Precisamente, ayer se le preguntó a Vara lo siguiente en la entrevista on line de El País
Ayer pudo vérsele cargando el paso de la Virgen de la Montaña en Cáceres. ¿Qué piensa de la laicidad del Estado y la desaparición de los símbolos en la vida civil de nuestro país? ¿Cree que es positivo que los políticos intervengan en procesiones religiosas?
Creo que es positivo si se entiende como una manifestación ciudadana hacia la Patrona de su ciudad a la que nos invitan. El laicismo consiste en que creyendo o no, no se imponga esas creencias a nadie. España es un país aconfesional , por eso yo puedo estar ayer en Cáceres en una procesión y mañana en una reunión del Culto Evangelistas con amigos de raza gitana y pasado en una reunión de ciudadanos por el laicismo. Yo jamás tomaría una decisión de gobierno amparada en mis creencias. Con respeto por lo que piensen los demás se entiende todo mejor.
Gracias, Flor y Toño. No comparto, naturalmente, lo que dice Guillermo Fernández Vara. El representante institucional puede acompañar, sin participar activamente y "cum privilegio", cualquier manifestación ciudadana digna del aprecio de la institución, sea una procesión católica o el bautismo colectivo por inmersión de los Testigos de Jehová. En este último caso, supongo que se limitaría a ser eso, mero acompañante o testigo. Como ciudadano, por supuesto, puede participar en lo que quiera, según sus creencias, que deben respetarse por encima de todo. Ahora, la imagen tiene unas connotaciones... Lo peor de todo es que no hay devoción ni convicción; sino sed de votos o miedo a su pérdida. Un saludo.
"... sed de votos o miedo a su pérdida." = único y verdadero leit motiv de la privilegiada casta política que nos asola; y a los ciudadanos que nos den por ahí.
¡Dios! Vuelvo a tu casa a leer los 15 mensajes que tengo pendientes... ¡y me encuentro con esto! Tuvimos un debate, entre la indignación y el miedo, algunos amigos y yo a cuenta de esta foto... La ponemos en blanco y negro y... "Recuerda", como diría Hitchcock.
Sed devotos por los votos. Sed de votos, ¡cuánta sed! Por los votos sed devotos y devotos pareced. Aunque peor son los votos, votos sin saber a qué, sólo por veros devotos, devotos con sed de votos, devotos, juntos los tres: la alcaldesa, el diputado y en medio Vuesa Merced.
Bueno, yo que soy muy mal pensado, pienso que, aparte de la insaciable sed de votos, influye el narcisismo del poder, el baño de multitudes. Y la desvergüenza que ostentan impúdicamente las otrora socialdemocracias (PSOE), hoy cínicas materializaciones del neoliberalismo rampante.
Precisamente, ayer se le preguntó a Vara lo siguiente en la entrevista on line de El País
ResponderEliminarAyer pudo vérsele cargando el paso de la Virgen de la Montaña en Cáceres. ¿Qué piensa de la laicidad del Estado y la desaparición de los símbolos en la vida civil de nuestro país? ¿Cree que es positivo que los políticos intervengan en procesiones religiosas?
Creo que es positivo si se entiende como una manifestación ciudadana hacia la Patrona de su ciudad a la que nos invitan. El laicismo consiste en que creyendo o no, no se imponga esas creencias a nadie. España es un país aconfesional , por eso yo puedo estar ayer en Cáceres en una procesión y mañana en una reunión del Culto Evangelistas con amigos de raza gitana y pasado en una reunión de ciudadanos por el laicismo. Yo jamás tomaría una decisión de gobierno amparada en mis creencias. Con respeto por lo que piensen los demás se entiende todo mejor.
...
jajajajaja me meo, tu si que eres fuerte -terrible-
ResponderEliminarun abrazo excesivo
toño
Gracias, Flor y Toño.
ResponderEliminarNo comparto, naturalmente, lo que dice Guillermo Fernández Vara. El representante institucional puede acompañar, sin participar activamente y "cum privilegio", cualquier manifestación ciudadana digna del aprecio de la institución, sea una procesión católica o el bautismo colectivo por inmersión de los Testigos de Jehová. En este último caso, supongo que se limitaría a ser eso, mero acompañante o testigo. Como ciudadano, por supuesto, puede participar en lo que quiera, según sus creencias, que deben respetarse por encima de todo.
Ahora, la imagen tiene unas connotaciones... Lo peor de todo es que no hay devoción ni convicción; sino sed de votos o miedo a su pérdida. Un saludo.
"... sed de votos o miedo a su pérdida." = único y verdadero leit motiv de la privilegiada casta política que nos asola; y a los ciudadanos que nos den por ahí.
ResponderEliminar¡Dios!
ResponderEliminarVuelvo a tu casa a leer los 15 mensajes que tengo pendientes... ¡y me encuentro con esto!
Tuvimos un debate, entre la indignación y el miedo, algunos amigos y yo a cuenta de esta foto...
La ponemos en blanco y negro y...
"Recuerda", como diría Hitchcock.
Muy bueno eso de "sed de votos".
ResponderEliminarSed devotos
por los votos.
Sed de votos,
¡cuánta sed!
Por los votos
sed devotos
y devotos pareced.
Aunque peor son los votos,
votos sin saber a qué,
sólo por veros devotos,
devotos con sed de votos,
devotos, juntos los tres:
la alcaldesa, el diputado
y en medio Vuesa Merced.
Bueno, yo que soy muy mal pensado, pienso que, aparte de la insaciable sed de votos, influye el narcisismo del poder, el baño de multitudes. Y la desvergüenza que ostentan impúdicamente las otrora socialdemocracias (PSOE), hoy cínicas materializaciones del neoliberalismo rampante.