El viernes pasamos por la inauguración de la exposición de Juanma Barrado en el
Museo de Cáceres. Falló el factor sorpresa, ya que conocía la mayor parte de la obra expuesta. Cosas de la amistad cercana, y antes, vecina. Y quizá algo más, porque una de las características de las propuestas literarias de Juan Manuel Barrado (Huertas de Ánimas, Cáceres, 1962) es esa franqueza estética de quien utiliza un género o una modalidad, sea la poesía, la prosa diarística o el poema objeto como manifestación de admiración, razonablemente reverencial, como homenaje o
imitatio o
aemulatio de modelos, en el sentido clásico. No sólo se ve en su poesía experimental; véase su
Suite Celan (Cáceres, Edición del autor, 2002). Pero en lo experimental, es comprobable en sus caligramas, en algún poema objeto re-
fluxus o en los libros-objeto troquelados sin troquel, a mano amiga.
Lo importante es el testimonio que queda en un catálogo bien editado, con un doble título
Poesía experimental-A strada de Sintra, en dos lenguas, portugués y español, que anuncia la prolongación de esta muestra en la Universidad de Évora y en el Instituto Español de Lisboa en fechas próximas.
La exposición en Cáceres está abierta hasta el 6 de febrero. De martes a sábado, de 9’00 a 14’30 y los domingos, de 10’15 a 14’30.
No hay comentarios:
Publicar un comentario