«A este lo confieso del plagio de Fúlkner» ( Amanece que no es poco)
Miércoles, 29. Vuelvo a mi apunte del lunes 20 después de haber conocido el plan para la transición hacia la nueva normalidad que anunció ayer el presidente del Gobierno. Tendré que ir pensando en la progresiva vuelta al ritmo de escritura normal en esta bitácora en la que no ha faltado una anotación desde el viernes 13 de marzo. Algo que no ha ocurrido nunca en los casi quince años —se cumplirán en junio— que llevo aquí. Decía yo ese lunes que podría ir imitando esa especie de deshilamiento de la novela de José Eustasio Rivera La vorágine (1924), que va consumiéndose, adelgazándose más en cada página hasta que concluye con cuatro palabras y en el vacío del blanco. Así, podré en la fase 0 hacer lo que hago hoy, o sea, escribir como si tal cosa y sin salir de casa; y en los días siguientes ir pensando en la fecha de la normalidad o cierta salida del confinamiento con entradas cada vez más escuetas y desnutridas, hasta no tener esta necesidad de decir todos los días. Tardará en llegar. Hoy la prensa me ha traído lo que quería escribir sobre lo que estas tardes he podido comprobar: menos gente aplaudiendo. Parece que la ultraderecha alienta caceroladas y no quiere que aplaudamos. En mi calle, solo el lunes salió una vecina con dos tapaderas de cacerolas mientras el resto aplaudíamos. Ya no sale para nada. Cuando salga me gustaría decirle que lo mío es más positivo. También es curioso leer hoy el diario de Íñigo Domínguez en El País, que ha titulado «Tengan cuidado ahí fuera», que es lo que yo le dije a mis alumnos no hace tanto al recordar aquella serie de Canción triste de Hill Street en la que el sargento mandaba a sus hombres a la calle con esa recomendación. Y, ya puesto, en defensa de la intención de estas notas, puede resultar desolador que, líneas más abajo, diga el periodista que hay vecinos que no salen a aplaudir y que no se había planteado que fuese porque les parezca mal, pues habrá a quien le da pereza o no le va algo así. «Pero ayer Vox dijo que esto de los aplausos está fatal, es directriz oficial. Son muy rápidos en crear mal rollo». En fin, que he vuelto a escribir Luz de agosto. Se me emplea, para que no me crea que estas notas pueden ser de interés para nadie.
Querido Miguel ángel: que sepas que aunque no estoy comentando ninguna de las entradas de este "Diario" tuyo, los estoy archivando con mimo diariamente y pienso imprimirlos y encuadernarlos en cunnto les pongas fin y la situación lo permita.
ResponderEliminarLo que firmo en Mérida a 30 de abril de 2020, para que el presente escrito surta efecto ante quien corresponda.
Dios guarde a usted muchos años.
Querido Elías: Muchísimas gracias. Solo a ti, tan avezado coleccionista, se le podría ocurrir tal cosa. Un abrazo grande.
ResponderEliminarMiguel Ángel
Y estás en compañía, que lo sepas, -estoy haciendo lo mismo con ellos-, de Tomás Sánchez Santiago, Jordi Doce y Avelino Fierro. Póker de ases.
ResponderEliminarGran abrazo.
Qué honor con tan buena compañía. Abrazo grande, querido Elías.
ResponderEliminarMiguel Ángel