miércoles, marzo 18, 2020

Diario de estos días (VI)

«Todo es cuestión de tiempo, dice» (John Berger)

Miércoles, 18. Estas jornadas de encierro creo que van a estar llenas de altibajos. No sé, la vida está llena de ellos; sin embargo, basta con que uno no pueda salir de casa para que al natural amparo le salgan grietas por las que se cuela la intemperie. Ayer me propuse dedicar el apunte de hoy a un mensaje muy positivo, de ánimo; y no renuncio, claro. Pero es que el lunes se le murió la madre a una amiga y no pudieron despedirla como es debido. Y ayer también supe que un chiquitín de un año, nieto de una persona querida, ha vuelto a ingresar en el hospital bastante malito. Y esta mañana recibí de un entrañable lector la noticia de la muerte el pasado domingo de su prima Pepi. Ella fue alma de uno de los órganos vitales de mi Facultad, su biblioteca —hoy centralizada—; y la tengo asociada a los mejores momentos como profesor en aquel antiguo edificio Valhondo que desocupamos en 1999. Por supuesto, ella fue una de las participantes más queridas del documental al que aludí en esa entrada sobre su primo y su imagen me ayuda a mantener vivo el recuerdo de su generosidad y de su bondad inalterables. Tristeza, pues. E inquietud, por las imágenes del hemiciclo del Congreso de los Diputados, semivacío, en la comparecencia del Presidente del Gobierno. Y no he podido evitar recordar aquella imagen antagónica de la tarde del 23-F de 1981, con ese sitio lleno y todos los diputados, la gran mayoría hombres, como todos los golpistas, con las manos sobre la delantera del asiento. Así que, por el momento, quedan días para sacar fuerza de donde sea y difundir ánimo. Hoy ha sido sorprendente y muy grato que en Radio Clásica hayan incluido, entre pieza y pieza —y yo que me quejaba de que últimamente hablaban mucho—, una entrevista con José Antonio Muela, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén, que nos ha ilustrado sobre la motivación intrínseca que es pensar dentro del círculo de aquello que puede ayudar al bien común, y no pensar en aquello —fuera del círculo— para lo que no servimos, como salir a la calle y buscar cómo exterminamos el virus. En fin, que este profesor nos ha ayudado hoy a llevar una cuarentena sana.

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