"—El comportamiento de un cadáver en el mar es imprevisible". Así comienza la última novela de Juan Marsé, Canciones de amor en Lolita's Club (Areté, 2005). Siendo bueno, los tiene mejores. Y escribo esto arrodillado y descubierto.
Siempre he tenido un especial interés por los principios de novelas. Me han parecido siempre claves fundamentales para entender todo o mucho de todo. Aludiré a ello mañana en la presentación de dos escritores, Pilar Galán y Eugenio Fuentes, que abren taller literario durante tres días en Jarandilla de la Vera, en los Cursos de Verano de la Universidad de Extremadura. Pilar Galán comenzaba su primera novela, Pretérito imperfecto (De la Luna libros, 2001), con "Muchos años después, ante [...]" Del mismo modo que, con su variante lógica, comenzó el llorado José Antonio Gabriel y Galán su última novela, que, además, se tituló Muchos años después (Alfaguara, 1991), "Muchos años después, frente [...]" Lo mismo que la novela a la que todos homenajean. Y es curioso lo de Galán y lo de Gabriel.
Tengo muy reciente mi afán por insistir en clase hace unos meses sobre la intención de otro principio de novela. El de Entre naranjos de Blasco Ibáñez: "—Los amigos te esperan en el Casino". Contundente. Dice tanto.