© José Gras
Le habría gustado mucho ver el jueves allí a su nieta. Allí, tan suelta, tan convencida de que le gusta lo que hace, hablando desde el estrado de aquel salón del Hotel Huerta Honda de Zafra en el que celebró su boda otra de sus nietas, ella también allí, tan fuerte y vital como siempre, tan bien. Y allí también sus cuatro hijos. Le habría gustado verlos juntos como la tarde del jueves. Mi madre habría estado en la misma primera fila desde la que yo asistí rendido y admirado —sin baba, que no me gusta, y menos que se me escurra— a una presentación del libro de Julia en la que ella, tensa por sus tareas, nerviosa y renuente antes de bajarse del coche para ir allí, se mostró feliz y tranquila por estar arropada por un público tan receptivo y numeroso. Y por un Javier M. Romagueras que introdujo su conversación con ella con una microlección magistral sobre la historieta y el dibujo para quitarse el sombrero. No se puede perder uno la exposición que hasta finales de abril se está mostrando en el Museo Pedrilla de Cáceres —Un mundo de historias en viñetas— de la extraordinaria colección personal de Javier. Él logró que Julia estuviese tranquila y elocuente y supo destacar los valores del libro; mientras que su autora mostraba imágenes de sus lecturas influyentes, de sus propios dibujos y de su destreza con el trazo cuando respondía las últimas preguntas en un acto especialmente grato para todos. Más para el que suscribe. Terminamos en El Acebuche estupendamente bien, todos, con Magda García Arenal, con Manolo Guillén —a quien presenté a Julia y le noté en los ojos la palabra Justa—, con Benito y Ruud. Recomendable. Más que recomendable. Le habría gustado mucho estar allí. Y más a mí que ella hubiese venido, como un hada madrina del tiempo y de la vida; y no decírselo a nadie, para que así, confiada, pudiera volver otro día a ver lo que hacemos. En la fotografía de José Gras, Javier Moreno Romagueras, Julia y Eva Arenales, que intervino en representación del Colectivo Manuel J. Peláez, en cuya página puede escucharse el audio del acto.
¡Ay, papa, que la chiquilla se te ha hecho mayor y talentosa!
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo.
Abrazos.
Muchas gracias, Elías, amigo.
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