Por un colega siempre bien informado supe el mes pasado que ya había salido este libro, que aún no tengo, pero que conozco bien. También gracias al mismo colega leí hace una semana la reseña que publicó en su blog de lecturas Crisis de papel José Luis García Martín, que debe de haber sido el primero en escribir —y muy bien— sobre estas Conversaciones y semblanzas de hispanistas (Sevilla, Editorial Renacimiento, 2023), de Juan Manuel Rozas, en edición de su hijo José Luis Rozas Bravo. En enero de 2002 —conservo mis notas—, tuve ocasión de ver en casa de Tina Bravo, la viuda de Rozas, un libro de actas de la marca Miquelrius con el título general manuscrito de «Conversaciones y semblanzas de Hispanistas (Diario)», que llevaba la fecha de inicio de enero de 1970 y contenía apuntes jugosísimos sobre personalidades como E. Wilson, John E. Varey, Norman D. Shergold, Emilio Alarcos, José Mª de Cossío, Eugenio Asensio, José Manuel Blecua Teijeiro o Antonio Rodríguez-Moñino, entre otros; además de unos cuantos, solo rotulados, que no llegó a escribir («Mi encuentro con Jorge Guillén», «Paco Rico o la precocidad», «Guillermo Carnero»…). Me entusiasmé con aquello y pedí permiso a Tina para publicar uno de los textos, «Mi encuentro con Rodríguez Moñino», fechado el 18 de septiembre de 1970, al que añadió una nota José Luis Rozas y que sacamos en el número 5 de Laurel. Revista de Filología (Primer semestre de 2002, págs. 115-122). Luego vino la idea de editar íntegra una obra de tan extraordinario interés, que muestra una visión de primera mano del estado de la universidad española en las postrimerías del franquismo, y que reúne a tantas figuras protagonistas. Unos textos rescatados que se dan ahora —hay que tenerlo en cuenta— con contadas intervenciones del editor, como los dejó el autor, sin retocar, sin ultimar para su publicación, y que fueron con el tiempo —desde lo que comenzó como una suerte de «teoría de la época filológica actual hecha cotidiana semblanza y plática», dice Rozas— evolucionando hacia las costuras de un diario personal. Qué bien que este libro tan cercano se haya publicado. Y qué ganas de tenerlo aquí.
Gracias, Miguel, por haber seguido tan de cerca este proyecto, que ya es realidad. Yo lo tuve en mis manos hace dos días tan solo. Feliz después de tanta espera. Ojalá estas "Conversaciones y semblanzas", tan cercanas por tantas cosas, interesen y gusten a muchos.
ResponderEliminarSeguro que sí, José Luis. Tu trabajo ha sido excelente.
ResponderEliminarEstoy leyendo, emocionada, el libro de Juan Manuel Rozas. Muchas gracias por publicarlo y por hacerme volver a aquellas clases tan especiales del maestro. Su sabiduría y empatía me cautivaron en Cáceres y me llevaron a la enseñanza, donde siempre lo tuve como modelo.Maravilloso profesor. Inolvidable.
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