero 19, 2011
Calderón como icono cultural
Hace poco que he hablado a mis alumnos de Juan Nicolás Böhl de Faber, el padre de la autora de la novela que hemos estado tratando en clase, de La Gaviota. No he dejado de reparar en alguna cara de extrañeza cuando me he referido al "romanticismo reaccionario" y a la "querella calderoniana". No importa; no tengo inconveniente en recalcar todos los años ciertos hitos de nuestra historia literaria —siempre al hilo de nuestros textos—, hasta que calen, al menos, como referencias fundamentales, previas y necesarias para otras profundidades. Para esto están monografías y estudios como el de Jesús Pérez-Magallón, publicado hace unos meses: Calderón. Icono cultural e identitario del conservadurismo político (Madrid, Ediciones Cátedra, 2010). Con este libro ya tenemos otra recomendable referencia bibliográfica.
Jesús me ha conmovido con la dedicatoria impresa en la página 9: "A mis maestros de primaria y secundaria, sin quienes nada habría sido". Con esta consciencia al más alto nivel de Estado nuestra sociedad sería distinta. En fin, voy al asunto. El libro es un recorrido de gran interés y amena y provechosa lectura por la recepción de Calderón a lo largo de la historia, que parte de su contemporaneidad y lo más cercano a la fecha de su muerte (1681), con la aprobación del Padre Manuel Guerra y los escritos de Bances Candamo. Desde el principio de este recorrido, aunque la percepción es progresiva, se pone de manifiesto la idea de que la manera de leer la obra del autor de La vida es sueño se vincula a una concepción conservadora de la identidad nacional. Su imagen polariza la España de la polémica teatral de la segunda mitad del siglo XVIII y sus aires reformistas; y es más netamente identitaria e iconizadora en las dos primeras décadas del siglo XIX. Pérez-Magallón nos trae hasta el siglo XX, en donde se para —no mucho y en tono notoriamente distinto— en la re-utilización de Calderón para los fines de la derecha facciosa durante la guerra civil y el franquismo, sobre un caso como el de Luis Escobar. Es lo que ocurre con la lectura de estudios como éste sobre la transmisión de una imagen o icono cultural, desde la de un autor de carne y hueso primero, y de tinta y papel después; que, además de darte luz conceptual, te hacen viajar provechosamente por los caminos, cada día más transitables, de la historia literaria. Provechosamente.
Jesús me ha conmovido con la dedicatoria impresa en la página 9: "A mis maestros de primaria y secundaria, sin quienes nada habría sido". Con esta consciencia al más alto nivel de Estado nuestra sociedad sería distinta. En fin, voy al asunto. El libro es un recorrido de gran interés y amena y provechosa lectura por la recepción de Calderón a lo largo de la historia, que parte de su contemporaneidad y lo más cercano a la fecha de su muerte (1681), con la aprobación del Padre Manuel Guerra y los escritos de Bances Candamo. Desde el principio de este recorrido, aunque la percepción es progresiva, se pone de manifiesto la idea de que la manera de leer la obra del autor de La vida es sueño se vincula a una concepción conservadora de la identidad nacional. Su imagen polariza la España de la polémica teatral de la segunda mitad del siglo XVIII y sus aires reformistas; y es más netamente identitaria e iconizadora en las dos primeras décadas del siglo XIX. Pérez-Magallón nos trae hasta el siglo XX, en donde se para —no mucho y en tono notoriamente distinto— en la re-utilización de Calderón para los fines de la derecha facciosa durante la guerra civil y el franquismo, sobre un caso como el de Luis Escobar. Es lo que ocurre con la lectura de estudios como éste sobre la transmisión de una imagen o icono cultural, desde la de un autor de carne y hueso primero, y de tinta y papel después; que, además de darte luz conceptual, te hacen viajar provechosamente por los caminos, cada día más transitables, de la historia literaria. Provechosamente.
