sábado, enero 31, 2009

Arístides Moreno

La verdad es que la visita al remodelado El Corral de las Cigüeñas ha sido grata. Primero porque la nueva entrada que se ha abierto por la cuesta no es para tanto, como se ha dicho; bueno, sí, está muy bien. Y en segundo lugar, porque el recital del agricantor canario Arístides Moreno ha sido muy divertido. No sólo uno debe fijarse en alguien que hace reír con su voz y su guitarra, sino que este artista ofrece registros tan variados que uno se plantea qué no hará este hombre en otros contextos y auditorios. Esta noche ha tenido que ganarse al público más cercano y entregado para con los coros acallar —tarea imposible— a ese otro público de barra, disperso e ineducado, que no respeta a un tipo cantando. Arístides estará acostumbrado. Nosotros no, pues ha sido el primer concierto de él al que asistimos. Divertido y amable. Un placer, a pesar del humo.

© Fotografía de EFE. Arístides, en un submarino turístico en aguas de Tenerife,
en la promoción de su disco Economía sumergida.


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