© Pura de Pedro
He estado pendiente en la distancia del pleno de la RAE en el que se elegía al académico que ocupará el sillón Q que dejara Castilla del Pino. Ya dije aquí que el lexicógrafo, catedrático de lengua española en la Universidad Autónoma de Madrid, Pedro Álvarez de Miranda, había sido propuesto. Qué alegría ahora.Siempre he creído que Pedro Álvarez de Miranda estaba ya en la Academia, que era un académico idóneo desde hacía mucho tiempo; porque desde hacía mucho estaba vinculado a la institución y ha trabajado con rigor por ella.
Es curioso. En el índice de palabras —de abundancia a vulgo— del gran libro de Pedro Álvarez de Miranda, Palabras e ideas: el léxico de la Ilustración temprana en España (1680-1760), publicado en los Anejos del Boletín de la Real Academia Española en 1992 y galardonado con el Premio Rivadeneira de la Real Academia Española, la única palabra que comienza con la letra inicial — la Q— por la que Pedro Álvarez de Miranda entra en la Academia es quijotismo. Hoy, precisamente, cuando mañana se entrega en Alcalá de Henares el Premio Cervantes a José Emilio Pacheco. Hoy, cuando he llamado a casa de Pedro y me ha cogido el teléfono Pura, su mujer, feliz. Ella me ha dicho que allí estaba David T. Gies, un gran amigo de Pedro —del que no estoy muy alejado, al contrario— que ha venido a España desde Virginia para estar en Madrid hoy y en Alcalá mañana por el premio que lleva el nombre del autor del Quijote. Qué alegría estar en casa y abrazar al amigo académico. Un placer. La Q. Enhorabuena.
Todos los dieciochistas, es decir, todos los amigos de Pedro, estamos de enhorabuena. ¡Qué elección más acertada!
ResponderEliminarLo mismo digo.
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