Lo ha dicho mi hermano Josemari hoy en la presentación del libro Extremadura y la modernidad: "sorprende saber que en apenas cuarenta años, de 1808 a mitad de siglo, tres extremeños fueron presidentes del gobierno de España; diez extremeños, ministros —hasta en veinticinco ocasiones—, y siete, presidentes de las Cortes, del Congreso de los Diputados o del Senado." Está en el cuadro al que aludí ayer. No tiene la menor importancia; al menos, a juzgar por el pisto que nos damos.
En la ilustración, José María Calatrava (Mérida, 1781-Madrid, 1847), redactor de las Constituciones de 1812 y 1837, y activo diputado en las Cortes de Cádiz. Fue presidente del Gobierno entre 1836 y 1837.
He estado mucho tiempo fuera: estudié en Sevilla, he trabajado en Melilla, Granada, Almería, Sevilla...
ResponderEliminarCuando he vuelto, he observado algunas cosas. Yo lo llamo "la extremeñidad". Hay dos discursos. El primero: "Los extremeños ya no tenemos complejos" (llevo ya creo que cuatro o cinco años sin irme de aquí para trabajar y todavía estoy intentando comprender eso de que no tenemos complejos: ¿alguno tiene vergüenza de haber nacido en un sitio que no pudo elegir?). El segundo: "Mira cuánto extremeño importante" (y variantes: "Aquí es donde mejor se vive", etc. etc.)
¿Por qué asombra que haya ministros extremeños? ¿Nadie, ninguno, estudiaba, nadie en Extremadura sabía leer ni escribir ni tenía inquietudes políticas, ni viajaba a la capital ni nada? ¿Nacer aquí incapacitaba para ser ministro o presidente del Gobierno? ¿Los de Madrid y Castilla eran todos muy cultos porque toda la población en masa acudía a Salamanca y Alcalá de Henares? o_O
No entiendo el condicionante histórico, la verdad.
No estoy de acuerdo contigo, "Los viajes...", sí existe el condicionamiento histórico y el contexto, y la procedencia cultural y social, y el hecho de vivir en un sitio u otro. Somos un compendio de esfuerzo personal y de nuestras propias circunstancias. No creo que en el determinismo religioso ni naturalista pero, desde luego, sí que puede influir (y mucho) nuestra procedencia...
ResponderEliminarYo no he dicho que no crea en el condicionante histórico. Sólo que no lo entiendo, porque no sé cómo era Extremadura en el siglo XIX, pero, si hubo extremeños en la política, supongo que no eran todos unos incultos que sólo sabían decir "Pásame el azadón" y no leían, ni estudiaban, ninguno de la población.
ResponderEliminarClaro que el sitio donde uno nace y vive influye. Obviamente. Debatimos esto porque tenemos internet y hemos comido tres veces al día. Si estuviéramos en muchos otros países del mundo, ni lo pensaríamos.
El final de tu comentario, "Los viajes...", es contundente. Justificaría el silencio.
ResponderEliminarPero estamos hablando, en el siglo XIX, de una minoría culta y acomodada, pero liberal, con empeño en cambiar las cosas, activa. Eso es lo que, en palabras de mi hermano "sorprende". Y, como hoy, Extremadura era una de los territorios más pobres, y, sin embargo..., hay hechos y personas notables, y comemos tres veces al día...
Y al hilo del comentario de Miguel Ángel:...algunos hasta, cuatro veces.
ResponderEliminarUn saludo.
Las personas tienen derecho a elegir sus destinos y conseguir la "felicidad" como decía la Constitución yanki..pero es evidente que durante siglos a Extremadura ya sea por circunstancias internas como externas (sobre todo) no hubo medios para que la mayoría de la población pudiera alcanzar una buena educación, buenos servicios públicos, etc..por este motivo es importante libros como el de "Extremadura y la modernidad" por que nos recuerda lo que fuimos capaces de hacer en épocas en donde la injusticia y la desigualdad era mayores que hoy en dia y recordando el pasado podemos encarar mejor el presente y el futuro y no caer en los fallos del pasado..no caer nosotros, ni dejar que desde fuera nos hagan caer en las mismas injusticias....por eso al hablar de los liberales, no se intenta dar al hecho un matiz anecdótico..sino reivindicativo..además de sacar a la luz unos hechos que muchos extremeños desconocen..
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