Nació, nada más y nada menos, que en el 27; mi padre también y amaba tanto el cante que gracias a su afición uno ha podido conocer a tantos y tan buenos artistas, entre ellos al que hoy nos deja. Mi tío Bartolo, buen aficionado al cante también, le llama al patio de las malvas el cortijo de los "callaos": seguro que cuando llegue el Chano más de uno abandona el silencio y se une a la juerga del maestro.
Yo lo descubrí no me acuerdo dónde, hace muchos años. También he hablado de él. Me ha dado pena: eso, al final, pasa con las muertes que son tuyas.
Pero, en contrapartida, me alegro de que María José esté bien, a pesar de deambular en pijama y de no haber podido beber agua muchas horas más tarde...
Nació, nada más y nada menos, que en el 27; mi padre también y amaba tanto el cante que gracias a su afición uno ha podido conocer a tantos y tan buenos artistas, entre ellos al que hoy nos deja. Mi tío Bartolo, buen aficionado al cante también, le llama al patio de las malvas el cortijo de los "callaos": seguro que cuando llegue el Chano más de uno abandona el silencio y se une a la juerga del maestro.
ResponderEliminarMe quito el cráneo, por Chano, por tu padre y por tu tío Bartolo. Gracias.
ResponderEliminarGracias a ti, Miguel Ángel, por el video: ¡menudo elenco!
ResponderEliminarYo lo descubrí no me acuerdo dónde, hace muchos años. También he hablado de él. Me ha dado pena: eso, al final, pasa con las muertes que son tuyas.
ResponderEliminarPero, en contrapartida, me alegro de que María José esté bien, a pesar de deambular en pijama y de no haber podido beber agua muchas horas más tarde...