Más o menos así, dejaba Gerardo Diego a sus dos creaciones revistiles al presentarlas para el facsímil que publicó Turner en 1977 en aquel “Prólogo” que ahora vuelve a publicarse en un cuadernillo, junto a un estudio preliminar de José Luis Bernal (“Carmen-Lola o la ‘defensa de la poesía’”) y los índices de sus cinco entregas —dos de ellas como número doble— de diciembre de 1927 a junio de 1928.
Me llega este espléndido regalo gracias a Pureza Canelo y a su querida Fundación Gerardo Diego, que acaba de publicar, junto a Ollero y Ramos Editores, esta edición facsimilar de las dos ‘amigas’ vestidas con un estuche de cartulina. Carmen, la Revista chica de poesía española, y Lola, “amiga y suplemento” de Carmen, en sus cinco cuadernillos, sus cinco entregas (1, 2, 3-4, 5 y 6-7).
José Luis Bernal pone el acento en lo importante, como el momento crucial en el que aparecen en “defensa de la poesía” y con el centenario de Góngora como telón de fondo; o la clarividencia de su creador —Carmen salió como lo que era, como una persona, también Lola—, el sentido antológico de estas páginas y su condición de ciclo cerrado, con su “duración cantada de antemano”. Y señala también José Luis, si no importante, algo en lo que siempre me he fijado: el primer poema de Carmen, la “Égloga” de Luis Cernuda. Una apuesta de un Diego ‘de guardia’ para la joven poesía.
Un placer leer a la elegante Carmen, de Guillén a Argensola, y a la desenfada Lola, con sus crónicas, sus jinojepas, su tontólogo. Más traviesa.
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