domingo, agosto 19, 2007

Mariano

Mariano. Mariano Encomienda. Mariano Fernández Daza y Fernández de Córdova. Excelententísimo Señor. Un mensaje ‘sms’ recibido esta mañana daba noticia de su muerte. Lo siento. Sentí siempre por él el respeto que merece la edad autorizada y la condición —la intelectual, quiero decir. Y el afecto cercano del que tiene que corresponder a quien, a pesar de la diferencia de años, da tanta confianza.
Uno de mis primeros recuerdos liga la figura de Mariano, cómo no, con los libros. Los de la Biblioteca de Cultural Santa Ana, o sea, la “Biblioteca IX Marqués de la Encomienda” desde 1996. Yo trabajaba en mi tesina y tenía que consultar textos y estudios que estaban en aquel fondo, cuyo perfil extremeño lo hace tan singular y único. Él me acompañaba, me abría la biblioteca, cerrada aquellos días —no recuerdo si era un sábado o un domingo, o, simplemente, días de vacaciones de verano—; y me dejaba allí solo, con mis pesquisas. A la hora del aperitivo, pasaba de nuevo por allí y me llevaba al comedor del centro, en donde, solos en aquel espacio vacío, dábamos buena cuenta de un platito de chorizo y de unos vasos de vino. Alimentaba más la conversación de Mariano. Allí me habló de su amistad con Jorge Demerson, fallecido en 2002, y cómo descubrieron datos desconocidos sobre Meléndez Valdés en Almendralejo, leyendo protocolos notariales. Allí me proponía aspectos para la investigación, modos de la misma. Allí me hablaba de alguna preciada edición, con ostentación nula.
Cuando preparaba la edición en el Departamento de Publicaciones de la Diputación de Badajoz de los artículos sobre Extremadura de Demerson, pedí a Mariano un texto. Me envió casi media docena de folios. Alguien me dijo años después que cómo lo había conseguido, si Mariano era ágrafo. Escribió poco, es verdad, y ojalá sea matizable con decir que publicó poco. Con su prodigiosa memoria, su don de palabra y sus vivencias, cualquier texto suyo se llenaba de un especial valor, como ocurrió con aquellas páginas que me envió y fechó en Almendralejo un Domingo de Pascua de 1995. Era consciente de esa parquedad; y en alguna ocasión llegó a citar a José María Pemán, que decía de Pedro Sáinz Rodríguez que escribió poco, que se iba a llevar la cultura en la tripa. Ojalá Mariano lo haya evitado, aunque sea sólo en parte. Descanse en paz.

© Fotografía de Vicente Novillo. Publicada en Qazris. Revista cultural, núm. 22 (junio 2004)

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