Mañana, noveno día de este mes, daré por terminado este curso académico cuando cierre, vía telemática, el acta de la asignatura de Quinto. Luego acudiré a la secretaría de mi Facultad a entregar una copia firmada en papel, que, todavía, sigue siendo necesaria. También tengo que intervenir en un tribunal extraordinario y que asistir a una reunión de mi departamento. No está mal para ser el último día. Del curso, lo que no significa que empiecen las vacaciones, no.
De un curso extraño. La normalidad la han impuesto los alumnos de Quinto, porque —es lógico— viven una situación que impone ciertas normas y ritos, ciertos constituyentes de género, aunque sólo sea por la aplicación de una de las tres partes convencionales del todo, el desenlace. Responsabilidad, complicidad, afecto... Tercero, sin embargo, ha traído este año la extrañeza. Raro ha sido el día en que el mismo grupo ha seguido las clases, y mis alumnos sólo han ido a visitar mi despacho en las horas de consultas en dos ocasiones, una, para comunicarme que no iban a ir a clase —no recuerdo por qué razón, si hay alguna que no sea por causa mayor—; otra, para pedirme hace pocos días que hiciese en otra fecha el examen de septiembre porque el curso para los del programa Erasmus se inicia en la universidad de acogida muy pronto. Nada más en todo un curso académico.
Dear Mr. Lama,
ResponderEliminarI do hope you speak English! I am contacting you because I found your blog entry from June 06, where you are talking about meeting Maurice Toussaint at the University of Extremadura. It so happens that I am one of Mr. Toussaint's students myself. I studied with him in Romania and for quite a few years. What a small world we live in! I was actually googling his name when I came accross your blog. This came as a big surprise to me. I would very much like to get in touch with him, so I was wondering if you could help me! I would need his email and telefone number.
My name is Dana. You can email me at nydana8@yahoo.com. I live in Los Angeles, CA.
If it is not too much to ask, I would like to keep this between me and you, until I do reach him. Then of course I will tell him how exactly I did locate him.
Thanks a lot!
Sincerely yours,
Dana M.
¿La normalidad la han impuesto los alumnos de quinto? No. No puede ser. O sí puede ser, y entonces han cambiado mucho las cosas desde que yo iba a la Facultad. Porque en último curso, todo el mundo -eso decía mi copistero, que ha visto muchos- se vuelve tarumba. Se les va, se les va (la pinza, la cabeza, lo que sea)... Sueñan con abismos, ni siquiera se detienen al borde de uno, se pelean entre sí, les entra el síndrome de la competencia extraña... Una hecatombe emocional y amistosa y de vértigos varios es el último curso. No puede haber sido normal.
ResponderEliminarLo de Tercero, de todos modos, tampoco lo es. Porque uno elige a sus profesores (generalmente, el día de la presentación de la asignatura, se ve cómo respira cada uno: en Primero, no. En Primero pagas la novatada y te tragas todas las clases -y en muchas ocasiones, qué pérdida de tiempo-). Así que me extraña que no hayan sido los mismos los que han seguido yendo. Me extraña menos que no se hayan pasado por el despacho: yo sólo me pasé por dos: uno, obligada; otro, propio pie que me llevó. Después, sí. Una vez que terminó la Facultad, sí: por unos cuantos, para tomar café. No está muy bien vista la política de despachos, señor Lama... Claro que tampoco está bien vista para decir que no se va a acudir a clase: no se va y punto.
Y, después del rollo, el único comentario que me ha traído aquí.
Es un texto triste.
(Y las causas sólo se adivinan).