Dos horas caminando entre los castaños del Valle del Ambroz. El silencio de aquel boscaje, su color, el encuentro con alguien que miraba hacia el suelo, que recogía castañas o que buscaba setas. Un día festivo, el de Todos los Santos, con un aire distinto. Y qué luz. Nuestros pasos, sobre la tierra húmeda y blanda, han fijado en este espacio exacto un doble goce visible y fabuloso.
También, claro, Hervás. Grato encuentro con Delia Sánchez-Matas y Miguel-Lorton, su marido, en uno de los locales más interesantes de nuestro entorno: el bar-librería “Las Flores”, que regentan Ana y Manolo, y en el que uno puede encontrarse —como nos ha pasado hoy— a Chano —Marciano de Hervás—, todo un personaje de allí y un apasionado estudioso de la historia de aquello, principalmente de los judíos. Los de Hervás, los de Plasencia, de Candelario, de Coria... Una bandera del Atlético de Madrid, las últimas novedades editoriales, libros de saldo, revistas, la lotería primitiva, un televisor apagado.... Abren a las nueve de la mañana y cierran a las ocho de la tarde. Ayer no; ayer se iban a la una del mediodía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario