No encontré el sábado el libro de Juan Carlos Mestre; pero me traje a casa este otro, que compré en la Librería Vicente con casi un año de retraso desde su aparición. Como lector y eternamente futuro hermeneuta de Marsé, para mí tiene un gran valor esta reunión de escritos en torno a la obra del escritor barcelonés hecha por Ana Rodríguez Fischer, y que incluye un deuvedé de treinta minutos de duración con el que he disfrutado. Está dirigido por Xavi Robles y se ve a Marsé hablando de todo un poco en sus casas de Barcelona y de Calafell, cómo lee un fragmento de su novela próxima, y cuenta anécdotas; con la templanza de un hombre de su experiencia, pero con la tensión de quien no gusta de la imagen pública.
Conocía de la existencia del libro (Canet de Mar, Barcelona, Editorial Candaya, 2008) por Santos Domínguez, que se ocupó de él hace ya casi un año; y muchos de los textos recopilados los tengo en revistas, recortes, misceláneas o fotocopias. Ahora, los guardo reunidos en este volumen espléndido, que me ha permitido conocer muchos otros escritos iluminadores, y menos iluminadores. Ana Rodríguez Fischer, que compara felizmente esta colección de Candaya con la mítica "El escritor y la crítica" de Taurus, ha optado por recoger los textos publicados en revistas culturales o de información general, en periódicos, suplementos literarios, y no sólo por críticos, sino por escritores que escriben sobre el colega. Descartada —casi— la crítica académica y universitaria en revistas especializadas, debidamente reseñada en una impagable bibliografía final, el conjunto es vario y utilísimo. Se sacrifica, por esto, profundidad y se gana en el hecho documental. Léase, si no, el artículo de Ángel Marsá en El Correo Catalán en 1960 sobre Encerrados con un solo juguete, un texto de Lobo Antunes o los juicios de Leopoldo Azancot, Félix de Azúa o Martín Gaite sobre La muchacha de las bragas de oro. Un festín.
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