viernes, agosto 22, 2008

Crematorio

Empecé a leer esta novela en Lisboa, en casa de Ángel Campos Pámpano, por su ejemplar, hace unos meses, en febrero. Me la recomendó con esa vehemencia que pone él en los adjetivos que aplica a lo literario; y yo, casi siempre, le hago caso. Luego, en Cáceres, compré la novela y seguí leyéndola. (Bueno, volví a empezar por el principio). El ejemplar viajó conmigo a Florencia y también su lectura me ocupó a muchos pies durante el vuelo hacia Madrid, cuando me di cuenta de que había páginas en blanco (385-388-389-392), la forma de un pliego que no se imprimió. Hoy, seis meses después de empezar a leer esta excelente novela de un autor que siempre me ha interesado, he recogido de la librería un nuevo ejemplar sin tacha. A ver si acabo. Pocas veces he leído un texto moderno por tres ejemplares distintos, y no sé si a lo largo de tanto tiempo. Merece la pena. Tenía razón Ángel. Es una novela cojonuda. Tiene ese sabor Chirbes del relato de lo decrépito. Yo se la recomendaría a todos los que leen novelas históricas, novelas con argumento, con diálogos y esas cosas...; a los que leen literatura entretenida. Por ver qué pasa.

Rafael Chirbes, Crematorio. Barcelona, Editorial Anagrama
(Narrativas hispánicas, 418), 2007.

8 comentarios:

  1. He terminado de leer recientemente la novela de Chirbes, que me ha parecido magnífica no solo por la destreza de su prosa sino, sobre todo, por la piedad con la que arropa a sus personajes a pesar de la devastación moral y emocional de sus vidas.
    Un saludo,
    Gema.

    ResponderEliminar
  2. Personalmente, la novela de Chirbes me parece del "realismo" más rancio que se pueda dar, más prosaico, una renuncia deliberada a cualquier búsqueda en la literatura. Una página de Juan Benet, Juan Goytisolo o Julián Ríos aporta más a la literatura española q todo lo q haya escrito Chirbes. Pero esto es sólo la opinión de un humilde lector, claro.

    ResponderEliminar
  3. Arthur, ¿hemos leído la misma novela? ¿Por qué hablas de renuncia a la literatura, de rancio? Tu lectura, tu opinión..., bien; pero esos calificativos... Y eso que me tocas la fibra con los tres autores que citas. Son muy distintos, esos tres escritores y Chirbes; aunque yo no diría tanto... Igual que Galdós y Joyce. Pero ambos conviven en este mundo de papel, y ambos me interesan. Como Chirbes y esta novela, y un Goytisolo, todo Goytisolo (aquí no concedo nada). ¿Y Marsé? Es otro de mis referentes. Y no tiene nada que ver con JG ni con JB, ni, claro, con JR.

    ResponderEliminar
  4. Arthur, para ser sólo un lector humilde te muestras muy atrevido en tus juicios, quizá porque los formulas enmascarado. Los lectores realmente humildes suelen ser más discretos en sus opiniones, con lo que se equivocan mucho menos.
    Saludos, Miguel Ángel.

    ResponderEliminar
  5. Vuelvo a esta entrada de su blog, Miguel Ángel, porque me gustaría conocer lo que le sugiere la parte final de la obra de Chirbes, la "Estampa invernal de Misent". Por supuesto también la opinión de Fernando Valls y Arthur.
    Gracias de antemano y un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Gracias, Gema. Es curioso cómo nos convoca la lectura hacia las mismas zonas de interés, a veces; a mirar al mismo sitio, lógicamente, con maneras distintas, pero con ánimo parecido, con parecida responsabilidad ante el acto 'ajeno' de la escritura.
    La estampa de Chirbes es eso, una instantánea que para mí hace las veces de fotografía de cubierta, con su sentido alegórico con ese escarbar del perro en una zona de la arena en la que todavía hay unos centenares de metros sin urbanizar. Como Chirbes no es fotógrafo ni dibujante —no lo sé—, como es escritor, pues ha hecho su cubierta con esa estampa como colofón. Y que, por cierto, no es el mejor ejemplo en la novela del estilo de Chirbes.

    ResponderEliminar
  7. Al igual que a vd., esta última parte se me aparece como una especie de foto final, una imagen del espacio físico de Misent lo más ajena posible a la historia, por eso tomada en invierno -lejos de la temporada propia del "pecado contemporáneo del turismo"- y por eso también nocturna. Imagino al escritor guardando esta postal tras el viaje que ha sido su libro (Chirbes es un incansable viajero), como yo misma guardo las de algunos de los lugares que he visitado.
    Sin embargo, no puedo evitar asociar esta estampa invernal con aquellas otras que pintaba el contemplativo Montoliu, siempre con su ración de fracaso a cuestas y con la muerte al acecho (el perro escarbando, los perros que devoran a los conejos del cuento), la que Rubén acaso siente ya cercana.
    Es un placer compartir con vd. este interés ya sin saberlo compartido.
    Un saludo,
    Gema.

    ResponderEliminar
  8. Sr. Valls:
    Desde cuánto está prohibido el uso de un seudónimo? Prefiero expresar mis opiniones "enmascarado" como usted dice, para que se mantengan en un terreno objetivo y evitar los ataques ad hominem, no quiero correr el riesgo de ser aplastado por las instituciones del mundillo literario español sobre las que tiene usted tanto poder. Por lo demás, creo que un humilde lector debe tener tanto derecho a expresar su disgusto como su entusiasmo por una lectura. Personalmente deseo todo lo mejor a Chirbes, alguien humanamente excelente, pero no me gusta como escribe, y mando un saludo a toda su guardia pretoriana.
    P.S. Me permito remitirle al pasaje de "Don Julián" donde Goytisolo describe el mundillo literario español, retrato que conserva toda su actualidad.

    ResponderEliminar