domingo, enero 16, 2011
Basilio Sánchez
Acabo de hablar con Álvaro Valverde para concertar con él nuestras intervenciones este martes en la presentación de la poesía reunida de Basilio Sánchez. Será en la Biblioteca Pública de Cáceres "Rodríguez-Moñino/María Brey", a las 19:30 horas. Ya le he dicho a Álvaro que yo solo —me cuesta no poner la tilde— hablaré de la importancia de un acto como éste, de la entidad del protagonista, o sea, del poeta, y de la estatura de su poesía. Un reto, un ejercicio de síntesis.
sábado, enero 15, 2011
viernes, enero 14, 2011
Aramburu Topete
© Manuel Escalera, 1983
He leído esta mañana la necrología escrita por Joaquín Prieto en El País sobre el Teniente General José L. Aramburu Topete y me he acordado con gratitud de mi padre; no solo porque era de su quinta. Yo viví con él la noche del golpe de Estado del 23-F hasta que nos fuimos a dormir tras escuchar al Rey Juan Carlos vestido de Capitán General en su discurso ante una cámara de TVE. A él, a mi padre, le debo mi primer diagnóstico de aquel episodio, que pudo pecar de confianza; pero no de inconsciencia. Luego —porque, como dice Javier Cercas en su espléndido relato Anatomía de un instante, parece que todo lo vimos en directo— supe quiénes fueron los mejores, y uno de ellos, y así lo ha retenido mi memoria desde aquellos días, fue este señor que ha muerto a los 92 años y que era el director general de la Guardia Civil en febrero de 1981. Escribe Prieto que Tejero, pistola en mano, amenazó a Aramburu a las puertas del Congreso de los Diputados; y eso lo supe en aquel tiempo. Me espeluzna. No tanto como la imagen de "el del bigote" intentando derribar a Gutiérrez Mellado agarrándolo del cuello por la espalda en un hemiciclo aparentemente vacío. "El odio y la destrucción perduran siempre / Sordamente en la entraña / Toda hiel sempiterna del español terrible, / Que acecha lo cimero / Con su piedra en la mano" (Luis Cernuda).
jueves, enero 13, 2011
Centenario de Carolina Coronado
Mañana comienza el Año Carolina Coronado con los actos conmemorativos del centenario de la muerte de la autora de Almendralejo. Habrá una sesión extraordinaria del pleno del Ayuntamiento de Almendralejo, una ofrenda floral y un acto de reconocimiento en la casa que habitó en esa ciudad y la presentación del libro del que escribí aquí el otro día, con la selección de poemas e ilustraciones de Hilario Bravo, y que será a las ocho de la tarde en el Centro Cívico de Almendralejo. Es el punto de arranque de un programa impreso —con una "Presentación" de José Antonio Zambrano— que hoy me han enviado desde Almendralejo, y que incluye actividades divulgativas a través de la red, presenciales en institutos como el que lleva el nombre de la autora, conferencias, la producción de un documental para Canal Extremadura Televisión, lecturas públicas, el lanzamiento de un matasellos de correos, presentaciones de libros, una representación teatral, unas jornadas en torno a su obra, una exposicion, etc. Un centenario.
P.S.: Me he acordado al ver el cuadro de Madrazo con el retrato de Carolina Coronado como previsible imagen del centenario de aquella cubierta de la primera traducción al sueco de La Regenta que siempre llevo a mis alumnos a clase. La descubrí porque ilustró un artículo de Juan Goytisolo publicado en enero de 1989 en El País, en el que Ana Ozores adoptaba el rostro de la escritora extremeña.
