Ayer por la mañana llovía en Santiago de Compostela; en Cáceres, no. En Santiago la piedra es oscura; en Cáceres, no. En Santiago de Compostela me despedí de muchos; en Cáceres, no, me encontré con lo más cercano. Muy bien. En Santiago había unas tortas de queso que me traje; en Cáceres también las había, del mismo Santiago de Compostela. Al volver de Santiago, me encontré con un mercado, de esos que hay en todas las ciudades de España, en el que venden hoy mismo el mismo queso, casi a la puerta de mi casa, que me traje de casi setecientos kilómetros antes. Mañana lloverá, dicen, como en Santiago ayer. Aquí, en Cáceres; en donde al patrimonio de la humanidad lo tratamos de la manera que se aprecia en la mala foto de abajo, con las carnes a la brasa, las mesas y la basura por el suelo.
P. S.: pueden verse más fotos —y mejores— del mismo día en Santiago de Compostela en el blog de Studiolum, compartido por Antonio Bernat Vistarini y Tamás Sajó. Recomendable.
Lluvia, políticas de austeridad, puertos exteriores que no protegen la costa, visitas fallidas de papas preconciliares y muchas obras: de todo ello tenemos en abundancia en la ciudad.
ResponderEliminarLa visita a las cubiertas de la catedral es una experiencia increíble; pero no te imaginas lo preciosa que se ve la ciudad en un día soleado (la indiscutible presencia de la iglesia por doquier, las enormes chimeneas, las gárgolas y algunos de los edificios más hermosos de Santiago).
Por otra parte, es una pena que el negocio del xacobeo esté ofreciendo la peor parte de la ciudad, mientras los hosteleros están haciendo su agosto everyday.
La próxima vez que pases por aquí, si te apetece, manda un correo y nos tomamos un buen ribeiro o mencía.
Saludos desde la lluviosa Compostela -ayer llovió y hoy sigue lloviendo; cómo no!-
María
Ahora acabo de fijar en que solo aparece el nombre y, de esa manera, no tienes por qué saber quien es María. María Pardo ;=)) oyendo que se acerca nuevo temporal y que en Santiago lloverá y lloverá. Nos saldrán aletas caudales, branquias y escamas.
ResponderEliminarSalud y saludos
Claro que supe, María, cuando leí esta tarde tu comentario y lo puse aquí, quién eras; y lamento no haberte visto. Ya habrá ocasión; y también la habrá, con más tiempo, para volver y vivir la ciudad del modo más gozoso y menos dirigido. Un abrazo.
ResponderEliminarDe haberlo visto, no hubiese vuelto a escribir. Sorry.
ResponderEliminarCualquier ciudad se disfruta más dejándose llevar y perdiéndose en ella, pero si te llevan también se aprovechan cositas. Lo de la lluvia es un fastidio (qué gaitas de que la piedra de las rúas no sé qué...! Falacia). Compostela está llena de parques y lugares recoletos a los que solo algunos visitantes curiosos llegan, y que se disfrutan con buen tiempo. Volverás.
Namasté
dicen que uno de estos días puede nevar en santiago. nosotros tenemos mañana visita a las cubiertas de la catedral y los niños están emocionadísimos: no es muy frecuente ver la ciudad nevada. caerá esa breva? ya veremos. el viernes, puente. me llevo a cc a un grupo de amigos para disfrutar y divertirnos. me han dicho que hay cosas nuevas que ver y visitar (en febrero hará dos años que no piso la ciudad!). alguna recomendación?
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