lunes, abril 20, 2009
Café
Esta mañana he tomado café con Miguel Ángel Melón. Luego hemos hablado sobre el libro de Javier Cercas Anatomía de un instante. No lo he leído aún; ni siquiera he podido ir a la librería para comprarlo. Por eso, la conversación se ha centrado en los límites del género de novela, de la crónica histórica, del ensayo... Me he acordado de Ignacio Martínez de Pisón y de lo que hizo con su Enterrar a los muertos, sobre Robles Pazos. No sé si son parangonables; no lo sé. Me gusta hablar con mi tocayo, que se pregunta sobre la utilización para la historiografía de este tipo de fuentes literarias. Quizá llegue el momento en que éstas se incorporen metológicamente, digo yo, que escucho embobado lo que me cuenta sobre un viaje, unos negocios, un padre... Un ejemplo de este nuevo modo de la no ficción. Y mira que me gusta poco el término... Donde se pongan instantes así, que se quite la historia. Y la novela. Bueno, la novela... No sé.
Qué agradable recuerdo tengo del profesor M. A. Melón: su entusiasmo en clase, su alegría (y su energía), su optimismo. Gracias a ambos por "déclancher" este recuerdo.
ResponderEliminarLo leeré, aunque me sorprendería que me gustara. Aun no entiendo la fama que dieron a "Soldados de Salamina", un libro ameno pero nada excepcional, con un manejo del lenguaje de nivel medio. Muy bien se lo ha montado Cercas para destacar por encima de otros que escriben cien veces mejor que él.
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