P.S.: Me he acordado al ver el cuadro de Madrazo con el retrato de Carolina Coronado como previsible imagen del centenario de aquella cubierta de la primera traducción al sueco de La Regenta que siempre llevo a mis alumnos a clase. La descubrí porque ilustró un artículo de Juan Goytisolo publicado en enero de 1989 en El País, en el que Ana Ozores adoptaba el rostro de la escritora extremeña.
miércoles, enero 12, 2011
Rodríguez-Moñino y la revista 'Alcántara'
Desde la Diputación Provincial de Cáceres, cuando comenzó a celebrarse el recién pasado centenario de Rodríguez-Moñino, se propuso como contribución publicar algo sobre la presencia del bibliógrafo extremeño en la revista Alcántara. Así, la Institución Cultural "El Brocense" acaba de sacar a la calle un número doble (72-73) de su revista —correspondiente a 2010—, cuya sección "Memoria de Alcántara" se dedica íntegramente a don Antonio. Las páginas 233 a 285 de ese volumen recogen ese material; pero, además, se han reproducido, con paginación distinta en un folleto bajo el título de Don Antonio Rodríguez-Moñino y la revista Alcántara.
Siendo director de la revista Tomás Martín Gil, que moriría ese mismo año de 1947, se publicó en Alcántara el texto de Moñino "Vuelta a empezar", que fue el prólogo-carta (a los Amigos de Badajoz) a su libro Don Iñigo Antonio de Argüello Carvajal (1622-1685) que incluía la correspondencia con Solano de Figueroa. Luego, en enero de 1949, apareció en el número 15 su artículo "Primeras actividades pictóricas del Divino Morales (1546-1558)", que se dio como "Notas para un capítulo del libro inédito El Divino Morales". A esas colaboraciones, que parece que fueron un poco "traídas por los pelos", se unen los Cinco poemas viejos (1927-1933) que se publicaron en el número 17 en marzo de 1949. Y la presencia de Moñino en la revista se demoraría desde esa fecha hasta su muerte, cuando se le homenajeó en el número del último trimestre de 1970, con colaboraciones de Dámaso Alonso, el Conde de Canilleros Miguel Muñoz de San Pedro, Dalmiro de la Válgoma, el Duque de Tovar Alfonso de Figueroa y Melgar, el editor Antonio Pérez, Antonio López Martínez y Guillermo Díaz-Plaja.
Este número y este folleto son el primer testimonio editorial, ya en 2011, consecuencia del centenario de esta gran figura de la cultura española, a la espera de que se publique, más adelante, pero también en este año que acaba de comenzar, el resultado del simposio en torno a Moñino y sus obras que celebramos el pasado noviembre.
Siendo director de la revista Tomás Martín Gil, que moriría ese mismo año de 1947, se publicó en Alcántara el texto de Moñino "Vuelta a empezar", que fue el prólogo-carta (a los Amigos de Badajoz) a su libro Don Iñigo Antonio de Argüello Carvajal (1622-1685) que incluía la correspondencia con Solano de Figueroa. Luego, en enero de 1949, apareció en el número 15 su artículo "Primeras actividades pictóricas del Divino Morales (1546-1558)", que se dio como "Notas para un capítulo del libro inédito El Divino Morales". A esas colaboraciones, que parece que fueron un poco "traídas por los pelos", se unen los Cinco poemas viejos (1927-1933) que se publicaron en el número 17 en marzo de 1949. Y la presencia de Moñino en la revista se demoraría desde esa fecha hasta su muerte, cuando se le homenajeó en el número del último trimestre de 1970, con colaboraciones de Dámaso Alonso, el Conde de Canilleros Miguel Muñoz de San Pedro, Dalmiro de la Válgoma, el Duque de Tovar Alfonso de Figueroa y Melgar, el editor Antonio Pérez, Antonio López Martínez y Guillermo Díaz-Plaja.
