jueves, julio 04, 2019

Teresa de Jesús, 1588


Examino a C. de la asignatura de «Fuentes para el estudio de la literatura española», muy práctica. Prácticamente, hora y media con ella para asegurarme de que se marche de vacaciones con una clase particular en la que conozca buena parte de lo que vimos durante el curso y con un aprobado raspado. Lástima. Busca la etimología de una palabra, consulta un repertorio bibliográfico, otro, una historia de la literatura, otra, le propongo buscar en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional la colección completa de Abeja española, el semanario publicado en el Cádiz de 1812 y 1813 con Bartolomé José Gallardo por ahí, de cuyo Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos le hablo sin que me haga mucho caso, casi sin darse cuenta de mi entusiasmo. Le pido que me responda a una de las preguntas del examen, a saber, que compruebe si de la edición de Salamanca impresa por Guillermo Foquel en 1588 de Los libros de la Madre Teresa de Jesús hay más ejemplares que los que el catálogo de la Biblioteca Nacional de España nos da. No estoy seguro —ay— de que no sea la primera vez que consulta el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español. Lo consulta y encontramos ejemplares en Galicia, en Salamanca, en Ávila, en Gerona… Animo a C. a ojear el libro y lo encuentra en Google Books y comprueba que la descripción física del impreso con la signatura de sus pliegos (Sign.: ¶⁴, A-Z⁸, 2A-2M⁸; ¶⁴, A-Q⁶; A-T⁸) concuerda con el original. Noto en ella cierto asombro. Se va C. con su aprobado y yo, después de tomar un café con una colega de lingüística francesa por culpa de Bartolomé José Gallardo —otra vez, felizmente—, he recogido el correo del día. Un sobre, acartonado como es costumbre, con un nuevo número —el 87, de enero-abril de 2019— de los Avisos de la Real Biblioteca de Madrid. Me ha costado creerlo. En él —sorpresa— un artículo firmado por Luis Crespí de Valldaura sobre Los libros de la Madre Teresa de Jesús y la edición de Salamanca de 1588, de la que ha cotejado cuatro ejemplares que están en la Biblioteca de las Descalzas Reales de Madrid. No sé. Creo que voy a salir ahora a comprar un décimo de la lotería.

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