La búsqueda de un dato me ha llevado a detenerme en la lectura a saltos de un cuaderno antiguo (9 de marzo a 20 de junio de 2001). Contiene muchos apuntes y notas, algunas entradas de teatro o de cine (se borran, sí, se borran con el tiempo las del cine), un recorte del periódico, citas, listas, comentarios... De todo hace cinco años.
Hay un apunte sobre el ensayo público de la obra teatral de un amigo, El pan de la vida, de Honorio Blasco, en la Sala Trajano de Mérida. Hay una nota sobre el cumpleaños de mi hija —con quien leí Asterix y Latraviata, con Uderzo y sin Goscinny— y al día siguiente otra a propósito de la intervención de Manuel Rico y Javier Rodríguez Marcos en "La estación azul", el programa de Radio 3 que dirigen Ignacio Elguero y Javier Lostalé. Llamé y no entré en directo. Hay una frase de una amiga que hoy es preciosa —la amiga, no la frase: "No me gusta que estés malo". Hay también unas líneas tristes del cuatro de abril por la muerte de la madre de un amigo, Ángel Campos ("Yo también te quiero mucho" es un verso real que no está, así, en La semilla en la nieve, su espléndida elegía). Hay un jersey echadizo, unos pantalones piratas, una ocurrencia: la propuesta de que un recluso de Cáceres-2 curse estudios de Filología en la Facultad. Están las notas sobre Don Giovanni de Mozart y las de una tarde de mayo de consultas en la Biblioteca Nacional. Está un apunte sobre un título anterior para el Memorial de un testigo de Santos Domínguez: Plaza de la palabra. Están las notas para un acto literario con Manuel Neila y Basilio Rodríguez Cañada que no llegó a celebrarse. Y hay una frase que escuché a mi hijo decir a su amiga Marta: "—Tengo ganas de hacer caca, ¿quieres acompañarme?". De todo hace cinco años.