Este número y este folleto son el primer testimonio editorial, ya en 2011, consecuencia del centenario de esta gran figura de la cultura española, a la espera de que se publique, más adelante, pero también en este año que acaba de comenzar, el resultado del simposio en torno a Moñino y sus obras que celebramos el pasado noviembre.
lunes, enero 10, 2011
Alto el fuego, permanente y verificable
En este blog, la última vez que ETA simuló una tregua, quise brindar. Ahora, el Vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su comparecencia hoy, dice, preguntándose y respondiéndose: "Si me preguntan si estoy más tranquilo hoy que ayer, les diré que sí lo estoy; pero si me preguntan si esto es el final de ETA, les diría que no, y desde luego si me preguntan si esto es lo que la sociedad espera, les digo rotundamente que esto no es lo que espera el Gobierno. En resumen, esto no es una mala noticia, pero esta no es la noticia". Yo ya no brindo, el vicepresidente tampoco. Si necesitas más información, pulsa aquí.
sábado, enero 08, 2011
Carolina Coronado
El sábado de la próxima semana, día 15, se cumple el primer centenario de la muerte de Carolina Coronado (Almendralejo, 1820-Lisboa, 1911), y se iniciará el año dedicado a recordar a esta figura de las letras que, en palabras de su biógrafa, Isabel Mª Pérez González, supo, desde muy joven, proclamar el "derecho a afirmar su verbo de mujer". Días antes, y como primer testimonio editorial del centenario, el pintor Hilario Bravo, siempre sensible a los hechos literarios, que ha incorporado en muchas ocasiones a su quehacer, ofrece este libro de artista que va acompañado de una carpeta con varias sueltas en homenaje a la poeta extremeña. La pluma y el espino lo ha titulado. Poemas escogidos e ilustrados por Hilario Bravo. Prólogo de Isabel Mª Pérez González. Está editado con el apoyo de varias instituciones y entidades extremeñas y contiene algo más de una veintena de poemas, algunos de los más significativos y conocidos, como el soneto "¡Oh, cuál te adoro!", "El marido verdugo", de tan tremenda actualidad, o el temprano "A la palma", y una docena de ilustraciones, de técnica mixta sobre tela en origen, y estampadas sobre láminas pegadas que ofrecen una lectura de los textos en una interpretación de muy sugerentes coloridos.
jueves, enero 06, 2011
Ella
Ayer celebré el cumpleaños de Juan Goytisolo (Barcelona, 1931) comprando esta rareza. No es tal, se me dirá, un libro moderno (Barcelona, Editorial Sirpus, 2010) del que por lo menos habrá un millar de copias para ser distribuidas; pero sí que lo es para el coleccionista de papeles de Goytisolo y por las características de esta edición que debe de rozar el timo para el común de los lectores. Ella es la escritora Monique Lange (1926-1996), la autora del delicado y hondo Las casetas de baño, la compañera de Juan Goytisolo durante cuarenta años. Esto es lo que debe de haber provocado el error en el prólogo de Ibrahim Al Khatib, traductor de Goytisolo al árabe, que dice que Monique murió "en la primera semana de octubre, repentinamente, de un infarto, cerca de los cuarenta años" (pág. 7). No conozco la primera edición de este texto compuesto por treinta breves prosas, que dice Al Khatib que se publicó dos semanas después de la muerte de Monique, y tampoco una traducción al árabe y al francés que apareció, según los créditos, en Marruecos (Editions Le Fennec) en 2005. Pero sí tengo el texto completo en español, que ocupa seis páginas y media, publicado en una edición póstuma de Las casetas de baño y Rue de Aboukir del Círculo de Lectores en 1997, cuya introducción era "Ella", de Juan Goytisolo, fechada el 15 de octubre de 1996. Lo que se ofrece ahora al lector es una edición trilingüe en español, francés y árabe, en traducción de dos de los principales traductores de Goytisolo, Aline Schulman, al francés, y el ya citado Ibrahim Al Khatib. La primera viñeta de Ella es aquella primera imagen que apareció en Coto vedado (1985), la primera entrega de la autobiografía de J.G., en la que, luego, en En los reinos de taifa (1986), éste dedicará un capítulo entero a Monique, un capítulo de muy recomendable lectura. Años después de la muerte de Ella, el otro texto capital que miró hacia su persona fue la significativa novela Telón de boca (2003). Así que ya tengo otra vez Ella, y ahora en francés y en árabe. Una rareza.
