Presentación mañana, jueves 14 de enero, a las 19:30 horas, en el Colegio Mayor Francisco de Sande, de Cáceres. Intervendrán José María Lama, coordinador del libro, Miguel Ángel Melón Jiménez, Juan García Pérez, Catedráticos de Historia de la UEX y colaboradores en el libro, e Inmaculada Bonilla, Diputada del Área de Cultura y Acción Ciudadana de la Diputación Provincial de Badajoz, editora del libro.
Sin duda, esta obra es una de las más notables aportaciones de la historiografía reciente en el conocimiento y la investigación sobre el período que va desde la Guerra de la Independencia hasta la muerte de Fernando VII. Si en ella se trata de subrayar el papel de Extremadura en la construcción de la España constitucional, en sí misma, como estudio colectivo, constituye un ejemplo de calidad del papel contemporáneo de Extremadura en la investigación de nuestro pasado y en la dignidad editorial de sus trabajos.
Extremadura y la modernidad (La construcción de la España constitucional, 1808-1833) (Badajoz, Diputación de Badajoz, 2009) recoge, además de los consabidos y evitables —a ver si algún día...— textos políticos, nueve estudios de nueve estudiosos: Emilio La Parra ("Guerra, revolución y liberalismo"), Miguel Ángel Melón Jiménez ("Ilustrados y reformistas en Extremadura a finales del Antiguo Régimen. Entre un nuevo orden y el volver las cosas al ser antiguo"), José Sarmiento Pérez ("La Junta Suprema de Extremadura y la Diputación de la provincia de Extremadura"), Juan García Pérez ("Sociología política y actividad parlamentaria de los diputados extremeños en las Cortes de Cádiz"), Miguel Ángel Naranjo Sanguino ("Extremeños del Trienio liberal"), Juan Antonio González Caballero ("El exilio liberal extremeño"), Isabel María Pérez González ("Literatura y liberalismo en Extremadura a comienzos del siglo XIX"), Vicente Antúnez Medina ("La música en Extremadura durante el primer tercio del siglo XIX"), y Román Hernández Nieves ("Extremadura, las artes plásticas y el primer tercio del siglo XIX").
Ahora que los evaluadores de la actividad investigadora ponen reparos —con razón— a los volúmenes de actas o de estudios en los que la labor del llamado editor o coordinador es escasa; este libro puede ponerse como ejemplo de lo contrario. La pertinente información complementaria, extraída del cuerpo de los trabajos, ilumina al lector en forma de cuadros, como el de los principales cargos en la política nacional de los primeros liberales extremeños, o en los ladillos con ilustraciones sobre publicaciones periódicas del período o personajes relevantes. Me consta que se ha hecho esa tarea de unificación de criterios, de revisión de los originales y de disposición de la información bibliográfica. Aun así, siempre se escapan algunas erratas, que esta vez se han cebado con Batilo, el poeta de Ribera del Fresno Juan Meléndez Valdés, y no "Menéndez" (págs. 289 y 374), o con mi compañero Miguel Ángel Rebollo Torío, y no "Toribio" (pág. 304), autor de una edición de las Fábulas políticas del no extremeño Cristóbal de Beña. Y en cuanto a la bibliografía es reprochable que no se mencione en la principal —hay referencia indirecta en el trabajo de Isabel Mª Pérez González— el volumen coordinado por Miguel Rodríguez Cancho, La Guerra de la Independencia en Badajoz (1808-1814) (Badajoz, Servicio de Publicaciones Ayuntamiento de Badajoz, 2008).
Es difícilmente evitable esa cierta desigualdad de penetración en sus capítulos de la que adolecen algunas de estas obras colectivas. Así, hay trabajos que no pueden competir con otros. Miraré a lo positivo, y cierro con la expresión de mi agrado —que me perdonen mis amigos y colegas que tengo más cerca y cuyos trabajos conozco más— por la lectura del capítulo sobre "El exilio liberal extremeño" de Juan Antonio González Caballero, que me ha aportado más, lógicamente, que lo bueno conocido.
Por lo que toca a mi antepasado Venegas -que supongo citado en más de una ocasión- y por la época, a ver si eres capaz de conseguirme un ejemplar. Agradecido. Miguel
ResponderEliminarYa le digo a Josemari que te consiga un ejemplar, pero Venegas no aparece en el libro. Me dice Jose que, en realidad, no tiene por qué aparecer, ya que él ya no está en Cádiz en septiembre de 1810.
ResponderEliminar