jueves, agosto 10, 2017

Hojas de Biarritz (I)


Estrenar este agosto en este blog un día 10 como hoy es la mejor manera que se me ocurre de destacar el paréntesis virtual de unos días de viaje por vacaciones. Mera virtualidad, porque, si se quiere, hoy podemos viajar con todos los aparejos para escribir y mostrar casi hora a hora todo lo que nos pasa. Distinto es que uno lleve consigo un cuaderno en el que anota lo que ocurre —un jovencito a la puerta de la Iglesia de Saint-Joseph de Biarritz nos dio un pequeño recorte en cartulina azul que parece una nube de tebeo que dice: «Sachez tirer parti du présent. / Que votre langage soit toujours aimable, / plein d'à-propos, / avec l'art de répondre à chacun / comme il faut.» —Col 4, 5-6). Ese pasaje de la Epístola a los Colosenses del Nuevo Testamento —aprovechad el tiempo presente, que vuestra forma de hablar sea amable, de buen gusto, y sabiendo responder a cada uno como corresponde— va dirigido a los que no confían en Cristo, a los que vienen de fuera, como nosotros esa tarde, que pasamos del ambiente festivo de un mercado bullicioso a la quietud de la nave de una pequeña iglesia en la que una monja acompañada de otra joven al violoncelo cantaba canciones cuyas letras podíamos seguir en los folios que había en los bancos del templo. C. dijo algo parecido a que a ella le gustaría dedicarse a eso. También dijo cuando llegamos a Biarritz que algunas calles y fachadas le parecían conocidas por haberlas visto en películas. A mí también; con Ava Gardner y Tyron Power en Fiesta (1957); pero no, la verdad es que las películas más evidentes que pudimos rescatar de las rodadas allí fueron Lo verde empieza en los Pirineos (1973), con José Luis López Vázquez, Pepe Sacristán y Nadiuska, El reprimido (1973), con Antonio Ozores, Alfredo Landa y Enma Cohen. Lo de Ava y Tyron queda para el Hôtel du Palais —nos denegaron la entrada como visitantes—; y lo nuestro quedó en el Mercure Plaza Centre Biarritz que tiene su aire de art déco y su nombre tan bien puesto que no se me ocurre ahora mejor sitio en Biarritz para quedarse en su puro centro. Hay otra película que tiene a esta ciudad como escenario y que se titula El rayo verde (1986), de Eric Rohmer, y que me vendrá bien para relatar otro escenario. La verdad es que el hotel es excelente. Habitación 209.

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