lunes, enero 03, 2011
Jovellanos por Piñer
El presente discurso tiene dos tiempos; el de su expresión en público, probablemente en 1936, como lección inaugural en el Instituto Jovellanos, y el de su recuperación por el propio Luis Álvarez Piñer en 1980, en copia mecanográfica, con su revisión y añadidos de una nota previa, un apéndice con la carta, contundente y reprobatoria, que Jovellanos escribió en diciembre de 1799 al obispo de Lugo, Peláez Caunedo, y una fotografía de la calle del Instituto durante la guerra civil española, potente imagen que vi por vez primera en el catálogo de la exposición de la que hablé aquí hace un par de meses. Como dice Juan Manuel Díaz de Guereñu, autor del prólogo y quien ha cuidado esta edición, el rescate por Piñer entre sus escritos del discurso tantos años después en esa copia mecanográfica puso de manifiesto la importancia que su autor confirió a esa pieza, pronunciada en aquella "hora terrible de España, hora de lodo, de muerte, de regresión, de espanto", y que destacaba la figura del fundador del Instituto como intelectual, como línea política y como maestro. En su brevedad, el texto de Álvarez Piñer sabe poner el acento en el peso que debe tener la educación para el progreso del pueblo, instruido a través de una enseñanza necesariamente secularizada. Un acierto, pues, esta agradable edición que es una de las primeras publicaciones que han anunciado el bicentenario de la muerte de Jovellanos, en el que ya hemos entrado.
Luis Á. Piñer, Jovellanos. Discurso en el Instituto 1936. Edición de Juan Manuel Díaz de Guereñu. Gijón, Ayuntamiento de Gijón (Colección Memoria de Gijón-De palabra), 2010, 48 págs.
Luis Á. Piñer, Jovellanos. Discurso en el Instituto 1936. Edición de Juan Manuel Díaz de Guereñu. Gijón, Ayuntamiento de Gijón (Colección Memoria de Gijón-De palabra), 2010, 48 págs.
domingo, enero 02, 2011
Sin humo
Hemos estado esta mañana tomando cañas por el centro, por el barrio, quiero decir, y los bares, como siempre estaban llenos de todo, menos de humo. En algún lugar he leído que es inmoral asociar el negocio con la salud. Que se lo digan a los gobiernos que obtienen sus beneficios por la venta de tabaco. Sin humo se bebe mejor; y parece que el personal se ha dado cuenta, como es natural. Luego, en casa, me he quedado sin sal y sin azúcar, solo, y he entornado la puerta de este cuarto como hace dos días, como si en otra habitación hubiese alguien, como mi madre, a quien no quisiese molestar con la música que no tengo. Sin música —que tengo cuando quiera—, sin madre —que no me falta— y sin humo —que no me gusta—, me he parado a pensar en si me quedo sin algo por no haber sabido quererlo.
sábado, enero 01, 2011
Año nuevo
Esta mañana me he acordado de que José Viñals (1930-2009) tituló uno de sus poemas "Técnica perfecta de empezar un libro" y he pensado en que podría haber escrito otro que fuese "Técnica perfecta de empezar un año"; al fin y al cabo, algo tendrán en común año y libro, aunque éste sea más insondable y aquel tenga un metabolismo que depara escasas sorpresas, valdría decir, como creo que podría haberlo hecho este gran poeta que fue Viñals y con el que he empezado este 2011. Con algunas de las páginas de su Caballo en el umbral (Antología poética 1958-2006). Introducción y selección de Benito del Pliego y Andrés Fisher. Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2010, que me han hecho evocar, a modo de complemento a esa jugosa panorámica, el último libro leído de los suyos, que creo que José no llegó a ver antes de morir en noviembre de 2009, Pan (Valencia, Pre-Textos, 2009), a pesar de que su colofón va fechado precisamente ese mes. Una espléndida y última entrega de prieta masa poética del hijo del panadero.