martes, noviembre 05, 2019

De baloncesto


Hoy he leído que José Manuel Calderón, el jugador de baloncesto de Villanueva de la Serena en la NBA, se retira. Me he acordado de que tenía por aquí un apunte sobre el segundo editorial de El País del lunes 16 de septiembre de 2019; que fue de traca. Iba de baloncesto —claro—, de «Lecciones del baloncesto», que fue su titular. Me pareció lo más semejante a ese fenómeno —que no sé si también viene de USA— de vestir con traje de chaqueta y con corbata a los entrenadores de los equipos. Es como si cuando ese grupo de la selección de España volvió a llegar a la cumbre —un campeonato mundial—, pareciese que todo hubiese dependido de «una gestión deportiva persistente y aplicada, basada en el estudio, la coherencia administrativa y la definición precisa de estrategias», y no de que en el último segundo del partido contra Australia el azar hubiese provocado una primera prórroga, y luego la segunda. De no haber sido así, nadie se habría molestado en escribir la tontería de que los «triunfos continuados del baloncesto deberían suponer un acicate para reforzar los valores de solidaridad, acción de conjunto y suma de talentos en otros órdenes donde la vertebración brilla por su ausencia». Como si fuésemos tontos. Los valores de solidaridad y de suma de talentos eran los mismos cuando no conseguimos más que una quinta plaza, y no recuerdo cosas así en los periódicos. Eso sí, José Manuel Calderón es un gran jugador y un tipo estupendo.

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